En el centenario de Carlos Castro Saavedra la Editorial EAFIT lanza una antología con sus poemas
La Editorial EAFIT sigue presentando sus novedades en este evento de ciudad. Conoce el resto de la programación aquí.
• El Salón Humboldt se llenó de poesía este 10 de septiembre con el lanzamiento del libro Viaje a tu cuerpo y otros versos de amor, en el marco de la XVIII Fiesta del Libro y la Cultura. Esta antología, que reúne 31 sonetos de Carlos Castro Saavedra, fue curada por el escritor Darío Jaramillo Agudelo.
• Hace exactamente un siglo, el 10 de agosto de 1924, nació Carlos Castro Saavedra. En homenaje a su natalicio, la Editorial EAFIT presentó esta compilación dentro de la colección Otramina, reafirmando la importancia de su poesía amorosa y su relevancia continua en el panorama literario colombiano.
En solo tres noches y sus días, Darío Jaramillo Agudelo seleccionó 31 poemas de Carlos Castro Saavedra para conformar Viaje a tu cuerpo y otros versos, una antología que se presentó este 10 de septiembre en el evento de ciudad más esperado por los amantes de la literatura: la Fiesta del Libro y la Cultura. Familiares, amigos y lectores se dieron cita en el Salón Humboldt del Jardín Botánico, donde tuvo lugar el lanzamiento del libro.
Esta nueva compilación fue realizada con motivo del centenario del nacimiento de Carlos Castro Saavedra y se suma a otras actividades culturales alrededor de la vida y obra de este poeta antioqueño. Los cuartetos y tercetos del autor ahora forman parte de la colección Otramina de la Editorial EAFIT. Aunque muchos de sus poemas ya han sido incluidos en otras antologías, esta selección destaca su enfoque en la poesía amorosa y reafirma la importancia de su obra.
Durante la presentación, Esteban Duperly Posada, jefe de la Editorial EAFIT y moderador del encuentro, relató el origen de esta publicación: “Este libro es fruto del encuentro. La génesis fue en Filbo, cuando Juan Luis me contó que este año se cumplían 100 años de Carlos Castro y que sería bueno hacer una antología. Al día siguiente, recibí un mensaje a primera hora y empezamos a trabajar en ello”.
En la conversación, también participó Dora Luz Echeverría Ramírez, amiga cercana de Carlos Castro, quien recordó que, para su generación, el escritor ocupaba un lugar especial: “Era reconocido por todos, el poeta del momento. Había otros, pero si a alguien le preguntaban cuál era el mejor, sin duda era él. Si una persona quería dedicar un poema a su novio, buscaba uno de Carlos. Neruda y De Greiff lo confirmaban, era ´el gran poeta del amor´”.
Juan Luis Mejía, investigador, escritor y exrector de EAFIT, describió a Carlos Castro como un hombre afable, silencioso y de una inmensa sensibilidad, sin embargo, afirmó que “el recuerdo que más me impresionó al conocerlo fue la hospitalidad de Inés Agudelo, su esposa. No se puede hablar de Carlos sin hablar de Inés, eran una simbiosis”. Además, agregó que era un hombre polifacético: poeta, periodista, escritor de teatro y pintor, que rompió los cánones con una nueva poesía social y amorosa, casi erótica.
La inspiración del poeta: la situación social y el amor
En 1948, la carrera de Carlos Castro Saavedra vivió un punto de quiebre cuando comenzó a ser visto como un personaje subversivo y tuvo que salir del país. Durante su exilio, fue acogido por Pablo Neruda, quien expresó sobre él: “Gran ejemplo es el de este joven poeta que de pronto asume toda la voz de un pueblo y se dispone a erigir de nuevo la dignidad sin más armas que su poesía”. Dora Luz Echeverría contó que Carlos y Manuel Mejía Vallejo fundaron muchas bibliotecas barriales en aquella época, recolectaban libros y se preocupaban por el desarrollo de las comunidades.
Sobre esto coincidió Juan Luis Mejía: “Carlos sentía el dolor del país, de la sociedad; él era el poeta de las cosas sencillas y cotidianas”. Igualmente, señaló que el escritor vivió dos etapas en su vida literaria: la primera, influenciada por Neruda y Walt Whitman, fue un “huracán de palabras” que nombraba América, la patria, la desigualdad y la injusticia de la guerra; la segunda, “es un susurro”, donde se centraba en el amor interior, las cosas cotidianas y sencillas.
“Carlos era un gran sonetista que se nutrió de la tradición española y la copla, de esa sensibilidad hacia lo simple, del recuerdo de la infancia, de extraer recuerdos y convertirlos en poesía. Él sobrevive a las modas colombianas y, como dijo García Márquez, es una voz nueva, mucho más social, sensible al dolor, al amor, a los grandes temas de la literatura”, concluyó Juan Luis.
A cien años de su nacimiento, la obra de Carlos Castro Saavedra sigue viva, cargada de la fuerza de su amor y de su compromiso social. Su poesía resuena con la misma intensidad con la que fue escrita, y su voz continúa siendo un faro para las nuevas generaciones. Aunque hace tiempo partió, su legado permanece, demostrando que la grandeza de un poeta se mide no solo por las palabras que deja, sino por el impacto que estas tienen en la humanidad y en el amor, eternamente renovado.