Actualidad eafitense
Currículos, metodologías y entornos hacen parte de la Transformación del Modelo Educativo
Este macroproyecto, junto con el de la Transformación Digital, agrupa los cuatro itinerarios y las estrategias que componen el Itinerario EAFIT 2030.
• Se trata de un ejercicio estratégico que declara los compromisos, los principios, los valores definidos y los lineamientos metodológicos para el proceso formativo de los estudiantes.
• En la actualidad, se consolidan diversas acciones que ayudan a fortalecer las bases de esta iniciativa como la creación del Centro para el Éxito del Estudiante y la formación docente, entre otros.
Hacer del estudiante el centro del aprendizaje y que este sea el protagonista de su proceso son propósitos que ya son bien conocidos por la comunidad eafitense, aquella que sabe que la Universidad avanza con gran dedicación hacia una serie de estrategias que buscan que el aprendizaje se refleje en resultados y desarrollos de competencias para así cumplir con la promesa que se ofrece en cada uno de los programas académicos.
En ese camino, la Vicerrectoría de Aprendizaje evidenció que para lograrlo es necesario pensar más allá de los planes de estudio e incluir también las pedagogías y los ambientes que hacen parte de un ecosistema de conocimiento que garantice la formación de profesionales con saberes técnicos y sus competencias, elementos que hacen del aprendizaje una experiencia integral para toda la vida.
Se trata de la Transformación del Modelo Educativo, una apuesta que va, de manera paralela, con la Transformación Digital, dos macroproyectos rizomáticos y guías que buscan dar respuesta a las necesidades de la sociedad y a una educación cada vez más cambiante y desafiante, así como a un mundo más global e interconectado.
Para explicar ese Modelo Educativo, la Vicerrectoría de Aprendizaje, en conjunto con la Dirección de Formación Integral, “estableció que este es un ejercicio estratégico, el marco o patrón conceptual de naturaleza filosófico-pedagógico en la que la Institución declara de manera explícita ante la sociedad y las autoridades los compromisos con sus principios, con sus valores definidos y, a su vez, con los lineamientos metodológicos asumidos para el proceso formativo de los estudiantes y su aprendizaje”, explica Gabriel Jaime Arango, director de Formación Integral.
“En un principio le llamamos Transformación Curricular y ahora lo redefinimos porque tenemos claro que debemos centrar el modelo en el aprendizaje que lleve al éxito al estudiante, que ponga en evidencia los resultados de su aprendizaje y el desarrollo de sus competencias, y que nosotros como Institución podamos monitorear todo el tiempo los resultados y el perfil de egreso”, señala Claudia Zea Restrepo, vicerrectora de Aprendizaje.
A su vez, agrega que la estrategia contempla la implementación de los currículos y los aprendizajes por competencias, lo que deriva en la necesidad de nuevas pedagogías, ejercicios didácticos para desarrollar la capacidad de aprender a aprender, y la autonomía a la hora de buscar el conocimiento que cada alumno necesita en su proyecto de vida.
“Para eso es necesario pensar en las aulas de aprendizaje, los laboratorios y los recursos asociados a estos espacios. En ese sentido, buscamos aulas de pedagogías inversas, virtuales y presenciales; espacios para grupos numerosos o pequeños; y nos adaptamos a lo nuevo como las aulas maker para aprender haciendo, escenarios que estarán disponibles en el nuevo edificio de la Escuela de Ciencias”, apunta la directiva.
Un macroproyecto alrededor del éxito del estudiante que ya da frutos
En la actualidad, indica Claudia, la Universidad se encuentra en el desarrollo de diversos proyectos que le apuntan a la consolidación de este modelo que, si bien no es el decisivo, sí se convierte en un buen piloto que permite revisar las posibilidades que lleven a la estrategia definitiva.
Según la Vicerrectora una de las propuestas habla sobre arquitectura para los programas, cuyas pruebas piloto se realizarán con los futuros pregrados de la Institución; también está el proceso de formación docente y el acompañamiento en su adaptación a este modelo.
“Con ellos igualmente estamos elaborando el perfil del eafitense con cinco rasgos importantes que nos permiten definir un profesional. Este fue un ejercicio propuesto por los mismos docentes y está a la espera de ser oficializado por las directivas de la Universidad, así que al finalizar este año esperamos tener los descriptores de las competencias, las metodologías para instalarlas, las formas de desarrollo para conectar con el currículo y la forma cómo se afianzarán”, comenta Claudia.
Y agrega que, antes de terminar el año, se pondrá en operación el Centro para el Éxito del Estudiante, un lugar en el que habrá mentores representados por estudiantes de últimos semestres con el fin de que haya un seguimiento generacional.
“Desde el Centro para la Excelencia del Aprendizaje (EXA) se están realizando proyectos desde cada una de las áreas que la integran, con el fin de fortalecer esa capacidad instalada en las escuelas –a manera de coach– para que los docentes se empoderen de estas iniciativas y se animen a hacer las suyas”, añade Claudia.
Así mismo, las tres vicerrectorías (Aprendizaje, Descubrimiento y Creación, y Administrativa y de Proyección Social), en conjunto con las escuelas y otras unidades se han unido en un comité para conectar este Modelo Educativo con los temas de investigación, proyección social y educación para toda la vida.
Por último, agrega que se busca que las experiencias de las escuelas y otras dependencias puedan ser compartidas y transferidas con el fin de fortalecerse como, por ejemplo, las que se viven cuando las unidades emprenden procesos de acreditación. También se busca asegurar la calidad y el aprendizaje mediante la definición de gobierno de datos y sistemas de información.
Así que la suma de esfuerzos y el aporte de cada uno de los integrantes de la comunidad eafitense serán piezas clave en este ejercicio de consolidación de estos dos macroproyectos que integran el Itinerario EAFIT 2030.