Perfil
Aprendizaje a lo largo de la vida, un nombre que abarca
todas las generaciones
La dependencia, que hace parte de la Vicerrectoría Administrativa y de Proyección Social, tiene su nombre registrado ante la Superintendencia de Industria y Comercio.
• Con sus áreas misionales Educación Continua, Escuela de Verano, Alta Dirección y Saberes de Vida esta dirección ofrece programas de interés para niños desde los dos años hasta adultos mayores.
• Su equipo de trabajo, enfocado en los propósitos y los objetivos del Itinerario EAFIT 2030, le apunta al crecimiento, el fortalecimiento y la proyección a otras regiones de todos sus programas.
Llegar al cuarto piso del bloque 29 es como ingresar al galeón del Itinerario EAFIT 2030. Salvavidas, anclas y ruedas de timón dan la bienvenida al barco que navega por la ruta de los propósitos institucionales a través de una oferta que abarca a niños desde los dos años hasta los adultos mayores.
Se trata de Aprendizaje a lo largo de la vida, una dependencia que los eafitenses conocen por sus programas Escuela de Verano, dirigido por Natalia Ortiz Gómez; Alta Dirección, liderado por Claudia Patricia Londoño Gómez; Saberes de Vida, por María Victoria Manjarrés Ibarra y Educación Continua, como áreas misionales que transforman vidas a través de experiencias de aprendizaje memorables que impactan al ser humano en todas las etapas de su vida.
El capitán del barco es Luis Fernando Rendón Cortés, un eafitense a quien su equipo destaca como un líder creativo y visionario que se encarga de dirigir en el día a día todo lo relacionado con Educación Continua y del resto de la unidad, al apuntar a retos como la industria 4.0, los cambios demográficos y las nuevas tecnologías.
“Dentro de nuestra oferta contamos con Educación Continua, un área con 45 años de creación en la Universidad que a través de cursos y diplomaturas apoya la formación académica de las personas; con Saberes de Vida que tiene programas para que los adultos mayores puedan estudiar y continuar con su aprendizaje; con la Escuela de Verano que recibe a los niños en cursos y seminarios para aprender a través del juego, y con Alta Dirección que es una de nuestras áreas más jóvenes para apoyar el desarrollo profesional de los directivos de las organizaciones”, explica Luis Fernando.
El grupo, que en total está conformado por más de 70 personas en Medellín, Llanogrande, Pereira y Bogotá, cuenta también con el apoyo de Grimaldy Yepes Zuluaga en las áreas misionales y en la coordinación Comercial y de Mercadeo; con Oliver Rubio Maya, en la coordinación de Operaciones y Logística, y de Natalia Uribe Ortiz en la coordinación académica.
Para este equipo existe una analogía de un autódromo con muchas zonas de pits a las que las personas van llegando a formarse de acuerdo con su necesidad, de la misma forma en que los autos se detienen allí para cambiar una de sus partes o para potenciarlas.
“Entendemos que la tendencia es que las personas ahora vienen a la Universidad durante un periodo más corto en tiempo, pero de manera más frecuente y, en ese sentido, nuestras áreas cobran mayor relevancia. Como un autódromo nos podremos trasladar de ciudad o país y ser itinerantes sin necesidad de construir un edificio para estar siempre en el mismo lugar y así ofrecerles también a los usuarios la posibilidad de acceder a las mallas curriculares eligiendo o marcando el área específica en la que quiere desarrollar sus aprendizajes”, agrega Luis.
Los sueños de un equipo cohesionado
Es que si bien estas dependencias ya llevan un largo camino en la Institución, la agrupación bajo una misma unidad de trabajo que depende de la Vicerrectoría Administrativa y de Proyección Social se dio hace solo 15 meses.
Allí los líderes de cada área, caracterizados por ser personas flexibles y con amplia capacidad de acomodarse y asumir nuevos retos, comenzaron con un plan de trabajo conjunto con miras a la expansión y al crecimiento enfocados en los objetivos y los propósitos del Itinerario EAFIT 2030.
“Desde Alta Dirección y Escuela de Verano le apuntamos a las alianzas para construir sociedad y la sostenibilidad que genere confianza y esperanza. En ese sentido, nuestras unidades aportan a la salud financiera de la Universidad y a través de las alianzas con las empresas, el Gobierno y la Institución logramos presencia activa para construir sociedad en el ámbito regional e internacional”, señala Natalia.
Por su parte, María Victoria cuenta que Saberes de Vida se potencializa en busca de nuevos públicos mayores; nuevos portafolios y líneas de oferta que incluyan también programas de envejecimiento saludable y actividades recreativas, deportivas, ocupaciones, de reconversión laboral, emprendimiento y arte a fin de abrirse a una población que crece cada día más en Colombia.
“Tener más de cincuenta años se convierte en la edad ideal para pensar la vida diferente y explorar el otro lado de cada uno por fuera del mundo laboral. Hacia 2030 pensamos en un Saberes de Vida hecho a la medida de las preferencias de las nuevas generaciones de mayores, que se extienda a otras ciudades y que permita también misiones académicas de la mano de la Escuela de Verano”, apunta María Victoria.
Así que, como lo expresa Claudia, los sueños también se enfocan en posicionar las unidades en el ámbito local, nacional e internacional. Eso será posible gracias a que cada vez se encuentran más parecidos entre la educación formal y no formal, y la oportunidad de homologar materias entre una y otra.
Duplicarse en cuatro años, aportar a los objetivos misionales, fortalecer sus programas y crecer cada día más está en la hoja de ruta de estos eafitenses.