La lluvia, un respiro para nuestra
Universidad Parque
Mientras corremos apresurados a protegernos de la lluvia, a 10 metros debajo de nosotros, el campus se nutre del líquido vital para permitir la continuidad de nuestras actividades.
• Sea que nos agarre por sorpresa o sea parte de la temporada habitual, la lluvia puede trastocar todas nuestras dinámicas y nos obliga a mover al interior los eventos, reuniones y otras actividades que teníamos preparadas para el día.
• Mientras esto sucede, otra dinámica se da en nuestro campus, es una que le permite respirar, tomar un descanso y recuperarse para seguir contribuyendo al cuidado del planeta.
No importa si es en la mañana, al mediodía o en la noche, cuando llueve en el sur del área metropolitana, otro ambiente se toma a EAFIT. De repente, esas imágenes cotidianas llenas de estudiantes conversando, profes compartiendo un tinto o colaboradores desplazándose de un bloque a otro para alguna de sus labores son reemplazadas por otras diferentes, pero no por eso menos llenas de vida.
Cuando llueve en EAFIT, al mismo tiempo que las personas despliegan sus paraguas, los profes corren apresurados a refugiarse bajo el alero saliente de un bloque, o las hermosas de Coffee House despliegan el toldo de su local para proteger a los clientes, otra dinámica -más fluida- comienza a tener lugar en nuestro campus eafitense. Es imperceptible a la mirada, e incluso puede suceder hasta 10 metros por debajo de nuestros pies, pero es fundamental porque nos impacta a todos por igual y permite garantizar la continuidad de nuestro quehacer: la del ciclo del agua.
El pozo subterráneo que irriga los jardines, los tanques de agua lluvia para el aseo de las instalaciones, el espejo de agua que alimenta la red contra incendios y una quebrada que nos conecta con los ecosistemas de la región son lugares que no solo se benefician con cada aguacero que cae sobre la U, sino también la oportunidad que tiene la Institución para seguir contribuyendo a las grandes metas planetarias, especialmente aquellas relacionadas con el ahorro y la optimización del agua, la preservación de los recursos, la protección de la biodiversidad y el cuidado del planeta.
Nuestro campus cuenta con un sistema de riego automático de jardines y muros verdes, que provee aproximadamente al 62.75 por ciento del área que se puede regar, es decir unos 16.941 metros cuadrados. El 37.25 por ciento restante tiene irrigado manual.
La capacidad de nuestro pozo subterráneo es de 17.6 metros cúbicos por día. Esta agua es utilizada en riego de jardines, y alcanza a cubrir entre un 35 y un 40 por ciento de las zonas verdes.
Además, contamos con cuatro tanques de almacenamiento de agua lluvia, distribuidos por todo el campus. Dos de estos se encuentran el sótano del bloque 19 y tienen una capacidad de 11.031 litros.
Un tercer tanque está en la terraza del bloque 19 y cuenta con una capacidad de almacenamiento de 10.000 litros. El último de estos recipientes está debajo del bloque 1 y puede recibir hasta 20.000 litros.
¿Y qué pasa con estas aguas lluvia? Es reutilizada para las baterías sanitarias, que en la U son 561 unidades. Además, de estas 436 contribuyen al ahorro de agua gracias al mecanismo de fluxómetro.
El espejo del agua que rodea a la Biblioteca Luis Echavarría Villegas no solo embellece el diseño arquitectónico de este edificio, sino que le permite a la Universidad abastecer su red contra incendios, aprovechando el recurso disponible y evitando la construcción de un tanque adicional para este fin.
Y así como la lluvia trae beneficios para nuestro campus, la quebrada La Volcana, que lo atraviesa de oriente a occidente, también hace su parte por la biodiversidad gracias al corredor verde que genera al bajar desde la zona rural del Oriente hasta su desembocadura en el Río Medellín, jugando un papel fundamental en la conectividad ecológica de la ciudad. Somos afortunados de contar con este paso, que nos brinda servicios ecosistémicos y se convierte en un laboratorio vivo para el aprendizaje.
Gracias a esta gestión del agua, y a muchas otras actividades encaminadas al cuidado del medio ambiente, EAFIT ha logrado posicionarse como la Universidad de Antioquia que más contribuye a estos temas, de acuerdo con el ranquin Green Metric, una labor que sin duda es un gran apoyo para el departamento y que, según datos oficiales de la Gobernación, tiene el reto de disminuir los 27 millones de toneladas de CO2 que genera al año para mitigar el impacto en las fuentes de agua y la biodiversidad marina.