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19/08/2022

​​​Perfi​​​l​

En la Escuela de C​​​iencias Aplicadas e Ingeniería se encuentran saberes que se complementan y s​uman posibilidades

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La reforma curricular, la consolidación del bloque 20, el fortalecimiento de los posgrados y el cierre de la brecha de género en las carreras de ciencias e ingenierías, son algunos de los retos de esta unidad.

• Con sus nuevas áreas de Ciencias fundamentales; Sistemas naturales y sostenibilidad; Territorios y ciudades; Industria, materiales y energía; Computación analítica; y Diseño de Productos y Experiencias, la Escuela de Ciencias Aplicadas e Ingeniería suma conocimientos, genera nuevas posibilidades y potencia saberes en la transformación.

• En esta segunda entrega del especial sobre la configuración organizacional de la Universidad, conversamos con el decano Ricardo Taborda y con algunos de los líderes que lo acompañarán en la labor de integrar ciencia, ingeniería, innovación y saber aplicado.​

En el mundo del conocimiento las ciencias fundamentales y la ingeniería son saberes que se complementan; las ciencias les sirven a las ingenierías como soporte epistemológico y, a su vez, las ingenierías les devuelven a las ciencias la comprobación, la validación y la aplicación de datos y teorías. 

En EAFIT entendimos que era necesario que estos saberes estuvieran integrados en una misma unidad, pero no como una fusión de saberes y departamentos académicos, sino a través de una escuela donde esta articulación permitiera tender puentes, potenciar saberes y capacidades, y contribuir a los principales dilemas de la sociedad: la Escuela de Ciencias Aplicadas e Ingeniería.

Por eso, para Ricardo Taborda Ríos, decano de esta dependencia, la transformación eafitense permitió el encuentro de muchos esfuerzos y avances previos que ya venían gestándose.

Por una parte, como explica el directivo, desde 2018 la entonces Escuela de Ingeniería había tenido un primer acercamiento para repensarse internamente en términos de áreas más que en departamentos. Todo eso sumado a una reforma curricular que estaban comenzando, y que los invitaba a trabajar de manera más articulada e interdisciplinar.

“En la Escuela de Ciencias también había unos guiños que evidenciaban que esta unidad tenía una intención de trabajar por áreas del saber. Estaban los departamentos de Ciencias Biológicas o Ciencias de la Tierra, que mostraban una comprensión de los temas más allá de un pregrado, y eso nos parecía muy valioso”, explica el Decano.

Esos acercamientos y conversaciones abonaron gran parte del terreno. Así lo recuerda Ricardo Taborda al contar que la creación de la nueva es una sumatoria de todos esos momentos. A comienzos de 2022, por ejemplo, hicieron cinco foros, 11 talleres y una serie de grupos primarios ampliados para materializar los cambios internos en los que venían pensando. “En todos estos espacios fue muy valiosa la conversación y la diversidad de voces y perspectivas, que fueron fundamentales para llegar a la configuración con la que contamos hoy”, dice el Decano.

“Para nosotros el proceso arrancó en 2019, cuando en la Escuela de Ingeniería tomamos un primer paso de discusión para pensarnos en términos de áreas y no por departamentos”, Ricardo Taborda Ríos, decano de la Escuela de Ciencias Aplicadas e Ingeniería.

 ¿Cómo se pensaron las áreas de la Escuela?

“La Escuela de Ciencias Aplicadas e Ingeniería suma conocimientos de las ciencias básicas y aplicadas para comprender los fenómenos y enfrentar retos y problemas presentes en la naturaleza, la industria, la infraestructura, la sostenibilidad ambiental, la construcción de tejido productivo, el desarrollo de tecnología y la creación de nuevo conocimiento”.

Ese es el propósito de la Escuela, que confirma que era natural que las ciencias y las ingenierías estuvieran integradas. Y, como lo ratifica el Decano, eso no significaba que fuera una labor trivial. Al contrario, requería de un esfuerzo coordinado para lograr un buen balance entre los saberes y las capacidades.

“En 2018, cuando intentamos hacer esto solos, sentíamos que no nos cuadraba, que quedaban unas áreas más grandes que otras, o unos departamentos más homogéneos que otros. Pero cuando llegamos a las últimas reuniones, encontramos mayor sentido al ver los saberes reunidos de las ciencias fundamentales, las ingenierías y del Centro Urbam”.

Con este panorama establecieron una estructura de seis áreas: Ciencias Fundamentales; Sistemas Naturales y Sostenibilidad; Territorios y Ciudades; Industria, Materiales y Energía; Computación y Analítica; y Diseño de Productos y Experiencias.

Todas estas, en su interior, fueron configuradas de manera heterogénea, reuniendo a profesores que provinieran de, al menos, cuatro o cinco de los departamentos anteriores, y evidenciando un verdadero carácter interdisciplinar.

A ​su vez, cada una de estas áreas le apunta a responder a un dilema interno aprovechando nuestras capacidades en generación de conocimientos y soluciones, y también se conecta con una problemática externa, que trasciende más allá de la Universidad.

Otro aspecto destacado de la estructura es que tiene como objetivo contribuir a cerrar la brecha de género y aumentar la participación de las mujeres en el campo de las ciencias y la ingeniería. Algo que celebra la prfoesora Silvana Montoya, del área de Territorios y Ciudades. "Es importante apostarle al cierre de brecha desde la transformación de la Escuela, porque es plantear una posición, que llevará a una política como unidad y a un plan de acciones concretas para cumplir con este propósito".​​


El equipo de líderes que acompañará a la Escuela ​

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Pensar un área de Computación Analítica era imperativo, no solo por el momento actual en el que la tecnología tiene una fuerte presencia en todas las dimensiones de la vida, sino también porque, en palabras del decano, “le da sentido a la relación simbiótica positiva que siempre ha existido entre las matemáticas y la ingeniería de sistemas, y que se materializa en la U a través de varios de sus programas. Esta es una de las áreas de la nueva estructura y aquí contaremos con el apoyo de Henry Laniado Rodas”. 

El área de Ciencias Fundamentales reúne profesores del campo o con intereses en los temas de física, química y matemáticas. Desde esta unidad, que se encuentra bajo el liderazgo de Luis Alejandro Gómez Martínez, se apalancan los saberes que son transversales a la unidad y a toda la universidad.

Sistemas Naturales y Sostenibilidad, es otra de las áreas y está a cargo de Diego Fernando Villanueva Mejía. Allí, el profesor y su equipo tienen la responsabilidad de posicionar a EAFIT con una referente local y nacional que se preocupa por el cuidado del planeta y el futuro, así como todo lo relacionado con el cambio y la variabilidad climática, o los límites planetarios.

¿Cómo?, con investigación, innovación y saber aplicado, con programas donde estos temas sean ejes transversales, y donde los estudiantes actuales y futuros sientan que están respaldados por un grupo de profesores que comparten sus preocupaciones.

“En ese proceso nos hemos dado cuenta que tenemos una gran fortaleza, especialmente al reunir las experiencias que teníamos en las escuelas de ciencias e ingeniería. Teníamos proyectos muy similares y ahora la idea es fortalecer los lazos para potenciar la generación de más conocimiento y la formación integral de nuestros estudiantes”, expresa Diego Villanueva.

Con el área de Territorios y Ciudades, lo que se busca es mostrar todo lo que tiene la Universidad para decir en temas de administración de infraestructura, intervención y explotación de territorios y ciudades. Esta labor la liderará el profesor José Fernando Duque Trujillo.

Por su parte, Claudia Palacio Espinosa estará al frente de Industrias, Materiales y Energía, que se configura como un área que estará enfocada en aportar al tejido productivo de la ciudad, la región y del país. “Nuestros retos serán en tres momentos, el primero de ellos es la creación de la estructura de funcionamiento del área, que es nueva y no tiene antecedentes, por lo que tener un buen soporte será determinante para los próximos años”, señala la profe líder.

Claudia complementa que otros desafíos están enfocados en la interacción con la industria, entendiendo que esta también tiene un importante acervo y puede ser una fuente de transferencia de conocimiento. E, igualmente, en el relacionamiento con pares científicos de otras latitudes.

Finalmente, con el área de Diseño de Productos y Experiencias, el objetivo es transcender más allá del diseño de artefactos y entender que este campo también tiene aplicación en la materialización de productos tangibles, intangibles y de experiencias de usuario. Todo esto de la mano de la profesora Elizabeth Rendón Vélez y los profesores y profesoras de esta área.

“En este momento las universidades no pueden responder a las nuevas dinámicas de la sociedad con suficiente rapidez si siguen centradas en la atención de los programas y departamentos académicos. Por eso la importancia de esta nueva estructura”, Santiago Correa, decano asociado para los programas académicos.

“La transformación de EAFIT ha hecho que otras universidades nos vean como referente”

Así lo menciona Santiago Correa Vélez, decano asociado para los programas académicos de la Escuela de Ciencias Aplicadas e Ingeniería. El profesor afirma que ya ha tenido la oportunidad de conversar con directivos y profesores de otras universidades que ven con muy buenos ojos la transformación de la Universidad y que, incluso, han comenzado sus primeras conversaciones.

Él mismo es uno convencido de que esta configuración era necesaria. “En este momento las universidades no pueden responder a las nuevas dinámicas de la sociedad con suficiente rapidez si siguen centradas en la atención de los programas y departamentos académicos. Por eso la importancia de esta nueva estructura, que nos permite conectar con las áreas el conocimiento, la investigación, innovación, consultoría y transferencia del conocimiento de nuestra Escuela”.

Y sobre la figura de su cargo de decano asociado, menciona que es una responsabilidad que lo alegra y lo desafía. Por un lado, por la posibilidad de gestionar los procesos académicos de la Escuela en materia de programas, calidad y relacionamiento, y también por las posibilidades de seguir creciendo en indicadores como aumento de la atracción, disminución de la deserción, y con programas que, realmente, pongan a conversar las ciencias y las ingenierías.

Una Escuela robusta, pero con un techo por romper

Tres doctorados, siete maestrías, cerca de 20 especialización y once pregrados conforman la oferta de formación de la Escuela de Ciencias Aplicadas e Ingeniería. A estos datos se suman más de 130 profesores de planta y 250 de cátedra, 3800 estudiantes de pregrado y posgrado, y una actividad investigativa, de consultoría y transferencia de tecnología que representa entre el 65 y el 78 por ciento del total de la Universidad.

Son buenos indicadores, pero las posibilidades de crecimiento, o de “romper el techo”, como dice el Decano, siguen siendo muchas, especialmente con la participación de los tres centros que hacen parte de la nueva estructura: Urbam, liderado por Alejandro Echeverri Restrepo; Nodo, a cargo de José Alejandro Betancur Álvarez; y el Centro de Laboratorios, con la jefatura de Patricia Atehortúa Bustamente; y con los programas de Educación Continua, orientados por Juliana Gutiérrez Ar

istizabal.

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“Lo que queremos con Nodo es entender el factor común que es la tecnología y brindar bases para que las personas estén al día en estos temas, gracias a una oferta educativa pertinente, corta, flexible y modular, que se nutre de experiencias de aprendizaje, investigaciones y consultorías que responden a las necesidades de las organizaciones, y considerando las realidades e intereses de las personas”.

Este es el equipo que acompañará al decano en la tarea de cumplir, no solo con el propósito que se trazó la Escuela, sino con los principales retos que se han planteado para los próximos años, y que comprenden una reforma curricular; la consolidación y apropiación del nuevo edificio con el que podrán aumentar su capacidad investigativa; el fortalecimiento de los posgrados; y el cierre de la brecha de género con una mayor participación de las mujeres en los programas relacionados con ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.

Lista de profesores de planta

Ver lista de profesores de ​Cátedra​​

Ubicación:​ La parte administrativa de esta Escuela se encuentra en el bloque 19, pero algunos profesores, además de operar desde este edificio, también cuentan con oficinas en el bloque 38.​

Última modificación realizada el 11/11/2022 8:46 por Natalia Lopez Soto