El presente y el futuro del planeta se transforman con las preguntas de los niños
Recordemos que este sábado 27, desde las 9:00 a.m., tendremos una jornada dedicada a los niños en la Universidad EAFIT. Conoce la programación aquí.
• De acuerdo con la Ley 724 de 2001, en Colombia se celebra el Día de la Niñez y la Recreación el último sábado de abril de cada año para rendir homenaje a los niños, dar a conocer sus derechos y reafirmar la importancia de trabajar por su bienestar.
• Con motivo de esta celebración compartimos con los eafitenses esta nota de análisis académico sobre la importancia de reconocer el potencial transformador de los niños e involucrarlos en las soluciones para enfrentar los desafíos ambientales.
“Tía, ¿por qué utilizas un cepillo de dientes de madera?”. Esa fue la pregunta que le hizo su sobrino de 7 años a la profesora Yulieth, una curiosidad que se volvió tema de conversación para hablar del cuidado de la naturaleza y una anécdota para recordar a propósito del Día de la Niñez y la Recreación, celebrado en Colombia el último sábado de abril, cada año. Con esta efeméride, además de dar a conocer los derechos de la infancia, se reafirma lo relevante que es involucrar a los niños y niñas en la protección del medioambiente y reconocer sus capacidades para aportar soluciones a las crisis actuales.
La pregunta no terminó allí. El protagonista de la historia pidió a su mamá cambiar de cepillo de dientes por uno biodegradable, además, detonó una serie de conversaciones familiares al respecto. Yulieth Hillón Vega, profesora de la Escuela de Derecho de EAFIT, considera que algunas de las acciones más importantes para motivar a los niños frente al cuidado del entorno son el ejemplo y el fomento de la curiosidad. “Los niños siempre se hacen preguntas, y cuando nosotros hacemos cosas que están relacionadas con la protección del medio ambiente, eso genera un impacto muy importante, que hace que se produzcan otros interrogantes y se mueva alrededor su mundo. Ellos también nos inspiran a hacer cambios”, expresa.
En el camino de la pregunta se encuentra también la experimentación y la práctica, un componente que brinda sentido a la acción y que más adelante puede permitir comprender la importancia del activismo. Con la experiencia de Saberes de monte, un proyecto del que hacen parte EAFIT y la profesora Yulieth, se trabaja en fortalecer las prácticas tradicionales de los habitantes de Nuquí y visibilizar sus saberes, incluyendo a los niños y niñas, indígenas y afrodescendientes, de este territorio.
Entre los resultados del proceso, y gracias al aporte metodológico realizado desde la Universidad de los Niños de EAFIT, se desarrolló un kit pedagógico dirigido al público infantil. En este material, los abuelos invitan a los niños a salvar Nuquí, no solo por medio de cuentos e historias, sino también mediante misiones y actividades. El material se puede consultar en este sitio web.
En consonancia con la experimentación, Juan Fernando Díaz Nieto, profesor de la Escuela de Ciencias Aplicadas e Ingeniería de la Universidad, destaca lo clave que es acercarse a la naturaleza desde temprana edad, un aspecto que promueve en la Escuela de Biodiversidad, un programa educativo diseñado para niños, adolescentes y jóvenes de la ciudad con el objetivo de conectarlos con el entorno natural. “Existe algo llamado Síndrome de Deficiencia de Naturaleza, y es cómo las nuevas generaciones están completamente aisladas del aire libre, lo que genera problemas en el desarrollo de los niños”, explica el profesor.
Dentro de esta iniciativa, se llevan a cabo salidas de campo donde se reconoce la biodiversidad a través de metodologías experienciales como recorridos guiados, sesiones teóricas en campo y métodos de registro de fauna. Según el profesor Juan Fernando, “en este espacio les recordamos que somos una especie más en el planeta, que somos animales. También entendemos las consecuencias que tienen nuestras acciones y, por último, comprendemos que las diferentes vocaciones son necesarias para mitigar el impacto que como humanos estamos causando sobre el planeta”.
La Escuela opera en colaboración con la reserva natural El Globo, ubicada en Támesis, suroeste antioqueño. Mauricio Serna, graduado de Biología de EAFIT y director técnico de esta iniciativa, trabaja con el profesor Juan Fernando para promover el cuidado y disfrute de la naturaleza en un área de aproximadamente 345 hectáreas, habitada por más de 154 especies de plantas, 120 de aves y 21 de mamíferos medianos y grandes. “Desarrollamos una estrategia de educación ambiental y de acercamiento a la biodiversidad para que los niños y niñas mejoren su bienestar y competencias en temas de sostenibilidad”, afirma Mauricio.
Para Cristina Romero Ríos, profesora de los cursos de ecología en pregrados de EAFIT, la formación de los niños, niñas y jóvenes frente a los retos ambientales es importante, no obstante, destaca que más que imponerles esta responsabilidad, “lo que deberíamos hacer es inspirarlos para que se apropien del mundo en el que están y, quizás, cuando ya puedan tomar decisiones como adultos, tengan más ganas de actuar”.
El bosque seco es un libro escrito e ilustrado por Cristina, donde aborda un ecosistema que está amenazado en Colombia: el bosque seco tropical. Su decisión de crear un libro infantil surgió como una manera de llegar no solo a los niños, sino también a sus tutores adultos. “Los materiales que llegan desde la infancia se quedan en un lugar muy especial de nuestros corazones y cerebros para el resto de la vida. Los libros infantiles son algo que normalmente se aprovecha en familia, con alguien que admiramos o que queremos, y todas esas conexiones emocionales se quedan e influencian lo que pensamos”, explica.
“¿Qué mundo le estamos dejando a los niños y niñas?” es la pregunta que comparte la profesora Cristina con motivo del Día de la Niñez, enfatizando la importancia de escuchar las ideas y preguntas de aquellos que apenas están descubriendo el mundo, dotados con una mayor sensibilidad y curiosidad.