¿Qué pasa en nuestro cuerpo cuando nos movemos?
En esta nota te compartimos tres tips para comenzar a hacer que el movimiento sea parte de tu cotidianidad.
• Mover el cuerpo activa procesos internos que benefician la salud física y mental, incluyendo la oxigenación muscular, la mejora cardiovascular y el bienestar emocional.
• Incorporar pequeños cambios en la rutina diaria, como usar las escaleras, caminar más o tener reuniones en otros lugares diferentes a los habituales ayuda no solo a que haya más movimiento en nuestros cuerpos, sino también a tener hábitos de vida más activos y saludables.
Dar un paso, alzar la mano, subir una escala, solo por mencionar algunos ejemplos, puede tomar tan solo un segundo de nuestro tiempo, pero a nivel interno, implica miles de interacciones que benefician a nuestro organismo.
Todo comienza con una activación cerebral que le manda señales eléctricas a todo el cuerpo. Estas pasan primero por la médula espinal, que es la encargada de comunicarse con los músculos y estos, a su vez, le transmiten la señal a los huesos para que empiece a desarrollarse el movimiento.
Este proceso es resultado de cientos y cientos de años de evolución, desde los primeros humanos que tenían que movilizarse para conseguir alimento o refugio, hasta la actualidad cuando nos desplazamos hasta determinado lugar o realizamos alguna actividad física. Sin embargo, parte de esa evolución nos ha llevado a comportamientos cada vez más sedentarios que disminuyen nuestro movimiento y, por ende, derivan en hábitos menos saludables.
“Moverse tiene un efecto inmediato en el cuerpo y en muchas dimensiones: oxigena los músculos, influye en nuestro desempeño cardiovascular, toca la mente o nos ayuda en la propiocepción. No movernos no es natural en nuestra naturaleza como seres humanos y es ahí cuando podemos subirnos de peso o desarrollar otros problemas de salud”, explica la médica Sandra Espitia Mesa, jefa del Servicio Médico.
Por eso para la profesional en salud es importante que estas dinámicas estén presentes en diferentes momentos de nuestras rutinas y se conviertan en hábitos frecuentes. En la actualidad, un 50% de los eafitenses realiza más de 150 minutos de actividad física a la semana, que es el tiempo recomendado por los organismos de salud mundial; un 20% hace actividad física, pero no es tan intensa como debería ser; y un 30% es sedentario.
Pensando en aportar herramientas para convertir el movimiento en un hábito saludable, la médica nos hace estas recomendaciones:
Bajarle a las aplicaciones de transporte y a los domicilios
No todo tiene que ser actividad deportiva. Un primer ejercicio podría ser dejar de pedir el carro directamente a la puerta de la casa y desplazarnos hasta la parada del bus o a la estación del Metro.
“También podemos mermarle a la frecuencia con la que pedimos domicilios y caminar hasta la tienda más cercana o el supermercado. Una caminata de 10 o 15 minutos nos activa, nos da tiempo de pensar en otras cosas, de desconectar la mente de la rutina”, puntualiza la médica.
Mejor por las escalas que por el ascensor
Si no tenemos problemas de movilidad, podemos optar en dejar el ascensor y subir caminando por las escaleras. Médicamente está comprobado que, entre sus ventajas, está el hecho de que aumenta la capacidad cardiovascular, disminuye el riesgo de enfermedades, oxigena el cerebro y quema calorías.
Algunos estudios recientes —que nos comparte el departamento de Servicio Médico y Seguridad y Salud en el Trabajo— evidencia que subir al menos 8 tramos de escaleras al día puede reducir el riesgo de mortalidad en un 20 %, lo que equivale a ganar aproximadamente 1.5 a 2 años de vida. Esto sin contar los beneficios en temas de salud mental, como la reducción del estrés o el aumento de la concentración.
“¡Pero ojo! Hay que hacer estos desplazamientos de manera consciente. No los hagamos corriendo pues puede generar impacto en las rodillas”, agrega la médica.
Salir de la oficina y planear las reuniones en otros espacios
Al estar ubicado en el bloque 1, en Los Guayabos, muchas de las reuniones de Esteban Ruiz Jaramillo, director de Idiomas, implica que tenga de desplazarse, varias veces a la semana, a diferentes puntos del campus, y mediante caminatas que pueden tomarle 5 o 10 minutos. Su ejemplo ha motivado a la Dirección de Desarrollo Humano y Bienestar a programar sus reuniones en lugares diferentes a los habituales, para fomentar el desplazamiento de los colaboradores.
“Yo sé que a veces da pereza, pero si uno se da ese espacio, que no toma más de 15 minutos, vamos a ir sumando, poco a poco, bienestar a nuestras vidas y lo vamos a convertir en un hábito”, menciona Sandra.
Estos y otros hábitos los podemos fortalecer mediante las actividades con las que cuenta la U para promover el movimiento del cuerpo como:
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El programa de yoga, activamente.
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Los programas de salud osteomuscular y de riesgo cardiovascular.
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El masaje express.
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Las pausas activas.
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El club de caminantes.
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Los cursos deportivos.
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El uso de escenarios deportivos.
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O el servicio de bañista libre en la piscina de la U.
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