Nodo y su primer año de operaciones. Una apuesta en constante crecimiento
José Alejandro Betancur durante el evento de lanzamiento de Nodo en julio de 2022, un bootcamp que permitió acercar a los interesados la propuesta de valor de este proyecto, enfocado en el aprendizaje práctico y experiencial y la conexión directa con las organizaciones y las necesidades del mercado laboral.
• Hace un año, el 22 de julio de 2022, se presentó ante la sociedad el Centro de Formación en Tecnologías de la Universidad, Nodo, que tiene como objetivo ayudar a cerrar las brechas tecnológicas en un mundo que, de manera cada vez más imperativa, requiere profesionales con capacidades para los trabajos del futuro.
• A propósito de este aniversario que están próximos a conmemorar, quisimos hacer un repaso sobre estos últimos 12 meses de trayectoria; sus logros y proyectos; el impacto que están generando en la sociedad; y las metas que se han planteado de cara al futuro. Y lo hacemos de la mano de su director, José Alejandro Betancur Álvarez.
“Con el cada vez más creciente impacto de la tecnología en el mundo del trabajo, en Colombia se requerirán entre 70.000 y 160.000 nuevos cargos que serán ocupados por personas con conocimientos en temas de programación y desarrollo web, machine learning, inteligencia artificial, experiencia de usuario y ciencia de datos, entre muchos otros”.
Este testimonio es de José Alejandro Betancur Álvarez, director de Nodo, Centro de Formación en Tecnologías de la Universidad, y lo compartió en una de las entrevistas que le realizamos en fechas cercanas al lanzamiento de esta unidad, en julio de 2022.
Desde ese momento, el eafitense ya ponía una cuestión clara sobre la mesa: la necesidad de formar en estas habilidades a través de una oferta educativa pertinente, ágil, flexible y modular, y que se nutriera de las experiencias de aprendizaje, las investigaciones y las consultorías de EAFIT para responder a las realidades de las personas y a las necesidades de las organizaciones.
Con ese objetivo, el de ayudar a cerrar las brechas tecnológicas nació Nodo, gracias al trabajo en alianza con entidades como Bancolombia, Sura, Pragma, Cadena, Postobón, Comfama, Protección y SoftwareONE Intergrupo y El Colombiano, entre otras.
Primero un repaso a la génesis de Nodo…
El evento inaugural de Nodo fue un bootcamp. Fueron dos días de clases abiertas, conferencias y talleres en temas específicos que tenían, como propósito, entender qué era lo que querían y necesitan las personas y la presentación de nuestra metodología colaborativa. Y este primer ejercicio derivó en la conformación de los primeros dos grupos de esta iniciativa, Alpha y Beta, que arrancaron su formación en los meses de octubre y noviembre. A estos, de manera posterior, se fueron sumando las cohortes Gamma y Delta.
Todas ellas funcionan, en palabras de José Alejandro, como “pequeñas fábricas de software”. Los estudiantes conforman equipos para resolver los retos que les plantean otras instituciones (Protección, Sura y EAFIT, entre otras), y durante un proceso que se enfoca en el aprender haciendo, entregan un desarrollo que responde a la necesidad presentada. En la actualidad 100 personas, denominadas como noders, hacen parte de estas cohortes, a las que luego se sumaron Gama y Delta.
Por eso ahora que faltan pocos días para el 22 de julio de 2023, fecha en la que conmemoran su primer año de operaciones, quisimos conversar con José Alejandro para conocer más sobre el crecimiento y la evolución de Nodo, los logros alcanzados, el impacto que han tenido en la sociedad, y los retos y sueños que han identificado de cara al futuro. Estas son sus opiniones:
¿Cómo definirías hoy al Centro Nodo después de su primer año?
“Nodo es hoy una apuesta en crecimiento. Con este recorrido de un año hemos afinado nuestra idea y entendido que estamos en el camino correcto. Las empresas cada vez más demandan un talento que, más allá del conocimiento tecnológico, pueda responder a problemas reales y cuente con capacidades específicas. Y eso es lo que estamos haciendo nosotros con la formación que ofrecemos.
Ese sueño bonito de transformar sociedad que hace un año era una teoría para nosotros, ya está en la práctica. Ya tenemos familias que han vivido cambios significativos en sus vidas. Las personas que pasaron por Nodo están en un buen empleo, desarrollando su potencial, creando sus propios emprendimientos de base tecnológica a partir de lo que aprendieron, resolviendo problemas en las compañías, y eso nos demuestra que realmente estamos conectando dos mundos: el de las empresas y las organizaciones que necesitan un talento muy específico, y el de las personas que querían formarse en estos temas.
Por eso reitero que somos una apuesta en crecimiento, una que mira al futuro, a la educación virtual, personalizada y a través de retos; y que ha entendido que lo que antes llamábamos habilidades blandas no lo son, porque en realidad son poderosas. La comunicación, el trabajo en equipo, el liderazgo, la creatividad, etc., es lo que diferencia a nuestros noders”.
Y hablando de noders, ¿cuáles son los beneficios que Nodo les ofrece a sus estudiantes?
“Nodo es un generador de oportunidades en conocimiento tecnológico y puede ayudar a las personas de tres formas: Si eres un estudiante, puedes complementar tus aprendizajes; si eres un empleado, puedes mejorar lo que ya sabes y seguir creciendo; y si eres una persona que quiere cambiarse de empleo o buscar nuevos horizontes, tendrás la oportunidad de acceder a las herramientas que te permitan cambiar de rumbo. Lo que nosotros hacemos es potenciar los sueños de las personas fortaleciendo y proyectando su talento.
Pero además de eso, trabajamos de la mano de las empresas para ayudarlos a resolver sus problemas, y también para lograr que las personas se empleen. Nuestro fin último es ese: que si eres un arquitecto puedas tener un desarrollo profesional en tu campo; si eres un psicólogo que te puedan apoyar en la inteligencia artificial para tu operación; si trabajas en áreas de desarrollo humano puedas filtrar hojas de vida más rápido. En resumen, que puedan potenciarse y conectarse con las organizaciones que necesitan ese talento”.
¿Cómo has visto la recepción de Nodo por parte de las empresas?
“Las organizaciones se conectan con nosotros a través de tres maneras. Una de ellas es con la cocreación de contenidos, porque nosotros no estamos inventando la rueda, lo que hacemos es ayudamos a identificar qué necesidades tienen y, como expertos en educación, construimos un perfil de formación que dé respuesta a un problema particular.
Una segunda forma es a través de las becas. Las empresas que nos ayudan a cerrar brechas tecnológicas apoyando a estudiantes para que se formen en Nodo, como parte de ese compromiso de contribuir en la transformación del país y de la sociedad.
Y hay un tercer momento que es donde las empresas pueden poner un reto. Es decir: ellos tienen una necesidad puntual, y no tiene con quién resolverla. Entonces, a través de un proceso de innovación abierta, lanzan un reto que será resuelto por nuestros estudiantes y que les permitirá tener acceso a una práctica real. En el fondo lo que hacemos es conectar talento”.
¿Y cuáles son esos principales hitos o logros que destacarías de este año de labores?
“Los grupos Alpha y Beta, que arrancaron en octubre y noviembre, ya completaron los primeros módulos y algunos de ellos han comenzado a emplearse. Ahí es cuando empezamos a ver que ese sueño que nos planteamos se está cumpliendo.
Pero quizás uno de los mayores logros es el ADN que tienen nuestros noders, personas que se cuestionan, que proponen, que generan iniciativas, que le están ayudando a las organizaciones a crecer y están llevando nuevos conocimientos a estas; curiosos, y convencidos de que siempre hay otra forma de hacer las cosas”.
Y de cara al futuro, ¿cuáles son los anhelos que tiene Nodo y su equipo de trabajo?
“Vemos un futuro prometedor. Ya arrancamos convocatorias en México y Costa Rica y estamos conversando con empresas interesadas de otros países. Queremos traspasar fronteras y contar con la posibilidad de estar en Europa prontamente. Le apuntamos a ser globales”.
Así conmemorarán el primer año de Nodo
La celebración de este primer año de Nodo estará dividida en varios momentos y conversaciones con aliados, comunidades y otros actores de este ecosistema como Código 13, de la Comuna 13; la Cámara de Comercio para el Aburrá Sur, la Fundación Makaia, Pioneras Dev y JuanFe; y el periódico El Colombiano. La programación también incluirá un bootcamp y otra serie de espacios para presentar los logros e impactos en las comunidades tecnológicas del Valle de Aburrá y el trabajo conjunto en cierre de brechas tecnológicas. La agenda completa se estará compartiendo en los próximos días.
El equipo humano de Nodo
Cerca de 10 personas conforman el equipo del Centro Nodo y, junto a ellas, también trabajan más de 20 personas de la Fábrica de Contenidos de la Universidad en un ejercicio de cocreación que tiene un mismo objetivo: contribuir al cierre de brechas tecnológicas desde la educación.
“Entre a una aventura que es Nodo, donde las cosas cambian todos los días y te invitan a adaptarte. Soy relativamente nuevo y estoy muy feliz y contento”, Mateo Mejía Restrepo, auxiliar administrativo de Nodo.
“Lo que más disfruto de mi rol es trabajar con las comunidades que orbitan en el sector tecnológico para lograr un mayor acercamiento, una mejor comprensión de las realidades y, sobre todo, para que podamos cocrear, que es lo que más nos interesa”, Stíver Peña Guzmán, comunicador de Nodo.
“Estoy en Nodo desde su estructuración. Ha sido muy lindo ver como esa idea inicial ha crecido y ha conservado su esencia. A nivel personal es un reto muy interesante pues después de 15 años en Innovación EAFIT estaba lista para nuevos retos, para aprender nuevas cosas. Y eso es lo que he sentido aquí, que aprendo todos los días, me ha enseñado mucho más sobre educación y tecnología”, Sara Hernández Hernández, jefa administrativa y comercial de Nodo.