Urna Voz: un punto de convergencia para vivir el aprendizaje con todo el cuerpo
Participación política y representatividad, medio ambiente y cultura. Esos fueron algunos de los ejes que abordó Urna Voz dentro y fuera de las aulas.
• El Centro de Artes acogió en el año 2022 una propuesta que, más que una exposición, buscaba convertir este recinto en una gran aula de aprendizaje experiencial. Se trató de Urna Voz, una iniciativa que buscaba sensibilizar sobre la democracia y que, en ese proceso, se convirtió en un laboratorio para experimentar, reflexionar, pensar y crear.
• Este fue el escenario de debates, recorridos, clases, lecturas y conversaciones. Se logró la conexión con 10 cursos de la Universidad y se desarrolló un diplomado especial de arte de datos, entre otras iniciativas.
Colombia se encontraba ad-portas de elegir a su nuevo presidente. Los debates en los medios de comunicación iban y venían, a la par que las redes sociales devenían en calderas de polémicas, memes y desinformación. Navegar en ese maremágnum de realidades y mentiras (como suele ocurrir cada que transitamos por una contienda electoral) no es sencillo. No obstante, el ejercicio democrático no supone, solo, surfear en levantisco... es, ante todo, una oportunidad y, claro está, un desafío como sociedad.
Eso lo entendimos en EAFIT: la democracia como escenario pedagógico, la ocasión para reflexionar desde el respeto y las ideas. Así nació Urna Voz, una propuesta que, en 2022, desató la deliberación alrededor de la democracia (aquella que trasciende el voto) desde distintas disciplinas del conocimiento y actores, un ejemplo de cómo el aprendizaje es un acontecimiento activo, experiencial y dialógico, que se conecta con los dilemas del entorno.
El Centro de Artes se transformó en una gran aula que acogió no solo las obras de 12 artistas con creaciones inéditas (más 3 grandes obras de país), sino que, además, fue el escenario de debates, recorridos, clases, lecturas y conversaciones. Bajo esta iniciativa logramos conectar, por ejemplo, 10 cursos de la Universidad y desarrollamos un diplomado especial de arte de datos que analizó los resultados de Tenemos que Hablar Colombia.
Y no solo eso: Urna Voz trascendió el ámbito universitario e irrigó sus acciones al territorio con muestras satélite, laboratorios de creación con aliados (Comfama, MAMM, Explora, Otraparte, entre otros) y conversatorios abiertos denominados Más Conversación, Más democracia.
El profesor Mauricio Vásquez, del área de Creación de la Escuela de Artes y Humanidades, fue uno de los artífices de este ejercicio colectivo: “Con los estudiantes hicimos lo que llamamos un vehículo de asalto urbano, un dispositivo que inventamos para salir a distintos lugares de la ciudad y no dejar que la exposición se quedara en la Universidad, con microhistorias alrededor de los artistas y sus obras, respetando el tono curatorial. El cierre fue una hackaton. Eso no se olvida, porque no pasó solamente por los oídos, por los ojos, por la cabeza, sino por todo el cuerpo”.
Para construir esta iniciativa fueron necesarias decenas de personas, manos, ideas y ganas que nos permitieron demostrar cómo la Universidad se conecta con los desafíos planetarios, siendo la democracia uno de ellos.