Así avanza el proyecto de rediseño de la Evaluación Docente
A través de una serie de entregas estaremos compartiendo con toda la comunidad eafitense como avanza este proceso.
• Con el objetivo de llegar a un protocolo que permita evaluar a los profesores en su dimensión de docencia y responder a las necesidades de los actores involucrados en la evaluación, desde hace poco más de un año comenzó el proyecto de rediseño de la Evaluación Docente.
• La iniciativa, en la que participan profesores, estudiantes de pregrado y posgrado, monitores y colaboradores de otras dependencias administrativas, ya culminó su primera fase, y estos son algunos de los hallazgos compartidos en el mes de julio.
Así como los profesores evalúan a sus estudiantes para hacer un seguimiento a sus procesos de aprendizaje, en EAFIT los estudiantes también deben evaluar a sus profesores para que estos puedan identificar fortalezas y oportunidades de mejora en sus clases.
Y eso es posible gracias a un instrumento que, en el último año, ha venido siendo reformando y actualizado para responder, tanto a las necesidades de los estudiantes, como a las de la Institución: la Evaluación Docente.
En 2022 los representantes estudiantiles y profesorales manifestaron la necesidad de un cambio en el formulario y la Universidad, a través de la Dirección de Desarrollo Académico, adscrita a la Vicerrectoría de Aprendizaje, asumió el compromiso de revisar el cuestionario de la mano de un grupo de profesores asesores y expertos en educación y recopilación de datos. (Ver recuadro con el grupo humano que hace parte de este proyecto).
Este primer ejercicio permitió la creación de un cuestionario transitorio que entró en vigencia en el primer semestre de 2022. Sin embargo, una de las cuestiones que identificó el equipo que lideraba esta reforma era que, para lograr un mayor impacto se requería una investigación más rigurosa y a largo plazo que derivará en la creación de un protocolo definitivo. El protocolo es un proceso que incluye desde el propósito de la evaluación y atributos a evaluar hasta la forma de comunicar los resultados.
De esa manera, y apalancados en la transformación que estaba teniendo la Universidad, continuó el proyecto de rediseño de la Evaluación Docente, cuyos primeros resultados fueron socializados en este mes de julio.
A continuación, queremos compartir con todos los eafitenses, y especialmente con los profesores, en qué consiste este proyecto y cuáles son los hallazgos de su primera fase.
El objetivo: Desarrollar lineamientos para que la Universidad plantee e implemente un
protocolo de evaluación del desempeño de los profesores en su dimensión de docencia.
Y esto se realizará en tres fases.
¿En cuál fase vamos y qué actividades la han integrado?
Actualmente, el proyecto ha cumplido su primera fase, con las actividades de:
• Revisión sistemática de literatura.
• Investigación cualitativa con la comunidad eafitense.
• Referenciación con universidades del país.
• Mapeo de políticas, orientaciones y lineamientos nacionales, internacionales e institucionales relacionadas con el proceso de evaluación a la docencia.
Como parte de esta fase, la cual se socializó ante los representantes estudiantiles y profesorales, decanos, directores de área, jefes de programa y otros, se pueden establecer unos hallazgos alrededor de las siguientes preguntas: ¿Para qué evaluar? ¿Qué evaluar? ¿Cómo y quiénes evalúan? ¿Qué hacer con los resultados? Y los sesgos e implicaciones negativas.
A continuación, compartimos algunos de los principales hallazgos de esta fase, pero la presentación completa se puede consultar en el siguiente
enlace.
¿Para qué evaluar?
Según la literatura y la comunidad eafitense entrevistada, la evaluación a los profesores debe tener como principal propósito un proceso formativo, que brinde información y recomendaciones a los profesores con el fin de ayudarles a mejorar su docencia. Adicionalmente, se pueden dar objetivos sumativos a partir de los resultados de la evaluación, es decir, ser uno de los insumos con el fin de hacer seguimiento y tomar decisiones hacía los profesores.
La evaluación, según los resultados, debe realizarse para aportar a la realización de planes de desarrollo y formación, generar incentivos y reconocimientos, y contribuir como criterio para la carrera profesoral.
¿Qué evaluar? ¿Quiénes evalúan?
De acuerdo con la literatura, la investigación cualitativa con la comunidad eafitense y la referenciación, la evaluación debe apuntar a valorar el desempeño docente del profesor a través de los atributos disciplinares, pedagógicos y de relacionamiento. Cada actor en la evaluación aporta un elemento diferente. Por ejemplo, mientras los estudiantes se deben centrar principalmente en aspectos de relacionamiento, los pares son los llamados a evaluar los contenidos disciplinares de una asignatura.
¿Cómo evaluar?
En la revisión se encontraron aspectos relacionados con la periodicidad, si debe o no ser obligatoria, qué formatos o metodologías son pertinentes, entre otras condiciones que se detallan en la presentación.
¿Qué hacer con los resultados?
Los resultados de la evaluación tienen varios usos, por lo que se debe garantizar principalmente una validez y confiabilidad, el acceso por parte de los interesados, y su comunicación asertiva y oportuna.
¿Cuáles son los sesgos e implicaciones negativas?
Las mediciones nunca son perfectas y la evaluación a la docencia no es la excepción. Entre los principales sesgos que define la literatura y que, en su mayoría son validados por la investigación cualitativa con la comunidad eafitense y en la referenciación con universidades del país, son:
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• Género del evaluado.
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• Apariencia y rasgos de la personalidad.
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• Condiciones del evaluador, tales como su motivación por el curso, intereses temáticos, conocimiento previo, edad.
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• Satisfacción con la experiencia en el curso y calificaciones o resultado final de la asignatura.
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• Validez de la Medición e Interpretación de los datos.
Queda como reto establecer elementos en el protocolo de evaluación que ayuden a mitigar dichos sesgos.
Este es el equipo de trabajo del proyecto
Profesores que están liderando la investigación son:
- Isabel Montes y Juan Pablo Román, de la Escuela de Administración
- Nicolás Guarín-Zapata, de la Escuela de Ciencias Aplicadas e Ingeniería.
- El proyecto también cuenta con la participación de Santiago Bohórquez, quien fue profesor en el 2022 de la Escuela de Finanzas, Economía y Gobierno, y ahora se encuentra en España.
Junto a ellos participó un grupo de estudiantes de posgrado, a través de un trabajo de grado asociado al proyecto y a sus productos. Ellos son:
- Andrés Gómez, estudiante de la maestría en Desarrollo Humano Organizacional y asistente de Asuntos Profesorales de la Dirección de Desarrollo Académico.
- Paulina Aguirre, estudiante de la maestría en Ciencias de la Administración.
- José Mola, estudiante del doctorado en Educational Policy and Leadership, de University at Albany, SUNY, en pasantía durante el 2022 en EAFIT.
Y los monitores Luisa Vallejo, Luisa Montoya y Zara Estrada, estudiantes de Administración de Negocios.
Igualmente, se contó con el apoyo de los siguientes colaboradores eafitenses:
- Vanessa Agudelo, coordinadora de Procesos Académicos y Asuntos Profesorales y líder funcional del proyecto.
- Tatiana Valcárcel, de Idiomas EAFIT
- Natalia Marín, del Centro para la Excelencia en el Aprendizaje- EXA