Un día para ser conscientes de la importancia de la salud mental

La cinta verde es uno de los símbolos que hace alusión a la conciencia sobre la salud mental.

Para que un individuo logre ser consciente de sus propias capacidades, afronte las tensiones normales de la vida, y trabaje de forma productiva y fructífera, debe cuidar su salud mental, un estado que integra el bienestar espiritual, físico y mental y que es parte de la esencia de los seres humanos.

Y, con motivo del Día Mundial de la Salud Mental –cuya fecha oficial es este jueves 10 de octubre-, la Universidad aprovecha esta semana para hacer un llamado a su cuidado y convertirse en un agente que busca fortalecer los lazos sociales como factor protector de dicha atención.   

“Queremos sumar esfuerzos, específicamente en este tema para que todas nuestras estrategias apunten a aumentar el bienestar de las personas. Dentro de la Universidad brindamos apoyo físico y psicológico para los empleados y estudiantes, pero también hay otras herramientas que tienen como finalidad lograr alcanzar un equilibrio entre mente y cuerpo”, señala Diana Carolina Gómez Restrepo, coordinadora del Área de Servicio Médico. 

Y es que el hecho de que los seres humanos se sientan aburridos, tristes, frustrados y cansados es común, pues estas emociones hacen parte de la vida, pero también es importante, según la experta, que todos los eafitenses busquen acompañamiento si lo desean y lo necesitan. 

“La salud mental puede variar según las circunstancias que se afronten a lo largo de la vida. Se debe comenzar por identificar las situaciones por las que se está atravesando y los recursos que pueden servir de apoyo para hacerles frente. También es importante tener en cuenta una mirada integral que involucre la actividad física, el bienestar, el deporte, la alimentación y las relaciones personales, así como otros elementos que favorezcan la consecución de los objetivos personales”, señala Juliana Andrea Lenis Muñoz, psicóloga del Departamento de Desarrollo Estudiantil. 

Para ella es trascendental cultivar la relación consigo mismo y trabajar en aquellos aspectos que estén generando insatisfacción. En sí, lo ideal es alinear cuerpo y mente; aprender sobre algunos hábitos positivos para mantener en buen estado la salud mental como demostrar las inconformidades, llorar cuando se desee, desechar la idea de que estar triste es lo mismo que mantenerse deprimido y tener conversaciones sobre lo que afecta el bienestar, así como buscar apoyo. 

“El cuerpo no es lo único que se debe estimular, sino también la mente, puesto que se vive en un mundo bastante acelerado, donde la tecnología cada vez brinda información rápidamente y esto nos abruma”, asegura William Londoño Ramírez, profesor de yoga de la Universidad, quien agrega que las clases de yoga son milenarias y que, a través de esta, se encuentra el equilibrio a través de técnicas de respiración, meditación y observación que ayudan a tener una mente más lúcida.

José David Oliveros López, alumno de artes plásticas de la Universidad de Antioquia y paciente esquizofrénico, admite que sufrió la enfermedad y que se rehusó a visitar un psiquiatra, pese a las sugerencias de sus padres y amigos. Ahora, está convencido de que su vida ha mejorado gracias a esa decisión. 

“Empecé a demostrar la enfermedad con síntomas de depresión y violencia, y por no haber sido tratado a tiempo, esta se desarrolló de manera más precipitada, pero en estos momentos me siento libre y tranquilo, y esto se ha dado desde que asisto frecuentemente a mis encuentros con un profesional en el campo. Por eso, le aconsejo a las personas que busquen apoyo cuando sientan que deben liberar las angustias y las frustraciones”, menciona José David. 

En la misma línea está la opinión de Daniela Posada Carmona, estudiante de Comunicación Social, quien considera que al asistir donde un psicólogo se enfrentan los problemas, se desvanece la tristeza y que allí se crean momentos de confianza y compromiso con uno mismo. Cree que la mente descansa cuando se visitan estos lugares de forma periódica, puesto que de esa manera las personas se sienten comprendidas y escuchadas. 

Por su parte, Isabel Álvarez Murillo, estudiante de Administración de Negocios, supone que la salud mental es estar tranquilo, saber que se emprenden buenas conductas y que no existen emociones que perjudiquen los pensamientos, es decir, “salud mental es ser una persona positiva y no acumular problemas para que estos no ataquen las acciones presentes o futuras”.

Y la Universidad está interesada en concientizar a la población acerca de los problemas de salud mental que agobian a gran cantidad de personas en el país, ya sean por problemas económicos, de pareja, familiares, entre otros, y convertirse en un agente de apoyo para su comunidad, a través de acciones que propician el bienestar, la sana convivencia, la salud del cuerpo, de la mente y del espíritu. Esto a través de las iniciativas de diferentes unidades institucionales.

“Quiero resaltar la buena labor que hace la Institución en el tema de la salud mental. A veces profesamos que los que asisten al psicólogo es porque están locos, y no es así. Creo que en una sociedad como la nuestra, en la que manejamos tantas presiones, estrés y preocupaciones, es sustancial acudir donde estos profesionales para que nos orienten en cuanto a las soluciones, puesto que del deterioro de la salud mental se derivan dolencias corporales o enfermedades que afectan el cuerpo”, expresa Mary Luz Avendaño Arbeláez, periodista y profesora de periodismo narrativo de EAFIT. 

Por otra parte, los docentes y empleados pueden asistir al psicólogo a través del programa Socrática de EAFIT, donde las citas son gratuitas a través de la extensión 8659 o en el correo electrónico socratica1@eafit.edu.co. También distintas dependencias brindan apoyo en servicio médico, actividades deportivas y artísticas, orientación vocacional, entre muchas otras alternativas, acciones que se complementan con las que emprenden las EPS, las cajas de compensación o líneas de acción social por parte del gobierno municipal. 

“Los procesos académicos tienen ciertas particularidades y por eso estamos dispuestos a brindar apoyo para atender las necesidades del estudiantado, de modo que los alumnos puedan reconocer las dificultades que se les presentan y responder a sus responsabilidades y tareas”, aduce Juliana Andrea. 

Además, el entorno también puede convertirse en agente de cambio para combatir los diferentes estigmas sociales, identificar los problemas de salud mental comunes y crear redes de colaboración. 

“La idea es que las personas se conecten con ellas mismas, que se tranquilicen y creen pausas para evitar enfermedades. Invito a la comunidad eafitense a que se involucre en la gimnasia de la mente, ya que esto genera conexiones entre las neuronas, para así estructurarlas con el hemisferio izquierdo y erradicar los cuadros represivos y los miedos sembrados desde la niñez”, puntualiza William.