Temas como hermenéutica, estética, fenomenología y filosofía del lenguaje y de la mente han sido el eje central de las clases de Juan Manuel Cuartas Restrepo en sus 12 años de vinculación en la Universidad. Pero, más allá de compartir sus conocimientos en este campo con los estudiantes de pregrado y posgrado, este doctor en Filosofía de la Universidad Nacional de Educación a Distancia de España se ha destacado por su compromiso por hacer de cada proceso de enseñanza y aprendizaje, una oportunidad para la apropiación, el desarrollo de nuevas competencias, y el fortalecimiento de las habilidades en investigación.

Eso es precisamente lo que reconocen, con el Premio Excelencia Docente, sus estudiantes y colegas; la notable labor de un profesor que impulsa a explorar nuevas maneras y métodos, que reconoce la importancia de la tecnología dentro de los procesos educativos, y que tiene la capacidad de adaptarse a las prácticas y necesidades de los diferentes programas, convirtiéndose en un aliado y compañero en el camino del conocimiento. Estas contribuciones, así como su tenacidad para integrarse a la enseñanza en línea durante la pandemia, nos llena de razones para entregarle este reconocimiento.

Que la gran mayoría de los estudiantes que pasan por los cursos de Administración e Introducción a la profesión se lleve la nota más alta no es gratuito. Detrás de cada conocimiento interiorizado o de cada lección valiosa que se llevan para el resto de sus carreras, o para la vida, está la sensibilidad, la solidaridad y la cercanía de Sergio Castrillón Orrego, un profesor que hace que cualquier tema, sin importar el nivel de complejidad, sea fácil y entendible para todos.

​Con ese compromiso genuino y profundo con el conocimiento, el bienestar y el aprendizaje integral de los estudiantes, ha transitado 25 años de carrera profesional en la Universidad, desempeñándose como jefe del pregrado en Administración de Negocios y coordinador de diversas áreas en los programas de Administración, Negocios Internacionales, Finanzas, Contaduría o Mercadeo. Y en todos esos cargos ha encontrado la manera de dejar huella e inspirar a las personas que se cruzan en su camino. Por eso, y por mucho más, hoy Sergio también se lleva la nota más alta.​

Tras 17 años de vinculación en EAFIT, en las actas de las Asambleas de Estudiantes nunca ha quedado registrada o ha sido interpuesta una queja u observación sobre el profesor Luis Fernando Sierra Zuluaga. Esto se debe, sin duda alguna, al trato respetuoso que este diseñador industrial y magíster en Ingeniería tiene con todos ellos, y también en gran parte por su desempeño en términos pedagógicos, con el que siempre ha buscado ir un poco más allá para motivar en sus estudiantes una visión de la ingeniería que trascienda el aula, la Universidad, y el contexto que los rodea.

De esta manera ha sido un abanderado de la apropiación de nuevas tecnologías para el campo del dibujo digital, el dibujo tridimensional o la realidad virtual; creador del Semillero en Movilidad; ha participado en el desarrollo de dos patentes y ha sido pionero en proyectos colaborativos con diversas universidades de todo el mundo, entre la que se destaca Coventry University, en el Reino Unido. Pero, sobre todo, se ha destacado por la pasión por despertar la curiosidad en sus estudiantes y por motivarlos a explorar y hacer un descubrimiento nuevo todos los días.

El Premio Excelencia Docente que Álvaro Andrés Velásquez Torres recibe este año, se suma a los otros reconocimientos que el físico y magíster y doctor en Física ha recibido a lo largo de sus 15 años de labores en la Universidad, y entre los que se destacan -de manera especial- los que le han entregado los estudiantes como mejor profesor de Ingeniería Física en varias ceremonias de grado.

Así que, en esta ocasión, estamos ante la confirmación de un profesional que ha volcado todos sus esfuerzos en la docencia y se ha destacado por su rigor, dedicación y capacidad de motivación;

por la creación de laboratorios remotos que acercan a sus estudiantes al terreno práctico y experiencial y que le permitieron a la Universidad hacer parte de la convocatoria 100K Strong in the Americas; y por el desarrollo de una línea de investigación especializada en nanomagnetismo. Hoy, la gratitud y admiración que sienten sus estudiantes por él se reflejan en todos los que han decidido seguir sus pasos con su formación en maestría y doctorado.

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Debates en clase para acercarse al derecho romano y su influencia en el siglo XXI; cine y literatura para aprender sobre derechos religiosos; un repaso a la historia para poder situarnos en el contexto actual; estudios de caso para entender cómo funcionan los litigios en Estados Unidos o en otros países; y entregas finales en diversas modalidades como videos, infografías o propuestas en redes sociales, entre muchas otras herramientas pedagógicas configuran las sesiones de Historia de los Sistemas Jurídicos, una clase que lidera María Virginia Gaviria Gil y que apasiona a todos los estudiantes de la Escuela de Derecho.

Y es justamente por ese compromiso que la magíster en Historia de la Universidad Nacional de Colombia recibe el Premio Excelencia Docente, que reconoce sus aportes a la hora de proponer nuevas e innovadoras metodologías, y por motivar el amor por el conocimiento a partir de procesos de aprendizaje activos, cercanos, amenos y, sobre todo, creativos. María Virginia también se destaca por sus contribuciones en el campo de la investigación que la llevaron a escribir, en 2019, un libro dedicado a la construcción de proyectos en el campo del derecho.

La pandemia fue un momento duro, decisivo y retador para muchos en EAFIT, especialmente para los profesores, quienes tuvieron que adaptarse rápidamente a las dinámicas de la virtualidad y continuar con sus procesos de enseñanza y aprendizaje desde nuevos entornos. Y en ese proceso fue una fortuna contar con el compromiso de Lina Marcela Cortés Durán, una eafitense que se involucró inmediatamente en esa transformación y no dudó en brindar su apoyo a los colegas que lo necesitaban.

​Y si esos son los reconocimientos de sus compañeros, sus estudiantes tampoco escatiman en palabras de admiración y felicitación y reconocen el dinamismo, la labor inspiradora y la pasión de esta doctora en Economía, la compañía que brinda a los estudiantes de los semilleros y del Bufette Financiero, su rol sobresaliente como jefa del pregrado y profesora de los cursos de econometría, modelación de riesgos y finanzas corporativas, y su disposición permanente por compartir buenas prácticas y motivar a otros para que encuentren, en las finanzas, una forma de transformar y beneficiar al mundo.

​​Conversar con Carlos Julio Arango Benjumea es tener la oportunidad de enriquecer la visión y el conocimiento de la mano de un profesor que cree en la inclusión y en la pluralidad como fortalezas y motor para ayudarnos convertirnos en una mejor sociedad, una que reconozca los cambios de los tiempos actuales, que abrace la diversidad sexual en todas sus manifestaciones, y que encuentre en la diferencia una oportunidad para transformar el futuro.

El Premio Proyección Social reconoce los 17 años compromiso de este abogado y doctor en Derecho de Familia, su defensa por la diferencia y la diversidad, y su liderazgo en el Grupo de Estudio de Sexualidad Diversa EAFIT-GSDE, desde el que, por primera vez en Colombia, y en conjunto con el Consultorio Jurídico de la Universidad, se logró que una persona tuviera la letra T en su cedula de ciudadanía, reconociéndolo como persona transgénero.
Hoy Mike Nicolás Durán puede identificarse como siempre lo quiso, gracias al trabajo de un profesor que convirtió su proyecto de vida en una apuesta por las minorías, los derechos fundamentales y la igualdad.

Más de 3.400 kilómetros separan a Medellín de Brasil, pero desde hace 11 años, Ricardo Rodrigues​ Moro se encarga de que esa distancia sea menor, acercando a cientos de estudiantes y empresarios con el idioma de la samba, del jogo bonito y de la alegría del carnaval. En ese camino, este docente de portugués se ha desempeñado como profesor titular, diseñador, mentor, asesor, calificador y tutor, y en todas esas funciones se ha destacado por su compromiso y excelencia, cualidades que lo hacen merecedor de este reconocimiento.

Gracias a su trabajo se han desarrollado, por ejemplo, diferentes actividades relacionadas con promoción de la interculturalidad, innovación de prácticas pedagógicas, y de alianzas con empresas que han reconocido, en el portugués, otra opción de segunda lengua igual de relevante para el mundo de hoy como el inglés. Eso, sumado a su profesionalismo, su dedicación y pasión, y su sentido de pertenencia nos llegan de orgullo para decirle: ¡Parabéns, Ricardo!

 

En 2012 EAFIT lograba un importante hito en su trayectoria institucional y le anunciaba a la sociedad y al país entero que, con la aprobación de su nuevo pregrado en Biología, las ciencias naturales llegaban al campus universitario. Uno de los artífices de este proyecto fue Diego Villanueva Mejía, un ibaguereño apasionado por esta profesión que entendió que, si la Universidad quería sintonizarse con el espíritu de los tiempos actuales, era imperativo que se integraran la vida, el entorno y la naturaleza en su acervo de saberes.

​Pero la labor no se detuvo ahí, al contrario, el nacimiento del pregrado fue un punto de partida para que este profesor, investigador senior de Minciencias, potenciara la generación de alianzas nacionales e internacionales con el sector agroalimentario; trabajara por el fortalecimiento de las redes de conocimiento, y participara en la creación de la Política Pública de crecimiento Verde (Conpes 3934 de 2018), todo esto sumado a una fructífera producción científica de nuevo conocimiento, y a un recorrido en el que el desarrollo tecnológico, la innovación y el surgimiento de la spin off NaturaVitro también han ocupado importantes renglones de su proyecto personal y profesional.

​Cuando estaba en el grado, durante una visita de campo al bosque de niebla de Salento (Quindío), la vida de Diego se transformó por completo y decidió que quería trabajar el resto de su vida en los campos de la biología y la naturaleza. Podríamos decir, entonces, que desde ese día esa “niebla" se disipó y le mostró un camino que hoy admiramos, reconocemos y resaltamos con el Premio Anual de Investigación en la categoría Trayectoria de Investigación.​

Dos departamentos académicos de EAFIT (Economía y Ciencias Matemáticas); cuatro universidades (dos nacionales y dos internacionales), y dos operadores del mercado eléctrico colombiano (XM e ISA), unieron fuerzas para consolidar este proyecto que tiene una justificación sólida y decidida: contribuir como motor de cambio en la generación de nuevos lineamientos y políticas públicas en el sector energético de Colombia, especialmente en el marco del Proyecto de Investigación Energética 2030.

John Jairo García Rendón es el investigador principal de esta iniciativa que ya cuenta, entre sus aportes, con la generación de conocimiento a través de seis productos en revistas científicas internacionales en el último año; con la apuesta por la formación de estudiantes de pregrado y posgrado; y con el fortalecimiento de la interacción entre Universidad, Empresa a través de diversas alianzas con universidades nacionales e internacionales. Así mismo, los investigadores que participan en el proceso participan activamente en espacios de concertación y generación de políticas públicas en materia de energía.

Jesús Alonso Botero García, Gustavo Adolfo López Álvarez y Manuel Salvador Correa Giraldo del Departamento de Economía; y Fredy Hernán Marín Sánchez del Departamento de Ciencias Matemáticas, completan el grupo de investigadores del proyecto, que se realiza en alianza con Duke University; AARHUS University; Universidad Nacional - sede Medellín; Universidad Pontificia Bolivariana; XM e ISA – Interconexión Eléctrica.

Ojalá pudiéramos poner la carrera de Luciano Ángel Toro bajo uno de los potentes lentes del Laboratorio de Óptica de la Universidad, quedaríamos sorprendidos por los diferentes matices, relieves y detalles de una vida de compromiso, profesionalismo y convicción por el espíritu investigativo.

La metáfora no es gratuita. Hace poco, al cumplir 30 años de labores en EAFIT, le preguntamos qué era lo que más había disfrutado de esas tres décadas, y su respuesta fue el tiempo que había pasado en los laboratorios, donde había podido aprender, enriquecer su visión y alimentar permanentemente su pasión por la física.

Y es que Luciano nunca ha dejado de aprender, ni durante su formación como doctor en Ciencias Exactas de la Universidad de La Plata, ni en su rol como profesor e investigador, ni durante los ocho años que se desempeñó como decano de la Escuela de Ciencias. Al contrario, su amor por el conocimiento se refleja en apuestas sólidas por la formación de científicos integrales, con respeto por lo cognitivo y lo técnico, y con responsabilidad y sentido humano para aportar a la sociedad.

Ese camino le permitió, por ejemplo, fortalecer la oferta de programas y el compromiso con la alta calidad gracias a las acreditaciones de varios de los pregrados y posgrados; la transformación de los cursos de química básica con enfoque de competencias; y el inicio de las primeras cohortes de la maestría en Biociencias y del doctorado en Ciencias de la Tierra.

En el campo de la investigación, y bajo su liderazgo como decano, se logró el posicionamiento de los semilleros y de 11 grupos de investigación en las principales categorías de MinCiencias; el aumento de la producción científica y tecnológica con 271 artículos internacionales, 13 patentes y siete spin-offs; y la puesta en marcha de varios proyectos de impacto local, nacional e internacional como las iniciativas BASIC-Cartagena, la expedición BIO Anorí, o Building capacity for the future city in developing countries (PEAK), en convenio con la Universidad Oxford, del Reino Unido.

La consolidación de la proyección social también se evidenció en diversos convenios con instituciones pares en México, España, Francia y Alemania, así como con el fortalecimiento de los lazos con el sector público y empresarial a través de la firma de alianzas con Ecopetrol, Grupo BIOS y MinCiencias; y el inicio de la construcción del Edificio de Ciencias.

Con este recorrido valdría la pena devolvernos, como Institución, la pregunta que le formulamos a Luciano hace un par de meses y cuestionarnos sobre qué es lo que más hemos valorado de estos 30 años de trabajo y aprendizaje a su lado. La respuesta, sin duda, sería ese recorrido que hemos mencionado, y también todas esas palabras, reflexiones y acciones que nos inspiran a seguir trabajando por el conocimiento, la investigación y la construcción de un futuro mejor para todos.