Actualidad eafitense
Con una invitación a pensar la educación con alegría,
la U nos presentó el nuevo Centro Imaginar Futuros
Imaginar Futuros es un centro de incidencia de la Universidad con el que se busca potenciar la investigación, la innovación, el trabajo cooperativo y el encuentro de soluciones que mejoren la calidad educativa.
• EAFIT presentó su nuevo
Centro Imaginar Futuros este 19 de julio, y lo hizo con el primer Festival de Futuros, y la participación María Victoria Angulo, ministra de Educación Nacional, y de expertos nacionales e internacionales.
• El encuentro fue una oportunidad para reflexionar sobre los cambios sistémicos mundiales; el trabajo colaborativo entre diversos sectores; y el fortalecimiento de la tecnología educativa y otros retos que impactarán el futuro de la educación.
Es definitivo. Las emociones son un pilar fundamental para la educación del futuro. Quedó claro en el Festival de Futuros que se realizó este 19 de julio en EAFIT y reunió en su primera edición a expertos, soñadores y, sobre todo, activistas por la educación que merecemos y queremos tener como sociedad.
El encuentro resultó una comunión de visiones y sueños de expertos como Claudia Urrea Giraldo, colombiana y egresada eafitense que desde hace 28 años trabaja en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) imaginando y creando ambientes educativos. Durante el Festival, que organizó el
Centro Imaginar Futuros de EAFIT a propósito de su lanzamiento oficial, la ingeniera explicó que en el MIT es potente el abordaje de las emociones en el proceso educativo.
“Imaginar Futuros es un centro de pensamiento y acción. Tiene todo un trabajo de investigación, desarrollo innovación y cooperativo para encontrar soluciones que mejoren la calidad educativa y prácticas del sector”,
Claudia Zea Restrepo, directora Imaginar Futuros
Lo hacen de la mano de Peter Senge, autor del betseller
La quinta disciplina y creador de la teoría
Compassionate Systems Framework, quien defiende que a medida que buscamos soluciones a los problemas del mundo es necesario encontrar formas de ayudar a los jóvenes a enfrentar la complejidad, al enseñarles a reflexionar, entender y responder consciente y compasivamente los cambios sistémicos.
Pistas sobre esa misma señal de futuro de la educación -indicios que se dedica a captar el Centro Imaginar Futuros- también los compartió Claudia Restrepo Montoya, rectora de EAFIT, al mencionar que en los jóvenes de hoy existe una gran capacidad de empatía, una sensación generalizada de tristeza, y una preocupación constante por la educación ciudadana, los valores y la situación política.
“Ellos están en la edad de la construcción de la identidad, formando sus grupos, tienen la sensibilidad a flor de piel y sienten el dolor ajeno como propio. Están en estado permanente de expectativa, deseo y esperanza, pero también de frustración y dolor, y las Universidades se deben permitir las conversaciones con estos jóvenes para entenderlos”, dijo la Rectora.
Diego Leal Fonseca, director asociado de Imaginar Futuros, coincidió en el asunto emocional como señal de proyección para el sector. Desde su punto de vista, históricamente el tema cognitivo ha estado por encima de las emociones, tanto en la educación superior como en la básica. El dilema, asegura, es que numerosos estudios muestran que un entorno emocional seguro y positivo incide en los resultados del aprendizaje, el desempeño académico, en el bienestar de los niños y los jóvenes y, también, en el éxito en el lugar de trabajo.
“La pandemia ayudó a naturalizar la conversación acerca de las emociones, a ver que está bien tener diversas emociones y es necesario contar con las herramientas suficientes desde el punto de vista psicológico para gestionarlas, entenderlas y manejarlas. Esa claridad que nos deja la pandemia pone un predominio importante en este momento en numerosos emprendimientos e iniciativas que llevan a la educación emocional a la comunidad, al aula”, manifestó.
Otros caminos posibles
La pandemia también ayudó a emerger otra de las señales de futuro que se socializaron este 19 de julio en la Universidad. Se trata de las EdTech, diminutivo de las palabras tecnología educativa. La lupa sobre este tema la puso Claudia Aparicio Yañez, de Singularity University, quien contó que hasta hace algunos años era un sueño que existiera un gremio de estas tecnologías en Colombia, pero, con los retos que presentó la emergencia sanitaria, ahora existen decenas de starups que lograron pasar de la innovación a la tecnología.
“Una cosa es hablar de la innovación educativa de un profesor con un robot en un aula. Eso era la historia de antes y es diferente a una EdTech con un modelo enfocado en la resolución de un gran problema, con una manera de abordarlo disruptiva, que usa la tecnología para crear un modelo de negocio, que cambia las maneras de hacer las cosas y cómo interactúan los actores. Esto es otra cosa”, es la explicación de Claudia a lo que ocurrió en la pandemia y que ahora es indicio de futuro.
María Victoria Angulo, ministra de Educación de Colombia, además de celebrar la creación del Centro Imaginar Futuros, también compartió en el Festival los que considera son indicios, relacionados con el libro
Educación en Colombia: un sistema con más oportunidades y mayor equidad, que fue creado en colaboración con el Centro para reunir legados y abrir –con la participación de con autores nacionales e internacionales– la conversación sobre qué viene para el sector.
La invitación, concluyó la Ministra, “es a hablar de ecosistemas, incursión de tecnología, el cambio del rol de las tutorías, de los contenidos de radio, televisión y portales con los que cuentan los estudiantes y como perderle el miedo de hablar de la innovación, tan necesaria en la educación”.
Más de 35 autores dejaron sus reflexiones sobre el futuro de la educación en Colombia
El llamado a la innovación, la intersectorialidad, la solidaridad, el trabajo entre pares, la integración del pensamiento artístico y científico, la escucha activa de los jóvenes y sus emociones, y las interacciones significativas, entre otros, son temas fundamentales, en este momento, para reimaginar el sector educativo, brindar mejores oportunidades a las nuevas generaciones, y seguir posicionando a la educación como una oportunidad para alcanzar la equidad y ser un eje dinamizador de la cultura y el desarrollo de la sociedad.
Así quedó consignado en el texto Educación en Colombia: un sistema con más oportunidades y mayor equidad. Avances, legados y futuros de la educación, una publicación que contó con la dirección académica y editorial del Centro Imaginar Futuros, y que también fue presentado en el marco del Festival de Futuros con el panel Desafíos y futuros del sector educativo.
La publicación recoge los artículos de más de 35 autores, e incluye 17 entrevistas cortas y ocho entrevistas en profundidad que abordan los pilares de la transformación educativa propuestos por la Unesco en su Informe Futuros de la Educación, y las recomendaciones entregadas al país por la Misión Internacional de Sabios de 2019.
Entre estos autores se encuentran Claudia Restrepo Montoya, rectora de EAFIT; José Escamilla, director asociado del Instituto para el Futuro de la Educación del Tech de Monterrey; Cecilia María Vélez White, exministra de Educación Nacional; y Édgar Puentes, miembro de la Misión Internacional de Sabios. Ellos, junto a Juan Luis Mejía Arango, director académico del texto, fueron los panelistas de este espacio en el que abordaron los avances, los legados y, sobre todo, los desafíos de la agenda educativa para los próximos años.
Durante el panel, José Escamilla insistió en que el futuro de la educación está en poner al estudiante en el centro de su proceso de aprendizaje, con metodologías que garanticen la inclusión y la respuesta ágil y oportuna a las necesidades de la sociedad y la industria. En la rectora Claudia Restrepo llamó la atención sobre la necesidad de hacerlo, pero teniendo en cuenta sus emociones, especialmente después de la pandemia y el Paro Nacional, que avivó los sentimientos de frustración y tristeza.
Edgar Puentes, por su parte, habló de la importancia de privilegiar el pensamiento artístico, y de entender que la cultura no es simplemente sinónimo de arte y patrimonio, sino que la ciencia también está inserta en esta. Finalmente, Cecilia María Vélez White abordó el componente institucional, reflexionando sobre los retos de la administración del Estado por fortalecer la educación inicial y para el trabajo. “Debemos apostarle a una interseccionalidad institucional que permita una mayor flexibilización del sector educativo”, dijo.
Una sensibilidad juvenil para la educaciónEse es el título del artículo que Claudia Restrepo Montoya, rectora de EAFIT, escribió para la publicación, Educación en Colombia: un sistema con más oportunidades y mayor equidad. Avances, legados y futuros de la educación, en la que abordó el hecho de que 800 jóvenes que participaron en los diálogos de Tenemos que hablar Colombia, priorizaran la educación como un actor determinante para el futuro del país.
Para la directiva es clave que las universidades se ratifiquen como espacios para imaginar y conversar para conectar con la juventud y abrazarla. “Una sensibilidad juvenil le servirá a la educación para sentir, más que para pensar; para afiliar, más que para desarrollar; para reflexionar, más que para afirmar”, apunta.
A continuación, compartimos con los eafitenses el artículo completo
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