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21/08/2018

​Por las dependencias

El día que EAFIT empezó un sueño musical

La sumatoria de buenos docentes y estudiantes comprometidos hacen de los egresados de los programas de Música de EAFIT profesionales requeridos en todo el mundo. En la imagen parte del grupo de docentes del Departamento.

• La Universidad está de fiesta con la celebración de los 20 años de creación del Departamento de Música, una apuesta por la música, el arte y las humanidades que enriqueció el camino de la Institución y amplió el espectro de la formación. 

• El aniversario se celebrará en el Encuentro de Música EAFIT 2018 que tendrá en su acto central la presentación de la Orquesta Sinfónica EAFIT, este jueves 23 de agosto  a las7:30 p.m. Ver nota complementaria.


Ya son 20 años tocando y los sonidos no paran. La historia musical en EAFIT tiene cuerda para rato, más aún cuando el Departamento de Música de la Institución celebra dos décadas de fundación –nació en enero de 1998– con la programación del XIX Encuentro de Música EAFIT 2018, que tendrá su acto central este jueves 23 de agosto con un concierto de la Orquesta Sinfónica EAFIT, en el Auditorio Fundadores, a las 7:30 p.m. con boleta.

Era el año 1997 y el corazón de EAFIT latía entonces al ritmo de cifras, ecuaciones y cálculos, en aulas en donde prevalecían lenguajes usados por administradores, ingenieros y expertos en finanzas. ¿Era ese el lugar idóneo para la formación en humanidades? Pues, casi 40 años después del nacimiento de la Universidad, Juan Felipe Gaviria Gutiérrez, rector entre los años 1996 y 2003, se mostró abierto a la creación de una Escuela de Ciencias y Humanidades y, un año después, abrió las puertas a la música, por sugerencia de algunos visionarios.   

Para Andrés Posada Saldarriaga, cofundador y docente del Departamento de Música, "EAFIT ha dado pasos fundamentales para convertirse en una Universidad, en el verdadero sentido de la palabra. Un paso categórico se dio hace 20 años, cuando las materias humanísticas, de servicio a las escuelas de Administración e Ingeniería, se convirtieron en un nuevo Departamento de Humanidades, albergado por la recién fundada escuela".

De la mano de las humanidades llegaron el Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas, el Fondo Editorial EAFIT (hoy Editorial EAFIT) y, en 1998, el Departamento de Música, cuya apertura, de acuerdo con Cecilia Espinosa Arango, cofundadora de esta dependencia, y actual directora de la Orquesta Sinfónica EAFIT, llegó como algo inesperado.

De otro lado, muchos de quienes deseaban estudiar música de manera profesional lo hacían en la Universidad de Antioquia, debían viajar a Bogotá o salir de Colombia en busca de otras universidades. Este fue otro de los argumentos esgrimido por el grupo de personas que propuso a la Universidad crear el Departamento de Música.

En este figuraba también Hilda María Olaya Estefan, actual directora ejecutiva de la Orquesta Sinfónica EAFIT, quien narra cómo sugirieron la pertinencia de una dependencia académica con este perfil, "luego de hacer un comparativo con la Universidad de Harvard y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), ambas con escuelas de música. Demostramos que no era tan descabellado pensar en que en una Institución con enfoque en administración, finanzas e ingenierías, hubiera espacio para una visión humanitaria de corte artístico".

Según Hilda, una de las primeras dificultades tuvo que ver con el espacio físico para albergar a los nuevos estudiantes. El demolido bloque 31, en donde se ofrecieron por años los programas de idiomas, fue el elegido para adecuar algunos de las aulas y dar inicio al pregrado en Música, hace 20 años. 

A finales del año 1999 e inicios del 2000, se construyó el bloque 30, erigido con todas las especificaciones técnicas de insonorización. No obstante, la buena acogida al nuevo programa y el impulso con el que EAFIT quería entrar en el nuevo milenio, con una visión más humanista y artística, llevó a construir otra estructura, unida a la primera a través de un patio central, para aumentar el tamaño del bloque.

Gustavo Adolfo Yepes Londoño, profesor de teoría musical y estética, y cofundador del Departamento, recuerda que el proceso para obtener los espacios, conformar la planta docente y estructurar los programas nacientes se logró con apoyo de los consejos superior y académico.

Logros y retos

Las reuniones entre Hilda Olaya, Cecilia Espinosa, Gustavo Yepes y Andrés Posada para diseñar el nuevo pregrado de Música, así como el encuentro con el Rector y el Consejo Superior, con el fin de aprobar su creación y conformar el Departamento de Música, fue el chispazo inicial tras el que llegó el concierto con Paul Badura Skoda, pianista vienés, y la inauguración de la Orquesta Sinfónica EAFIT, en el año 2000. 

Luego arribaron los nuevos profesores, las audiciones a los primeros estudiantes y, en 2001, la creación del Ensamble de Música Nueva (hoy Ensamble Periscopio), seguido por el primer Festival Internacional de Música y el XII Foro de Compositores del Caribe, en 2002. 

Estos fueron los primeros hitos que el Departamento de Música de EAFIT empezó a marcar en la historia de Medellín. Desde entonces, la Universidad fue reconocida también como epicentro cultural en la ciudad.

Esto se debió, en opinión de Cecilia Espinosa, al "alto nivel de personas contratadas para responder por el departamento y darle a este calidad académica. Así mismo, empezaron a llegar muy buenos estudiantes, con mucho talento. Buenos profesores y buenos estudiantes producen grandes resultados, y eso lo demuestran los egresados que tenemos hoy".

Gustavo Yepes refiere, por su parte, que tanto los profesores fundadores como la gran mayoría de quienes fueron ingresando al trabajo docente tenían formación de maestría o doctorado, entonces solo accesible en el exterior.

Futuro prometedor

Desde que EAFIT incorporó las humanidades y el arte en su razón de ser han pasado 20 años más en los que un grupo de académicos, con sensibilidad y muy buen oído, demostraron que la Institución puede trascender las cinco letras de su nombre y dar forma a una producción de proyección nacional e internacional en composición; dirección orquestal y coral; instrumentos y canto; jazz, y musicologías histórica y gramatical, tanto en el ámbito de pregrados como de maestrías.

A tales avances académicos, Gustavo Yepes suma "una notable producción de libros y productos audiovisuales, sin olvidar la investigación, con publicaciones en revistas indexadas de todo el mundo, y la revista investigativa Ricercare. Eso, sin contar con la proyección musical en los conciertos y recitales de sus conjuntos de planta, profesionales y estudiantiles".

De esta manera, el Departamento de Música en EAFIT se ha consolidado como un importantísimo centro de formación musical en la ciudad y el país. Además, Andrés Posada asegura que su importancia es ser reconocida también en el ámbito internacional, por la presencia de alumnos, exalumnos y profesores en distintas actividades musicales fuera del país. Egresados eafitenses, afirma el docente, "nutren y fortalecen hoy casi todas las instituciones musicales de la ciudad, y muchas del país y el extranjero".

Con dicha apreciación se muestra de acuerdo Fernando Antonio Gil Araque, jefe del Departamento de Música, quien añade que la mayoría de egresados, a pesar de las distancias, sienten a EAFIT como su casa, y regresan a estudiar o a ejercer como profesores, para engrosar una planta de formadores cuya experiencia alimenta a su vez los retos por venir.

"El departamento tiene hoy 22 profesores de planta y 65 de cátedra. Hay nuevos retos en el ámbito curricular: adaptarse a los cambios del mundo musical y trabajar en una reforma del pregrado, para incluir materias electivas que permitan a los estudiantes abordar problemas relacionados con la música", puntualiza Fernando.

Sin barreras

De acuerdo con Andrés Posada Saldarriaga, cofundador y docente del Departamento de Música de EAFIT, el nivel interpretativo musical en la ciudad empezó a escalar decididamente desde la creación de esa dependencia.  Según él "en EAFIT se creó la primera escuela de composición y de dirección de Medellín. Hasta avanzados los años noventa, en la ciudad se confundía la enseñanza de la creación musical con el aprendizaje de las teorías musicales del pasado. Puede decirse también que el impacto ha sido en todas las esferas de la música: muchos de los mejores músicos de la ciudad y del país, en el ámbito de la música popular, han pasado por la Universidad, derrumbando la barrera absurda entre músicas académica y popular.
Última modificación realizada el 22/08/2018 11:47 por Aura Maria Giraldo Murcia