En la anterior edición de Tome Nota se dieron a conocer las competencias institucionales, que son aquellas que deben poseer todas las personas que laboran en la Institución.

En esta oportunidad, el Departamento de Desarrollo de Empleados quiere destacar las competencias funcionales, que son las que se encuentran asociadas al perfil del cargo y que, por ende, se hace necesario fortalecerlas para cumplir con el objetivo o rol principal que se requiere.
Comunicación, gestión administrativa, liderazgo, visión estratégica, gestión de la interculturalidad, orientación a la seguridad y el cuidado son las competencias funcionales que están asociadas a cada cargo.
Esto no quiere decir que unas competencias sean más importantes que otras, lo que es necesario entender es que las personas poseen habilidades individuales que les permiten ser muy buenos en lo que hacen, independiente del cargo que ocupen.
Pero también hay habilidades que aunque no se tienen, o se cree no tener, es posible desarrollarlas a través de nuevos aprendizajes, práctica o experiencias y solo si se tiene el interés y la motivación.
Y, el hecho de que las competencias, habilidades, motivaciones e intereses sean diferentes para todas las personas, hace que las organizaciones aprovechen ese talento humano para que, cada quien desde su quehacer, contribuya al logro de los objetivos o propósitos institucionales.
Estas son las competencias que la Universidad define, deben prevalecer en las personas según el cargo que ocupan: