​​​Perfil​​es​

Ciencia, tecnología e innovación articulada, robustecida y al servicio de la sociedad​​

En la imagen algunos de los integrantes de la Vicerrectoría de Ciencia, Tecnología e Innovación.

• Para ser coherente con las dinámicas nacionales la Vicerrectoría de Ciencia, Tecnología e Innovación agrupa cuatro actividades principales: investigación, desarrollo tecnológico e innovación, apropiación social del conocimiento y formación.

• Alrededor de estos ejes se organiza la configuración actual de esta dependencia integrada por dos direcciones (Investigación, e Innovación y Desarrollo Tecnológico); cinco jefaturas (Apropiación Social del Conocimiento, Laboratorio de Divulgación en CTeI, Biblioteca, Transferencia y Formación en CteI); una unidad de Proyectos en CTeI, y la coordinación en Inteligencia en CTeI.​

Un ladrillo sostenible que ayuda a limpiar el aire; una lancha fotovoltaica que funciona a partir de la radiación del sol; un semillero que crea soluciones energéticas para el Amazonas; biopesticidas para combatir las plagas de los cultivos de banano; algas que capturan dióxido de carbono; profesores que piensan en el futuro de las ciudades a partir de imágenes satelitales, invenciones para mejorar el sistema de movilidad del Metro de Medellín; o proyectos que derivan en políticas públicas para impactar territorios y comunidades...

Sí, a través de estas y muchas otras iniciativas el conocimiento de EAFIT transforma. Y para que dicho conocimiento llegue a la sociedad y logre un impacto positivo, se requiere de un sistema sólido que lo soporte y lo oriente. Esa labor, en nuestra Universidad, la lidera la Vicerrectoría de Ciencia, Tecnología e Innovación.

Se trata de una unidad que tiene como propósito propiciar la interacción entre procesos, técnicas y prácticas creativas para lograr la convergencia y complementariedad de las distintas áreas del conocimiento, entendiendo este de forma amplia e integradora: generación, desarrollo tecnológico e innovación; transferencia y uso; formación, comunicación pública y apropiación social del conocimiento. Todo esto con la intención de promover la investigación y generar e implementar proyectos dinámicos e interdisciplinarios para responder a los desafíos de la sociedad.​​

Para cumplir con este objetivo la Vicerrectoría también se reconfiguró de manera que todos sus procesos pudieran estar encaminados en la misma línea. “Este año EAFIT cumplió 10 años de haberse declarado como una Universidad de docencia con investigación. Por eso sentimos que era el momento ideal para revisar el camino recorrido, definir qué entendíamos por esa declaración, y fijar la mirada en el futuro”, apunta Antonio Julio Copete Villa, vicerrector de Ciencia, Tecnología e Innovación.

El primer paso, entonces, fue identificar y definir cuáles eran las actividades que comprendían la misión de la Unidad. De esta manera una de las novedades fue el cambio de nombre, pasando de llamarse Vicerrectoría de Descubrimiento y Creación, a Vicerrectoría de Ciencia, Tecnología e Innovación.

“Este es un nombre que, además, hace referencia a un sector en el país. Tenemos un ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, y así como la Vicerrectoría de Aprendizaje se conecta con todo lo educativo, nosotros también buscábamos conectarnos con este campo, ser coherentes y fortalecer los vínculos”, agrega el directivo.

El segundo paso, al que el Vicerrector se refiere como “la cancha de juego”, consistía en identificar los procesos desde los que la unidad iba a responder a su propósito. Para este fin se definieron los ejes de Investigación; Desarrollo Tecnológico e Innovación; Apropiación Social del Conocimiento; y Formación, y una serie de dirección y áreas asociadas a estos. 

Ese es el equipo que acompaña a Antonio Julio Copete Villa en la labor de seguir transformando la sociedad con conocimiento, investigación e innovación.

Investigación para transformar

Apoyar a las escuelas, a los investigadores, a las áreas académicas, a los grupos y a los centros de estudio e incidencia para la atracción, la formulación, la ejecución y el cierre de proyectos de ciencia, tecnología e innovación, es la razón de ser de la Dirección de Investigación, que está a cargo de Ricardo Mejía Gutiérrez.

La intención de este directivo es que sean justamente percibidos como una unidad aliada, que cuenta con el saber y la experticia para gestionar el ecosistema de financiación externa, los temas administrativos y de presupuesto, o la resolución de otros desafíos que puedan surgir en los proyectos. 

“Desde esta Dirección planteamos los lineamientos generales y promovemos la investigación en todos los niveles como un factor diferenciador. Estamos poniendo todo nuestro esfuerzo para encontrar proyectos pertinentes, capitalizar de una mejor manera los resultados, apalancar recursos y transformar la sociedad”, menciona.

De esta dependencia dependen la Biblioteca Luis Echavarría Villegas, liderada por Patricia Ospina Ospina; el Centro de Computación Científica Apolo, a cargo de Juan Guillermo Lalinde Pulido; y la coordinación de Gestión de la Investigación, desde la que, con el liderazgo de Giovanny Orozco Orozco, se apoya la gestión de los 43 grupos de investigación de la Institución.​

“Estamos muy contentos de poder unir esfuerzos en pro de la investigación. Desde la Biblioteca queremos impulsar la ciencia abierta, promover el uso integral de todos los espacios, seguir siendo un apoyo para los estudiantes, profesores e investigadores, y desarrollar estrategias y acciones conjuntas para generar nuevo conocimiento y potenciar capacidades”, expresa Patricia Ospina.​

Soluciones pertinentes y respaldadas​ por el conocimiento y ​saber eafitenses

La Dirección de Innovación y Desarrollo Tecnológico; la jefatura de Tecnología y Conocimiento, y la Unidad de Proyectos de Ciencias, Tecnología e Innovación configuran esta segunda línea de trabajo de la Vicerrectoría, que tiene como propósito permitir que la ciencia que se genere en la Universidad pueda ser transferida, capitalizada y puesta al servicio de la sociedad.

¿Cómo? por un lado leyendo el entorno e interactuando con el sector público, las empresas y los emprendimientos para plantear propuestas y soluciones a sus problemáticas, y también de manera interna, articulándose con los grupos de investigación, las Escuelas, las áreas y los centros de estudio e incidencia, y fomentando el desarrollo tecnológico y la creación.

En la actualidad Ricardo Mejía se desempeña como director encargado de Innovación y Desarrollo Tecnológico, una labor en la que está acompañado por Melissa Londoño Ávila, como jefa encargada de Transferencia; Elizabeth Suárez Londoño, jefa de Atracción y Formulación de Proyectos; y Juliana Ortiz, jefa de Ejecución de Proyectos. Estas dos últimas áreas configuran la unidad de Proyectos en Ciencia, Tecnología e Innovación que, aunque administrativamente hace parte de la Dirección, es una dependencia transversal a toda la Vicerrectoría.

“Los países más innovadores son aquellos que tienen a sus universidades más cercanas a las industrias y por eso, desde Transferencia de Tecnología y Conocimiento tenemos un reto enorme, y muy alineado con el propósito de EAFIT: el de acercarnos más a esos ecosistemas de organizaciones para mostrarles todo el potencial que les puede ofrecer la ciencia”, menciona Melissa Londoño.

Esta es una opinión en la ​que coinciden las líderes de la unidad de Proyectos en Ciencia, Tecnología e Innovación, dependencia en la que están a cargo de cerca de 400 proyectos. Elizabeth Suárez señala que el objetivo principal del proceso que lidera es contribuir con el cí​rculo virtuoso del conocimiento desde la búsqueda de aliados, la generación de oportunidades y la diversificación de recursos, hasta la formulación y ajuste final de los proyectos. Un compromiso que se extiende a su compañera Juliana Ortiz, quién está al frente de la fase ejecución.

“Aunque somos responsables de dos momentos diferentes no trabajamos de manera segmentada, al contrario, somos una sola unidad y nos articulamos en nuestros procesos para acompañar proyectos que sigan impactando más estudiantes, profesores y organizaciones, que lleguen a más regiones, municipios y comunidades, para que contribuyan al desarrollo sostenible del país y del mundo”, puntualiza Juliana.

Así se viven la apropiación y la divulgación en la Vicerrectoría

Poner el saber enriquecido de la Universidad​​ al servicio de las personas y la sociedad para tocar vidas y ayudar a que las cosas sean mejores. Ese es uno de los propósitos de Shirley Milena Zuluaga Cosme como jefa de Apropiación Social del Conocimiento, una responsabilidad en la que ya ha venido desempeñando durante casi 15 años de trayectoria profesional.​​

“Lo que estamos haciendo es, justamente, revisar la historia de la Universidad en este terreno y, a partir de eso, poder construir o fortalecer. Para eso hemos pensado en tres áreas de trabajo para abrir el abanico más allá de la Universidad de los Niños y poder llegar a muchos más públicos”, menciona.

El primero de estos frente es el de la metodología. Según explica Shirley la idea es pensar mejor qué es esto de la apropiación social del conocimiento y cómo se traduce en metodologías que estén articuladas con la política pública nacional y el enfoque de la Universidad. La segunda, la de la cultura, está enfocada en una mejor comprensión de este tema, así como en el trabajo articulado con otros actores. “Es decir, cómo se hace, de dónde viene, con quién o quiénes trabajarla y cómo incorporar la apropiación en los proyectos que hagamos”. 

Finalmente, la unidad contará con un área encargada de las alianzas, la planificación, los procesos en red y los temas de evaluación e impacto, que brindará apoyo a las dos anteriores.

Y como no puede haber apropiación sin divulgación, ahí es donde entra Óscar Caicedo y su equipo del Laboratorio de Divulgación en Ciencia, Tecnología e Innovación. Este eafitense trabajará de la mano con Shirley para llegar a públicos más amplios con productos de carácter informativo y divulgativo.

“Nos llamamos Laboratorio de Divulgación porque generamos espacios para investigar sobre este tema, cocrear con investigadores, y pensar estrategias y productos de divulgación científica a partir de las capacidades de la Universidad. Nuestro reto es pensar otras maneras diferentes de comunicar los resultados y procesos de las investigaciones, contarle a la gente, a las empresas y la sociedad qué está haciendo EAFIT en ciencia, tecnología e innovación, y cómo esto les puede servir en su cotidianidad”, manifiesta Óscar.

La tarea: fomentar la vocación científica

Catalina López Otálvaro, por su parte, lidera la jefatura de Formación en Ciencia, Tecnología e Innovación, que tiene como propósito fomentar la vocación científica y la profesionalización de las actividades investigativas en los estudiantes. Por eso, entre sus tareas, esta eafitense tienen a su cargo los semilleros de investigación, que en la actualidad son 130 y cuentan con 1.611 participantes.

Pero esta no es la única manera en la que los estudiantes pueden acercarse al mundo de la investigación. También están las convocatorias de proyectos, las pasantías y prácticas en investigación, el programa Jóvenes Investigadores, las monitorías de investigación, o las actividades anuales de divulgación como ferias de semilleros o encuentros regionales y nacionales de semilleros, entre otros. 

Además de los estudiantes de pregrado, el alcance de esta unidad también se extiende a los programas de posgrado, a través del acompañamiento a los investigadores becados por la Vicerrectoría; las convocatorias de formación de alto nivel con organismos nacionales y multilaterales; y la formalización de estancias postdoctorales y pasantías de investigación.

“Nuestro sueño, como unidad y como Vicerrectoría es que esta cobertura siga posicionándose en la U y ampliándose a otras iniciativas; que podamos incrementar el número de participantes en estos programas y, sobre todo, que tengamos en EAFIT una investigación formativa más conectada con la academia y el sector productivo”, concluye Catalina.

De cara al futuro y con la capa estratégica​ fortalecida

Lo principal de esta reestructuración, como lo explica el vicerrector Antonio Julio Copete, es que le permite a esta unidad seguir cumpliendo con su rol operativo al mismo tiempo que fortalece su capa estratégica en ciencia, tecnología e innovación, apoyada ahora en la integración de la investigación con los procesos de apropiación y divulgación, y los de transferencia y desarrollo tecnológico.

“Tener todo eso, agrupado en un mismo sistema, les da solidez y los respalda para los retos a los que le apuntan en el futuro, retos que, como lo indica el directivo, están enficados en la con​solidación de la unidad de proyectos y la intención de que “nos vean como una sola dependencia que los puede acompañar desde la atracción, la negociación, la formulación, la ejecución y el cierre de sus proyectos, sin importar la tipología que estos tengan”. ​

También está el desafío de que los investigadores reconozcan en la Vicerrectoría la capacidad técnica para acompañarlos a incorporar los elementos de apropiación social del conocimiento y divulgación en sus iniciativas.

Y, finalmente, como lo menciona el Vicerrector, la idea es fortalecer el competente de inteligencia y analítica en Ciencia, Tecnología e Innovación, labor en la que estará acompañado de una coordinación de Inteligencia en CTeI. “Todo​ esto nos va a permitir contar con proyectos más robustos y de impacto, porque esto serán consecuencia del robustecimiento de nuestra Vicerrectoría”, concluye.