Omitir los comandos de cinta
Saltar al contenido principal
Inicio de sesión
Acreditaciones / Sistema SiaceIntranet Entrenos / NoticiasNoticias 2023Noticias Entrenos / AbrilA propósito del Día del Idioma y del libro, este es un recorrido por el mundo de la literatura y la palabra escrita en EAFIT
20/04/2023

A propósito del Día del Idioma y del libro, este es un recorrido por el mundo de la literatura y la palabra escrita en EAFIT​​






 

​​Un recorrido por los tesoros literarios de EAFIT para conmemorar el Día del Idioma y del Libro

don-quijote-de-la-mancha.jpg

El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de Mancha
es la obra principal de la literatura en español, así como lo son los textos de Moliére para el francés, Shakespeare para el inglés o la Divina Comedia de Dante Alighieri en italiano.

• Este 23 de abril se conmemora en el mundo el Día del Idioma español y del Libro. Y aprovechando que en esta fecha se celebra el legado del escritor Miguel de Cervantes Saavedra, recorrimos la Sala de Patrimonio Documental para conocer un tesoro escondido: una edición de El Quijote de 1780.

• La Biblioteca también cuenta con otras joyas: un incunable de 1494; y primeras ediciones de Cien años de soledad, La Vorágine o La Marquesa de Yolombó, además de otros libros que evidencian que la literatura tiene un lugar especial en el corazón de EAFIT.

Es una novela, pero también una fábula, un mito, una epopeya de aventuras y una sátira, el retrato de una época, el libro más leído después de la Biblia, y un tratado sobre los defectos, las virtudes, las debilidades y las aspiraciones de la vida humana. Es El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, obra culmen de la literatura en español -y universal- y, en honor a su autor, Miguel Cervantes de Saavedra, celebramos el Día del Idioma y del Libro todos los 23 de abril.

Desde su publicación, en 1605, han circulado cerca de 2.000 ediciones y ha sido traducido a casi 60 idiomas, algunos tan distantes como el gaélico, el javanés o el tibetano. Una de esas ediciones, editada en España por Francisco Ibarra en 1780, llegó en 2015 a EAFIT, gracias a la gestión de Héctor Abad Faciolince, en ese momento director de la Biblioteca Luis Echavarría Villegas.

Desde entonces se ha convertido en uno de los tesoros de la Sala de Patrimonio Documental de la Institución, y a propósito de la conmemoración mundial de nuestro idioma, quisimos conocer más acerca de este clásico universal que ha sido fundamental para la consolidación de nuestra identidad como hispanohablantes.

 

letra-y-tinta.jpg 

 
 
 

La presentación del libro se realizó el 6 de octubre de 2015, en el mismo año en el que se conmemoraban los 400 años de la publicación de la segunda parte de esta novela. Se trata de un volumen conocido como El Quijote de Ibarra, por el nombre de su impresor, y fue revisada por la Academia de la Lengua Española.

Para su impresión se desarrollaron unos tipos de imprenta específicos inspirados en letras italianas, se mandó a hacer el papel de manera artesanal con papeleros de Cataluña, se contrataron ilustradores en todo el reino de España, y se hizo la edición más cuidada en cuatro tomos, con la ortografía actualizada a la época, según las normas de la academia en ese momento.

Así mismo, junto a la calidad del papel y de la imprenta, las ilustraciones, la encuadernación y el texto, otra de las particularidades es que fue depurado por los académicos de errores acumulados a lo largo de muchas impresiones en varios siglos.

 

mapa.jpg 

 
 
 

Conseguir esta edición fue una aventura por parte del escritor Héctor Abad Faciolince, y partió desde el contacto con libreros de la ciudad hasta el encuentro con un historiador antioqueño que había comprado ese libro hace algunos decenios en una librería en Madrid, y ahora la quería vender.

El Quijote de Ibarra eafitense cuenta también con un prólogo realizado por la Real Academia de la Lengua y un mapa realizado a mano que muestra el recorrido de los protagonistas, el hidalgo Alfonso Quijano y su escudero Sancho Panza, a través de la Mancha. 

 

presentacion-2015.jpg 

 
 
 

Las otras joyas escondidas

Además de El Quijote de Ibarra, la Sala Patrimonial también cuenta con otras obras bibliográficas de gran importancia: una de estas es el libro más antiguo que se encuentra en Antioquia y data de 1494.

Se trata de una publicación que reúne dos obras clásicas de Ovidio: El arte de amar y Los remedios de amor, y es un incunable, es decir, uno de los libros de la cuna de la imprenta, editados entre 1450 y 1500. Su edición fue hecha por un impresor veneciano y cuenta con comentarios al margen.

 

otra-joya.jpg

 

Otros libros que atesora la Sala de Patrimonio Documental son una primera edición de Cien años de soledad, publicada en Argentina; tres obras de Shakespeare de 1860; una edición de La Vorágine, de 1954; y La Marquesa de Yolombó, de 1928.

 

otras-joyas-2.jpg

 

Estas obras, por motivos de conservación y protección, no se encuentran disponibles para la consulta física de los eafitenses, pero nos muestran cómo la literatura, la palabra y los libros cuentan con un lugar privilegiado en el corazón de nuestra Universidad, y nos recuerdan que, aunque los viajes del Quijote sobre su caballo Rocinante hayan terminado hace más de 400 años, lo que todavía perdura es el viajes literario que seguimos realizando con un punto de partida: el idioma que compartimos.






Deja un libro y llévate otro​​

trueque.jpg

En sus ediciones anteriores el Trueque Literario ha contado con entre 700 y 1.200 intercambios de libros por día. La imagen corresponde a 2021.

• Cada año, en el mes de abril, nos reunimos para disfrutar de dos días dedicados a la literatura, a los autores, a la cultura y al intercambio de libros. Se trata del Trueque Literario de EAFIT, que este año, en su décimo tercera edición, se realizará los días 26 y 27 de abril de 10:00 a.m. a 6:00 p.m. en el hall del bloque 38.

• Además de las jornadas de intercambio, los asistentes también podrán disfrutar de dos conferencias, una con el escritor Gilmer Mesa, y otra sobre Manuel Mejía Vallejo, a propósito del centenario de su nacimiento, y que estará a cargo de Juan Luis Mejía y Claudia Ivonne Giraldo.

En Chicago se llama Free Library; en Buenos Aires hay una serie de buzones donde la gente puede dejar y retirar los libros que quiere leer o que quiere dejar para que otros lean; en Madrid la iniciativa consiste en dejar los textos abandonados, en parques y sitios públicos, para que la gente se lleve alguno, algo que se conoce como bookcrossing. Y escenas similares se repiten en el metro de Estocolmo, en los museos de Nueva York o en las estaciones de bicicletas de Amsterdam. 

Y en todas estas el mensaje parece ser uno mismo: deja un libro y llévate otro. Y es que quizás no fueron concebidos así hace más de 400 años, pero hoy los libros están hechos para circular, pasar de mano en mano y cobrar vida ante los ojos de nuevos lectores. 

En EAFIT existe una actividad similar, se trata del Trueque Literario y este año llega a su décimo tercera edición. La cita será los días 26 y 27 de abril, en el hall del bloque 38 de 10:00 a.m. a 6:00 p.m. Hasta allí podremos llegar los eafitenses y visitantes para participar de esta jornada. 

La dinámica es sencilla: se pueden realizar hasta ocho intercambios por día y solo se permiten textos de literatura originales, en buen estado físico y sin mutilaciones. En esta categoría caben, por supuesto, desde novela y cuento, hasta poesía, reportaje, crónica, biografía y textos de autoayuda o manualidades.

“Es un evento de ciudad que muchas personas ya lo reconocen. Lo que buscamos es la promoción de la lectura a través del intercambio de libros, pero siempre tratamos de darle un toque adicional para que la gente no solo venga a dejar y llevarse un libro, sino que pueda vivir un día dedicado, de verdad, a la literatura, a la lectura y a los autores”, expresa Santiago Zapata Restrepo, coordinador de la Sala de Patrimonio Documental y líder de este espacio.

Por eso, esta edición del Trueque Literario contará con dos eventos adicionales. Uno de estos será una conferencia sobre la representatividad en la literatura, a cargo del escritor antioqueño Gilmer Mesa, autor de la novela La cuadra, y se realizará el 26 de abril, a las 10:30 a.m. en el auditorio 38-101.

En este mismo auditorio, el 27 de abril, Juan Luis Mejía Arango y la escritora Claudia Ivonne Giraldo presentarán el texto Cuatro versos como leños encendidos que recoge las coplas de amor de Manuel Mejía Vallejo, a propósito del centenario de su nacimiento.

“El bloque 38 en la Universidad es un espacio vivo, y por eso quisimos hacer el Trueque allí y vincularlo con estas otras actividades porque la literatura se nos tiene que volver algo tan cotidiano como los lugares que transitamos en nuestras rutinas diarias”, puntualiza Santiago.

El evento, que se nutre con el apoyo de editoriales universitarias e independientes como Sílaba y Tragaluz, así como de las donaciones personales, contará también con un taller de encuadernación para las personas que estén interesadas en este tema. 

En sus ediciones anteriores el Trueque Literario ha registrado entre 700 y 1.200 intercambios por día. Además de los dos días de la jornada, existe un espacio permanente en la Biblioteca, en la entrada del bloque 32, al que las personas se pueden acercar durante todo el año. El único requisito: deja un libro y llévate otro. 







​El ciclo de vida del libro en EAFIT. Un viaje por el camino de la palabra escrita

el-cicho-de-la-vida.jpg

Ya son casi 900 libros editados por la Editorial EAFIT. De estos una gran parte son escritos por profesores y estudiantes de la Institución. La imagen corresponde a uno de los lanzamientos en la Fiesta del Libro y la Cultura.

• La literatura y nuestro idioma español se encuentran en un punto en común: el libro. Es a través de este que viaja la palabra escrita, pero también la sustancia misma de la humanidad, el conocimiento, la cultura y la identidad de nuestros pueblos. 

• El libro es testimonio de nuestra historia y cuando llega a nuestras manos lo hace después de un largo proceso creativo en el que participan autores, editores, diseñadores y libreros. Indagamos un poco más sobre este recorrido para conocer como su creación toca y transforma vidas.

Como el agua, los días, los insectos, el conocimiento o la existencia misma de las personas, los libros también tienen un ciclo de vida, la única diferencia es que no mueren, sino que, por el contrario, perduran por generaciones y se instalan en la memoria colectiva de la humanidad.

Desde que son concebidos hasta que llegan a las manos del lector, hacen un recorrido invisible donde el hilo conductor es uno solo: la palabra escrita en español, la misma que este 23 de abril exaltamos como parte de la celebración del Día del Idioma. 

Por eso, como parte de esta conmemoración, quisimos hacer un recorrido por el nacimiento y parto de un libro, conversando con aquellos que los hacen, con quienes se encargan de editarlos y diseñarlos, y finalmente con quienes los entregan a los lectores.

Es un recorrido que, en el caso de Juliana Villegas Gómez, profesora del área de Marketing e Innovación, comenzó desde niña. Su pasión siempre ha sido la escritura. Comenzó con los diarios de su niñez y hoy es autora, tanto de artículos y libros sobre mercadeo, como de textos literarios de ficción.

foto-juliana.jpg

“La escritura está dividida en dos mundos en mi vida, el de la academia y el del hobbie que realizo en mis tiempos libres. Son diferentes, pero a ambos les doy el tiempo y el ligar que se merecen”, dice la profesora, quien en la actualidad está trabajando en la escritura de un texto académico derivado de su tesis del doctorado en Mercadeo.

De ese proceso señala que lo que más disfruta es la planeación, ese momento en el que se sienta a pensar en la que será la columna vertebral de su libro, los temas que llevará y los capítulos en los que estará dividido, el orden, con qué comenzar y con qué finalizar, y el mensaje que espera que se lleven sus lectores.

No es muy distinto a lo que pasa en la vida de Gloria Gallego García, profesora de la Escuela de Derecho, quien ha convertido en libros varios resultados de sus investigaciones. “Escribir es fascinante porque combina arte, conocimiento, docencia e investigación, es un proceso emocionante que conlleva sensibilidad, imaginación, pensamiento claro y riguroso, y mirada atenta y permanente de la realidad para explicársela a otros, a veces tan trágica, pero siempre llena de esperanza”, comenta.

gloria-gallego.jpg 

 

Eso es precisamente lo que tuvo en cuenta mientras escribía Fue como un naufragio, análisis y testimonios del secuestro en Colombia, texto que presentará el 30 de abril, a las 4:00 p.m., como parte de la Feria Internacional del Libro de Bogotá y que hace parte de una amplia obra dedicada a este tema.

Un interés que ha buscado dejar plasmado en los libros para que, como ella misma menciona, no desaparezca, sino que perviva y se mantenga por generaciones, “porque el libro es sustrato y símbolo de la perennidad cultural”.​

 

“Escribir es fascinante porque combina arte, conocimiento, docencia e investigación, es un proceso emocionante que conlleva sensibilidad, imaginación, pensamiento claro y riguroso, y mirada atenta y permanente de la realidad para explicársela a otros, a veces tan trágica pero siempre llena de esperanza”.

 

El trabajo de vestir los libros

Si el manuscrito llega desnudo, editarlos y diseñarlos es como crear una vestimenta para ese futuro libro. Y a eso se dedican, respectivamente, Cristian Alejandro Suárez Giraldo y Margarita Rosa Ochoa Gaviria.

El primero lleva tres años en la Editorial EAFIT, y como editor de revistas, libros y otros productos bibliográficos, su labor es hacer una curaduría exhaustiva que incluye, entre otras cosas, la revisión ortotipográfica, y también la evaluación de oportunidad, coherencia, viabilidad, pertinencia, significado e impacto.​

 

“Si leer es como un viaje, nosotros nos encargamos de que ese viaje sea más llevadero y coherente, que el autor y el lector tengan un diálogo efectivo a través del libro”.

 

libros-editados.jpg

Es una labor que le ha permitido editar unos 15 libros por año, y que ha implicado jornadas enteras de lectura sobre diferentes temas y en formatos diversos, especialmente ahora que el libro no solo se publica impreso, sino en formatos transmediales.

“También nos encargamos de concebir las dimensiones, la imagen que tendrá en la carátula o si hay que eliminar textos. Somos gestores de contenido”, concluye.

Y es ahí donde entra Margarita Rosa para dar las pinceladas finales a través de la diagramación de texto, la portada y los acabados; los detalles finales del vestido que llevará el libro. Eso implica conversaciones con editores, autores y proveedores, pero es una labor que disfruta y que la llena de orgullo cuando, por fin, tiene el producto en sus manos.

 

“Siempre leo un poco sobre el libro, me empapo sobre qué trata y pienso en cómo lograr que llame la atención cuando esté ahí, expuesto en la vitrina, que se logre lo que el escritor quiere, pero también que sea atractivo y emocionante para el posible lector”, manifiesta la eafitense, quien lleva dos meses de trabajo en la Universidad.


 

Tender puentes entre los libros y los lectores

foto-libreria.jpg

Los libros no llegan solos a las vitrinas. En el caso de EAFIT, desde hace 16 años los ubica Rafael Vargas Gómez y sus compañeros de la Librería Acentos, ubicada en el primer piso del bloque 18. 

Cualquiera que pase por allí siempre encuentra una ubicación y distribución diferentes que busca atraer la mirada del transeúnte. Si es Halloween, con seguridad estarán expuestos autores como Stephen King o los grandes clásicos del terror; en época de elecciones, no es raro encontrar los textos de análisis político; y si acaban de entregar el premio Nóbel, la vitrina estará vestida con las novelas y obras del ganador actual y de sus predecesores.

Y es que en este lugar el objetivo principal es que el lector encuentre un puente que le permita llegar a lo que está buscando, un libro académico, un cuento, un texto sobre arte o un tratado de filosofía. “Y si no está buscando no importa porque hacemos que se antoje”, agrega Rafael.

Ya son más de 40 años vendiendo libros y no hay un solo día que no se maraville con un autor o alguna joya recién descubierta. En su memoria siempre hay lugar para almacenar un dato más, un texto más, un escritor nuevo, o una solicitud inusual por parte de un lector.

 

“Lo bonito de este trabajo es que uno aprende todos los días, sobre todo la gente, que pueden ser entre 50 y 80 usuarios diarios. Es muy gratificante ver sus caras cuando, después de mucho buscar, llegan a este libro que tanto añoraban o que quizás estaba allí, en una estantería, esperando para ser descubierto y empezar una travesía juntos”, concluye.


 
 

Dependencias que viven el libro, las letras y el idioma español

Además de la Editorial EAFIT, la Universidad también vive el idioma español y el mundo de los libros a través de su pregrado en Literatura; el laboratorio Lees, que busca fortalecer las competencias en lectoescritura de los eafitenses; el grupo de expresión artística Letras, en el que participan los apasionados por la escritura; y mediante las diferentes manifestaciones, eventos, ciclos y encuentros que, a lo largo del año, se le dedica a este tema. 

Todos ellos nos abren una ventana cultura a la que podemos asomarnos para conocer más sobre la historia de la humanidad plasmada en las páginas que se han escrito sobre ella.

 






​Estas son las palabras más bonitas del español para los eafitenses

palabras-bonitas.jpg

• Según la Real Academia de la Lengua, el español tiene más de 10.000 palabras, y aunque no las usamos todas, con seguridad algunas se han quedado en nuestro corazón y memoria por su sonoridad, significado o por el lugar que les hemos dado en nuestras vidas.

• Celebrar nuestro idioma implica, por asociación, celebrar las palabras que lo componen. Y por eso salimos al campus para preguntarle a los eafitenses cuáles son esas palabras que, para ellos, son las más bonitas a la hora de comunicarse. Estas son sus respuestas.

 

“Mi palabra favorita es ‘Exquisito’ porque cuando uno la pronuncia suena bonito y apasionado, y cuando uno cierra los ojos se le viene a la cabeza algo delicioso y lleno de colores, algo que uno disfruta”. 
Alejandra Luján Jaramillo, profesora de la Escuela de Finanzas, Economía y Gobierno.

“Me gusta ‘Aspiración’ porque es una palabra motivadora, es un deseo, una meta, algo que uno desea cumplir”. 
Daniela Muñoz Gallego, analista de la Escuela de Administración.

 

 

“Cuando pienso en una palabra que me guste del español siempre se me viene a la mente ‘Alborada’. Es sonora, y es una promesa de lo bueno que puede traer el día”. 

Mauricio Bejarano Botero, profesor del área de Marketing e Innovación.

“La palabra ‘Embrujo’ siempre me ha sonado muy bonita”.

Paola Podestá Correa, vicerrectora de Aprendizaje.

 
 

“Me gusta ‘Ímpetu’. Es poderosa y contundente”.

 María Clara Ceballos Arango, jefa de Filantropía EAFIT.

​ ​

“Mi palabra es ‘Familia’ porque refleja amor, comprensión y lugar seguro. Y porque me caracterizo por ser una persona hogareña y familiar”.
Daniela Mesa Tapias, ejecutiva de promoción de pregrado.

 
 


“Como persona y como profesional me identifico con la palabra ‘Persistencia’. Me define en muchos ámbitos de mi vida”.

Nicolás Bravo Alzate, gestor de movilidad saliente de Internacionalización EAFIT.

“Me gusta la palabra ‘Resiliencia’ porque nos invita a superar todos los obstáculos que nos encontramos en la vida, a no dejar derrotarnos”.
 Yurany Alejandro Giraldo Villa, auxiliar administrativa de la Librería Acentos.

 
 

“Mi palabra favorita es ‘Inefable’ porque habla de todo eso que no podemos describir con palabras”.
Claudia Candia Vergara, coordinadora de Aprendizaje Global de Internacionalización EAFIT.

“Me gusta la palabra ‘viajar’ porque desencadena otras como conocer, aprender, ver, disfrutar y deleitarse”.
Andrés Rodríguez Andrades, comunicador de Gestión del Aprendizaje.​​

 
Última modificación realizada el 20/04/2023 11:20 por Natalia Lopez Soto