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El ciclo de Fellini comienza este lunes 27 de enero
en el Cineclub EAFIT
Federico Fellini fue ganador de cinco premios Óscar. El último de estos fue en 1993, meses antes de morir a sus 73 años. Según la crítica sus películas representan la modernidad del cine europeo. Imagen tomada de Library of Congress Prints and Photographs Division Washington, D.C.
• El Cineclub de la Universidad prepara el ciclo del primer semestre con las mejores películas de Federico Fellini, uno de los grandes directores cinematográficos en el siglo XX cuyo natalicio celebró cien años el pasado 20 de enero.
• Un recorrido por el legado felliniano durante sus cuatro décadas de producción cinematográfica se presentará todos los lunes, a partir de este 27 de enero con su obra prima Luces de variedad (1950), a las 6:00 p.m. en el auditorio 38-110. La programación es sin costo y se extenderá hasta el 18 de mayo.
Lo bello y lo grotesco, lo festivo y lo melancólico. Sentimientos que se evocan y entrelazan en los dramas de personajes emotivos con aventuras en medio del paisaje italiano de la posguerra. Estos son algunos elementos que identifican la estética y el lenguaje cinematográfico de Federico Fellini, uno de los grandes directores del siglo XX.
Su forma de comprender el arte, que inició con los primeros esbozos en el dibujo lo convirtió, un siglo después, en un director de culto. En su centenario, que se conmemora durante este año, el mago audiovisual Fellini, nacido en Rímini (Italia) y quien hizo su carrera en el legendario estudio Cinecittá de Roma, revive en el Cineclub EAFIT que comienza este lunes 27 de enero a las 6:00 p.m. en el auditorio 38-110 con entrada sin costo.
“No hubo otro director tan personal como él, tan dispuesto a poner frente a las cámaras sus fantasías, sueños y obsesiones, sin temor a la incomprensión y al fracaso en la taquilla. La religión, el sexo, el fascismo, las máscaras sociales, la salvación, la redención y la gloria adquieren en su cine una dimensión provocativamente personal”, comenta Juan Carlos González, coordinador del Cineclub EAFIT, sobre el director italiano en su blog Tiempos de Cine.
El siglo de Fellini es el título de este ciclo que abre la temporada cinéfila de EAFIT en 2020, espacio que reunirá a los amantes y curiosos del séptimo arte todos los lunes del primer semestre hasta el 18 de mayo.
"Este aniversario de Federico Fellini es una de las más importantes efemérides de este año por todo lo que le aportó al séptimo arte. La Universidad hará todo un homenaje a la obra del gran director italiano", dice Juan Antonio Agudelo, coordinador de Extensión Cultural de EAFIT.
La selección se compone de 15 películas, entre ellas Entrevista, un falso documental o testamento fílmico que narra recuerdos autobiográficos de la vida del director italiano. Estás obras maestras, entre otras, hacen parte de la muestra que comienza este lunes 27 de enero con
Luces de Variedad (1950), la primera película del cineasta.
Como es tradición desde hace 20 años, cuando se originó el cineclub eafitense, este espacio de la agenda cultural es guiado por el experto Juan Carlos González, cinéfilo y editor de la revista
Kinetoscopio. Como en cada temporada las obras audiovisuales se irán proyectando de manera cronológica según la filmografía dispuesta para ser apreciada por los espectadores.
Cuatro décadas de cine
Desde su primera película como director en los años de 1950 hasta sus últimos largometrajes en la década de los ochenta, el registro filmográfico del maestro Fellini incluye decenas de grandes producciones para cine y televisión.
Distinguido por la etiqueta subjetiva del cine de autor, que reflejó el espíritu de la modernidad en la pantalla grande, su apellido hoy es sinónimo de una estética que ha trascendido en el lenguaje: lo fellinesco como esa forma particular de ver el mundo a partir de la memoria y las ensoñaciones del artista.
Esta faceta se refleja en muchos de sus filmes clásicos como
8 y medio (1963), donde se expone a sí mismo como director de cine con el personaje Guido Anselmi, un guionista que pasa por una crisis creativa. O obras como
La dolce vita (1960), otro de sus éxitos aclamados por la crítica sobre la vida de un periodista de farándula que encarna la figura de un paparazzi - el protagonista se llama Paparazzo- que inmortalizó el estilo de vida de la alta sociedad romana en la década de los sesenta.
“La dolce vita es una representación alucinatoria de la vida moderna, en lo que se empezó a conocer a partir de este momento como atmósfera “fellinesca”, una atmósfera en la que se explota la idea de Roma como un lugar de sexo y decadencia. La bondad y pureza de los personajes de sus películas previas ya no existen aquí, han sido reemplazadas por una visión irónica, indudablemente autobiográfica, de un estado de ebriedad social que echó por tierra la imagen del ser y el obrar italianos que el neorrealismo había exaltado”, describe el crítico de cine Juan Carlos González.
Otras películas como
La Strada (1954), obra fílmica que retrata la Italia empobrecida de la posguerra y que narra la vida de dos artistas viajeros que tejen una relación mordaz y afectuosa, es considerada una de las mejores películas del cine. Fue ganadora del premio Oscar y León de Plata del Festival de Venecia. "Son Obras maestras del cine que siguen vigentes y que no han perdido toda su genialidad, todo su amor y su trascendencia en este arte del cine", comenta el gestor cultural Juan Antonio Agudelo.