Espacios, cultura y bienestar
El ABC de la viruela símica
Es clave que sigamos las recomendaciones de autocuidado y llevemos siempre nuestro tarrito de alcohol o nos lavemos las manos frecuentemente.
• Con el incremento de casos de viruela símica en Medellín los invitamos a hacer una pausa para recordar (y por supuesto aplicar) las diferentes estrategias de cuidado que aprendimos en tiempos de pandemia. ¿La principal? Lavarnos muy bien las manos.
• Y si nos sentimos enfermos o presentamos algún síntoma de cualquier tipo, que sabemos que puede afectar a nuestros compañeros de trabajo, mejor quedarnos en casa. ¡Cuidarnos entre todos es muy sencillo!
La viruela símica o viruela del mono, como la conocimos en medios de comunicación, cadenas de WhatsApp y redes sociales durante el primer semestre de este año, sigue sumando casos en Medellín. Por eso es clave conocerla, entender cómo es su propagación y de qué forma podemos identificar sus síntomas.
Empecemos por definirla: es una enfermedad generada por un virus y, a su vez, se trata de una infección zoonótica; esto significa que puede pasar de animales a personas. Pero esta no es la única vía, también se propaga entre seres humanos y del medio ambiente al ser humano. Según la Organización Mundial de la Salud, “los entornos pueden contaminarse por el virus de la viruela símica, por ejemplo, cuando una persona infecciosa toca prendas de vestir, ropa de cama, toallas, objetos, aparatos electrónicos y superficies. Otra persona que toque esos objetos puede infectarse si tiene algún corte o si se toca accidentalmente los ojos, la nariz, la boca u otras mucosas”.
Diana Carolina Mejía, jefa del Servicio Médico y Seguridad y Salud en el Trabajo de la U, agrega que también es clave saber que este no es un virus nuevo. De hecho, los primeros contagios en humanos se conocieron en los años setenta en la República del Congo. ¿Entonces por qué estamos hablando hoy de la viruela símica? La alerta emitida este año por la Organización Mundial de la Salud se debe a que el virus empezó a detectarse en otros países fuera del continente africano.
¿Cómo son los contagios de persona a persona?
- El contagio se da por medio de fluidos contaminados. La viruela símica se transmite de una persona a otra a través del contacto directo con alguien que tenga una erupción cutánea producida por la enfermedad.
- Según la OMS, ese contacto directo puede referirse a: estar cara a cara donde pueden generarse partículas de saliva al hablar, respirar o cantar cerca de otra persona; al contacto con la piel (tocarse o tener relaciones sexuales); y al contacto boca a boca. Aún no se comprenden bien la transmisión de la viruela símica a través del aire.
- La incubación es de 6 a 16 días. Puede oscilar, incluso, entre 5 y 21 días. Esto significa que podemos estar contagiados y pasar varios días sin síntomas. Hay inflamación de las mucosas, después aparecen las lesiones en la piel, primero como manchitas y después como bolsitas de agua.
Seis síntomas de la viruela símica
- Fiebre, aunque no es en todos los casos.
- Dolores de cabeza muy intensos.
- Inflamación de los ganglios linfáticos. Las puedes identificar como una hinchazón del tamaño de un frijol en diferentes partes del cuerpo, pero es más común en la zona del cuello.
- Dolores musculares.
- Erupciones o lesiones en la piel. Estas pueden ser planas o un poquito elevadas si se llenan de líquido. Con el tiempo se secan y se caen.
- Cansancio crónico.
Algunos síntomas de esta lista son muy comunes y tienen relación con otras enfermedades. Por eso es importante que sigamos las recomendaciones de autocuidado y llevemos siempre nuestro tarrito de alcohol o nos lavemos las manos frecuentemente, ojalá antes y después de comer, cuando lleguemos a la oficina del transporte público y al salir de los baños.
O si ya estamos sintiendo cambios en el cuerpo, quedarnos en casa e informar al servicio médico. Y si tienes sospecha de tener la enfermedad, el primer paso a seguir es acudir a los servicios de salud porque solo allí nos pueden diagnosticar por medio de una prueba de laboratorio.