Apertura, curiosidad y formación, las tres claves de los profesores para vivir el aprendizaje experiencial
La imagen corresponde a uno de los espacios del MercaLab de EAFIT, un ejemplo de cómo estudiantes y profesores viven el aprendizaje experiencial en la Universidad.
• Uno de los retos que la Universidad se ha planteado para este 2024 es convertirse en referente de excelencia académica y líder nacional en aprendizaje experiencial. Y, para lograr este objetivo, el rol de los profesores será fundamental. Por eso, a propósito del Día del Profesor, indagamos sobre los retos que tienen los maestros para avanzar hacia estrategias y metodologías de enseñanza que pongan al estudiante en el centro.
• Este 15 de mayo, a las 5:00 p.m., la Universidad celebrará esta efeméride con un homenaje en el que será reconocida la labor de los profesores eafitenses. Durante el encuentro se realizará la entrega de los Premios Excelencia Docente, Proyección Social, Premio Anual de Investigación (Proyecto destacado y trayectoria), y Contribución a la Interculturalidad y el Aprendizaje de Lenguas Extranjeras.
¿Cómo hacer que un barco de papel con 50 monedas encima se mantenga a flote en el agua? Ese es uno de los muchos retos que los estudiantes de Tatiana Roldán Rojo deben aprender a resolver en sus clases Mecánica de fluidos. Para esto, pueden trabajar en grupo, conversar, evaluar los materiales y los pesos, crear cámaras de aire y buscar, con recursividad, todas las formas posibles de lograr su meta.
Al final, más allá de lograr su cometido, lo más importante, menciona la profesora de la Escuela de Ciencias Aplicadas e Ingeniería, es que después del proceso de ensayo y error hayan aprendido cómo conectar la teoría con la práctica, y puedan aplicar estos conceptos en la solución de problemas que sean reales y cercanos a sus contextos.
“En el campo de la física todo está ya dado en número y ecuaciones. El reto que tenemos los profesores es lograr que los estudiantes tomen esos conocimientos, los vivan en experiencias reales y se los lleven para aplicarlos a situaciones y decisiones que harán parte de su recorrido personal y profesional”, expresa.
Por su parte, Tatiana Ortiz Pradilla, de la Escuela de Administración, se ha planteado el reto de que todos sus estudiantes, sin importar la disciplina en la que se estén formando, puedan ser creativos. Por eso, como ella misma sostiene, en sus clases de la asignatura de Creatividad, “el aprendizaje debe atravesar la mente y el cuerpo”. Por eso sus clases tienen varios componentes: movimiento, preguntas movilizadoras y casos reales de la industria que les permiten a los estudiantes brindar soluciones a problemas específicos de las empresas.
Ambas profesoras han logrado implementar en sus cursos -y con éxito- actividades de aprendizaje experiencial, en sintonía con lo que declara la Universidad en su Proyecto Educativo Institucional y respondiendo a uno de los retos que se ha planteado la Universidad para este 2024: ser referentes de excelencia académica y líderes en el país en aprendizaje experiencial.
Los juegos de rol, los laboratorios, las prácticas profesionales y las clínicas, la investigación aplicada, las mentorías, los consultorios o las misiones académicas, y también el aprendizaje colaborativo y basado en retos, las aulas invertidas, o la inmersión en entornos de simulación, solo por mencionar algunos ejemplos, son experiencias que, en EAFIT, propician que el estudiante no solo sea protagonista de su proceso, sino que también pueda desarrollar competencias corporales, socioemocionales y cognitivas que le aporten a su vida.
Ese enfoque educativo se conoce como aprendizaje experiencial y, desde hace varios años, todos los programas de EAFIT avanzan en su implementación, incluidos los profesores eafitenses quienes, bajo este modelo, son reconocidos como guías, compañeros, facilitadores, expertos, evaluadores y mentores.
Pero entonces, ¿cuáles son los retos que tienen los maestros para adaptarse a estas dinámicas de enseñar y aprender? A propósito de la celebración del Día del Profesor, que se celebra en el mundo todos los 15 de mayo (de acuerdo con la declaración de la Organización de las Naciones Unidas en 1994), varios académicos de la Universidad compartieron sus reflexiones sobre los desafíos y perspectivas de futuro a los que deben responder.
Apertura, disposición y adaptación
Uno de los aspectos fundamentales del aprendizaje experiencial es entender que esta metodología no riñe con las otras estrategias tradicionales basadas en lo disciplinario. Al contrario, como lo explica Paola Podestá Correa, vicerrectora de Aprendizaje de la Universidad, son totalmente complementarias. “Es decir, el hecho de que una clase se trabaje desde el aprendizaje experiencial no significa que excluye otros componentes. Y de ahí la importancia de tener una actitud de disposición y apertura para adaptarse a estos modelos”, señala la directiva.
Este primer paso es decisivo para los profesores puedan explorar cómo los casos, retos, simulaciones, juegos de rol o proyectos especiales pueden generar en el estudiante procesos de aprendizaje basado en lo experiencial. En resumen, el profesor está llamado a ser la primera persona que experimente las metodologías diseñadas, porque como lo afirma la Vicerrectora, el aprendizaje experiencial parte de la experimentación, pasa por la observación y luego permite realizar intervenciones concretas.
Se trata de una opinión a la que se suma Willy Henao Zea, coordinador de Aprendizaje Experiencial de EAFIT, y quien señala que hay que desmitificar el hecho de que este tipo de metodologías son aplicables, únicamente, a ciertos tipos de asignaturas. “Todos los conocimientos son susceptibles o tienen la posibilidad de ser compartidos mediante actividades de aprendizaje experiencial. Todas las personas son creativas, algunos con más habilidades que otras, pero ahí es donde entra otro de los grandes retos para seguir fortaleciéndolas en quienes ya lo hacen o motivar a quienes apenas están comenzando: la formación”, puntualiza.
“El aprendizaje experiencial lo que nos muestra es que el profesor debe ser el mejor estudiante de la clase, buscar siempre nuevas formas de hacer su tarea y tener claro que la población que educamos siempre está cambiando y que debemos tener la disposición de entender ese segmento. En términos de ambientes de aprendizaje no podemos seguir haciendo las cosas de la misma manera, hay que mantener las buenas prácticas, pero adaptarnos y fortalecernos en las que sea necesario, porque no podemos enseñar teoría sin contexto, sin conexión con la realidad, sin que nuestros estudiantes sepan qué hacer con esos conocimientos”. María Eugenia Puerta Yepes, profesora de la Escuela de Ciencias Aplicadas e Ingeniería.
Sí, la formación es importante, pero ¿formación en qué?
Para lograr que los profesores avancen en la ruta de la implementación del aprendizaje experiencial hay que desarrollar las capacidades internas, y esto se logra a través de formación. Una formación que, como lo explica Patricia Toro Pérez, coordinadora del Centro EXA para la Excelencia en el Aprendizaje, debe incluir los fundamentos conceptuales de esta metodología, pero también ir más allá.
Desde la plataforma Aprende+ EAFIT, de la que hace parte EXA, se ofrece una ruta de formación pedagógico didáctica en la que se abordan, paralelo al proceso de asesorías, conferencias, talleres y ciclos completos de formación en aprendizaje basado en proyectos, casos, juegos, retos, problemas y, de manera reciente, en servicios. “Pero lo más importante han sido las comunidades que han surgido, de manera espontánea de estos ejercicios”, agrega Patricia.
“Si uno es profe se supone que tiene atracción por el conocimiento y por aprender permanentemente, pero no solo desde lo disciplinar o lo que es propio de cada uno de nuestros campos, sino también por cómo se transmite. Los asuntos relacionados con la manera en que estamos formando son estimulantes, porque nos hace preguntarnos, continuamente, por el conocimiento. Lo importante del aprendizaje experiencial es que no es solo para responder a un propósito de EAFIT, sino para responder al mundo que habitamos en la actualidad”. Alejandro Álvarez Vanegas, profesor de la Escuela de Ciencias Aplicadas e Ingeniería.
Una de esas comunidades que menciona Patricia Toro es el Círculo de Aprendizaje Experiencial, en el que participa el profesor Alejandro Álvarez Vanegas, de la Escuela de Ciencias Aplicadas e Ingeniería, junto con otros cerca de 10 docentes de diferentes escuelas de EAFIT. Este espacio, en el que intercambian aprendizajes y ejercicios, les ha permitido identificar otra serie de retos a los que hay que apuntarle.
Para Alejandro, por ejemplo, el aprendizaje experiencial debe ser, en primer lugar, interdisciplinar. Los profesores no deben ceñirse solo a su campo, sino explorar la posibilidad de integrar elementos de otras disciplinas. “También hay que tener en cuenta que no existe una sola forma de aprendizaje experiencial, sino que existen muchas prácticas que se pueden combinar con los componentes cognitivos de cada clase, y que lleven a los estudiantes a cuestionarse sobre la realidad que los rodea y generen reflexiones en ellos”, señala.
Y eso lo lleva a un reto final, el de preguntarse por el alcance, impacto, aplicación y potencial de estas metodologías, para evaluar en dónde es más efectiva y en cuáles aspectos hay que fortalecerla. “Creo que lo más valioso que nos muestra esto es que uno enriquece más su rol en la medida en que más se pregunta por la manera de enseñar, y lo que hemos visto en el Círculo de Aprendizaje Experiencial es que este tiene mucho potencial, pero sin duda hay que seguir trabajando para superar obstáculos en materia de contenidos, disposición de los estudiantes y espacios de aprendizaje, entre otros.