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EAFIT fortalece la docencia y el aprendizaje con los
cursos tipo auditorio
Estos profesores titulares cuentan con un alto dominio de la disciplina a tratar, excelentes capacidades comunicativas y logran equilibrio entre las actividades de docencia e investigación.
• Se trata de un modelo internacional que la Universidad ha comenzado a aplicar para que un profesor titular pueda ofrecer su clase a un número grande de estudiantes apoyado por un auxiliar de aprendizaje.
• Esta estrategia permite, entre otros, lograr la incidencia de un excelente profesor, aumentar el tiempo de práctica con soporte para los estudiantes, disminuir las cancelaciones y la deserción.
Los maestros destacados son los más buscados por los estudiantes debido a sus conocimientos, capacidades, habilidades comunicativas y empatía para los procesos de enseñanza y aprendizaje. Esto hace que, en ocasiones, algunos profesores tengan en su lista más alumnos de lo que de manera habitual podría tener una materia, lo que llevó a la Universidad a pensar en los cursos tipo auditorio, un modelo internacional que proporciona mayor eficiencia y eficacia en el aprendizaje, a la vez que permite un equilibrio entre las actividades de docencia e investigación.
En palabras de Gabriel Jaime Arango Velásquez, director de Formación Integral, se trata de una estrategia didáctica que logra incidencia e influencia de un excelente profesor para que pueda permear al mayor número de estudiantes posibles, una acción que no sería factible si enseñara varias veces lo mismo en grupos más cerrados.
“Cuando hay un grupo amplio de estudiantes interesados en un tema o disciplina en común con un profesor destacado que no cuenta con el tiempo suficiente para multiplicarse aplicamos este modelo. Allí podrán estar muchos estudiantes y auxiliares de aprendizaje o monitores que ayudan a profundizar a los estudiantes en la comprensión de los temas en grupos menores”, explica el directivo.
Agrega que dentro del abanico de posibilidades que ofrecen este tipo de cursos está que se pueden hacer nivelaciones, poner al día las deficiencias, fortalecer ejercicios y aplicar conocimientos a la solución de problemas, a la vez que se logran los objetivos de aprendizaje con una intensidad horaria superior.
Así funciona en la U
Carlos Mario Vélez Sánchez, profesor del Departamento de Ciencias Matemáticas, cuenta que desde el año 2018 la Institución ha probado esta modalidad en cursos de la Escuela de Administración, de Ciencias Matemáticas y de diversas escuelas con resultados positivos.
“El curso, por ejemplo, es de tres créditos (lo que convencionalmente lleva a tres horas por semana y seis de práctica) y se ofrece con tres horas teóricas en un grupo unión con un profesor y dos horas prácticas en grupos más pequeños con otros profesores. Hemos visto resultados significativos tanto en una estructuración más coherente de los cursos, como en mejores resultados de aprendizaje reflejados en una menor pérdida y deserción de la materia”, destaca el docente.
Así, con el formato de un curso tipo auditorio se tienen las mismas tres horas de clase en un grupo grande y se adiciona un taller de 1.5 horas de trabajo asistido que funciona bajo la modalidad de aprendizaje activo (hacer, saber-hacer).
En el caso de presencialidad se tiene un grupo grande del taller con un profesor por cada 40 estudiantes y con un monitor académico, aunque en el caso de educación remota se tienen grupos más pequeños del taller de hasta 40 estudiantes con un solo profesor tallerista. De esta manera, un estudiante recibe 4.5 horas de trabajo asistido a la semana bajo la dirección de un profesor para la clase magistral y otro para el taller.
De esta manera, apunta Carlos Mario, los profesores lideran el proceso y se reúnen en torno a las coordinaciones de área para compartir y apropiarse de ideas, métodos, recursos y de esta manera se pueden dividir el trabajo para que unos desarrollen material para las clases, otros elaboren cuestionarios y demás. “Lo importante es el trabajo integrado, diferenciado y cooperado”, concluye el docente.
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