León de Greiff y Eladio Vélez, juntos en la Sala Patrimonial
Dos regalos acaba de recibir la Sala Patrimonial de EAFIT: parte de la biblioteca personal del poeta León de Greiff y archivos del maestro Eladio Vélez.
• Parte de la biblioteca personal de León de Greiff fue donada a la Sala Patrimonial de EAFIT. Los textos tienen anotaciones del poeta.
• Llegaron, también, documentos del pintor Eladio Vélez, como cartas, libros y bocetos. Todo el material es para la consulta del público.
A la Sala Patrimonial de EAFIT acaban de llegar dos 'tesoros', valorados en letras que concentran parte de la riqueza histórica de dos figuras representativas del arte en el país: León de Greiff y Eladio Vélez. El arribo se dio gracias al altruismo de donantes para que fueran conservados y difundidos.
María Isabel Duarte Gandica , coordinadora de la Sala Patrimonial, aún no tiene la certeza de cuántas o cuáles piezas conforman la donación de la biblioteca personal de León de Greiff que hizo Hjalmar, el único hijo vivo del poeta, pues todavía falta abrir muchas de las cajas que ella misma fue a recoger a Villa de Leyva (Boyacá).
Lo que sí se sabe es que en estas están guardadas algunas de las obras de autores que el escritor leyó en su juventud y que explican no solo la influencia en su propia obra, sino el devenir de la literatura en Medellín de esa época.
En medio de los ejemplares, en los que se encuentran anotaciones del autor, dedicatorias y fechas, hay un inventario de la biblioteca de León de Greiff, hecho por él mismo en un libro de contabilidad, en el que alcanzó a registrar con tinta verde, como acostumbraba escribir, más de 6000 títulos (muchos otros se quedaron por fuera) y que, según María Isabel, efectivamente coinciden con la numeración que aparece en los libros.
"Su obra no se entiende sin sus lecturas. Aquí está lo fundamental. Los pensadores y los poetas que lo formaron están entre esos primeros libros de su catálogo", refiere Héctor Abad Faciolince, director del Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas de EAFIT.
Entre esos hallazgos, Héctor sostiene un volumen de Edgar Allan Poe, firmado por Leo Le Gris en 1915 -uno de los seudónimos más comunes usados por León de Greiff, quien a menudo firmaba como Gaspar de La Nuit- con el que, dice, se podrían rastrear las lecturas del autor hace un siglo, mientras fundaba Panidas (un movimiento literario conformado por trece intelectuales) y publicaba sus primeros poemas.
"Aquí hay un ensayo muy famoso de Edgar Allan Poe sobre la poesía, llamado el Principio Poético. Aunque Poe escribía en inglés, León de Greiff lee esta traducción al francés, en la que se habla de la importancia de la melodía en la poesía y la repetición de ciertos sonidos. Siempre me había preguntado qué tanto habría podido influir en la poética de León de Greiff la lectura de este ensayo, y aquí está la respuesta", opina Héctor Abad.
En el inventario de sus libros, casi todos en francés, se encuentran, de manera jerárquica, autores como Shakespeare, Homero, Goethe, Francois Rabeláis, Francosis Villon, Blaise Pascal, Beaumarchais, Miguel de Cervantes Saavedra, Jean de La Fontaine, Erasmo y Edgar Allan Poe.
"Los simbolistas y los poetas malditos franceses están en la base de la primera poesía de León de Greiff, y no es casual que él los ponga al principio de sus libros", explica Héctor Abad, mientras añade, por ejemplo, que es un orgullo para cualquier biblioteca tener el Elogio de la locura, de Erasmo, de las manos de León de Greiff.
Lo más importante de los libros de De Greiff es, para Maria Isabel, que el autor posiblemente si los leyó; que se conservan en buen estado a pesar del tiempo; que hay muchas ediciones "hermosísimas" ilustradas, como el libro de Las flores del mal sin ni siquiera empastar, de 1948, una posesión, según Abad, propia de coleccionistas; que casi todos tienen una fecha que, en palabras de su hijo de 83 años de edad, corresponden al día en que iniciaba la lectura o la retomaba; y que también dan cuenta de su enfoque musical.
Los trazos de Eladio Vélez
Con la admiración de un alumno por su maestro, o con el afecto de un amigo que lo cuidó y acompañó en su vejez, Jorge Cárdenas guardó, hasta hace cerca de un mes, el legado que los hijos del Pintor Eladio Vélez le encomendaron conservar.
Hoy, por ese mismo vínculo que los unió, los recortes de periódico sobre las exposiciones de Eladio, en las que se apreciaban los paisajes rurales, la vida cotidiana y las calles de la ciudad; las libretas en las que hacía los bocetos cuando estaba en Francia, y su correspondencia mientras residió en Europa, es decir entre 1927 y 1931, fueron donados por el maestro a la Universidad.
Para María Isabel Duarte los archivos tienen un valor incalculable. Entre ellos también hay fotografías y libros que pertenecieron a él y tienen dedicatoria de autor, como uno de Tomás Carrasquilla, firmado por el escritor probablemente cuando estaba ciego, a juzgar por la imprecisión de su firma, y un catálogo de una exposición que hubo en Paris, donde aparece registrado en la lista de expositores.
"Hay dos tomos de cartas enviadas por Eladio Vélez a diferentes personas que, aunque son fotocopias, tienen mucho valor", precisa María Isabel.
En la vasta carpeta se pueden encontrar una carta de Débora Arango, en la que le agradece al maestro Eladio Vélez por haber participado en una exposición, y otra en la que, de acuerdo con Héctor Abad, relata su viaje desde Medellín a Puerto Berrío y de allí a Barranquilla, y cómo pierde el barco tras extraviar su maleta, entonces es un relato además de cómo se viajaba en esos años.
También se pueden leer las palabras que intercambió con Pedro Nel Gómez, Jorge Cárdenas, Ignacio Gómez Jaramillo y con el expresidente Eduardo Santos, solo por mencionar algunos.
Estas cartas permiten, según María Isabel, comprender cómo se formaron dos grandes pintores antioquenos: Eladio Vélez y Pedro Nel Gómez en Italia y en Francia, y dimensionar lo que estaba pasando en Europa y en la ciudad, así como enriquecer mucho la pintura a nivel de técnicas y de sensaciones.
Los archivos que por mucho tiempo cuidó y conservó el maestro Cárdenas, ahora están en proceso de organización para ponerlos a disposición de quienes quieran descubrir otra faceta del conocimiento de este pintor antioqueño, de lo que significó "para un parroquiano ir a Europa y abrirse al mundo", puntualiza la coordinadora de la Sala Patrimonial.