Actualidad eafitense
El Manifiesto por la Verdad pide nunca más
niños y niñas en la guerra
En Colombia el 31 por ciento de la población son niños, niñas y adolescentes. Y el 40 por ciento de los que no asisten al colegio se encuentran en zona de conflicto armado. La imagen corresponde al Tercer Encuentro por la Verdad.
• La Universidad de los Niños de EAFIT construyó el Manifiesto por la Verdad, un documento realizado en uno de sus talleres, que recoge la mirada de la niñez en torno al impacto del conflicto armado en Colombia, y que fue presentado el viernes 22 de noviembre en el Tercer Encuentro por la Verdad.
• En el evento se escucharon testimonios de personas que, en su niñez, sufrieron la guerra en las distintas regiones del país, como un llamado a la protección de los derechos de los niños. En ese diálogo intergeneracional sobre la verdad, la reconciliación y la no repetición, tuvo lugar el reconocimiento de responsabilidades de actores del conflicto armado en Colombia.
Aprender a no juzgar por las apariencias, decir la verdad a las familias de todos los desaparecidos, tener en cuenta a los infantes en espacios de construcción de memoria, tomar acciones para la reparación de las víctimas y tener expertos que respondan las preguntas de los niños y niñas que han sido afectados por el conflicto armado en Colombia.
Estas son algunas de las recomendaciones que niños y adolescentes presentaron en el
Manifiesto por la Verdad, un documento construido como parte de la Comisión de la Verdad en conjunto con la Universidad de los Niños de EAFIT, que reunió a los participantes del programa de víctimas de la Alcaldía de Medellín, Corporación Combos, Circo Momo, Corporación Convivamos y Corporación AMI para pronunciarse sobre la guerra.
En este manifiesto —que fue compartido el viernes 22 de noviembre en el Tercer Encuentro por la Verdad— se aborda el impacto del conflicto armado en esta población colombiana que, de acuerdo con el Registro Único de Víctimas (RUV), desde el año 1965 al primero de agosto del año 2019, de las 8.874.110 personas afectadas, 2.312.707 han sido menores de edad. Es decir, aproximadamente el 26 por ciento del total de víctimas registradas.
“Los niños venidos desde muchos puntos distintos de Colombia nos están invitando a que tengamos el coraje de decirnos entre nosotros la verdad de lo que pasó en este país, en el conflicto de 60 años y que todavía continua. Nos están desafiando como sociedad y nos van a poner la verdad de ellos mismos, la verdad que esta sociedad tantas veces de manera indolente ha ocultado”, expresó el sacerdote jesuita Francisco José de Roux, presidente de la Comisión de la Verdad, durante el encuentro del viernes titulado Nunca más niños y niñas en la guerra.
El espacio, que hizo parte del Tercer Encuentro por la Verdad, convocó a más de 500 personas de los distintos sectores de la sociedad en la Bodega Comfama de Medellín, entre los que se destacaron víctimas de distintas regiones y responsables de la guerra, en un espacio enfocado al reconocimiento de delitos atroces como el reclutamiento forzado y su impacto en la niñez.
“Precisamente, se cumplen los 30 años de la Convención de los Derechos del Niño, un instrumento que se creó por gente de buena voluntad que quería transformar el mundo y que respetara cada uno de sus derechos: educación, salud, el derecho de vivir en paz y en sus comunidades sin salir de estas, derecho a vivir sin miedo. Colombia fue uno de los primeros países que ratificó esta convención”, mencionó Aida Oliver, representante de la Unicef en Colombia.
Esta Comisión de la Verdad hace parte del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición, que busca superar el conflicto sobre la idea de la construcción de una paz estable y duradera para las futuras generaciones, siendo uno de los resultados del más reciente Acuerdo de Paz suscrito por el Gobierno Nacional. Su misión no es juzgar sino informar a la sociedad sobre la verdad como un paso inicial para el perdón, en diálogos que involucran a víctimas y responsables de acciones violentas.
El primero de estos espacios se realizó el pasado mes de junio, con el reconocimiento de las mujeres y personas LGBTI quienes han sido víctimas de violencias sexuales durante el conflicto armado. Posteriormente, en agosto, el encuentro por la verdad tuvo como protagonistas a las madres y familias de personas desaparecidas.
“Es muy duro saber que estamos buscando, después de 19 años la verdad, que se aclare todo. Estamos aquí gracias a la Comisión de la Verdad que nos dio este espacio tan importante para poder contar nuestra historia y pedirle al Estado que no sigan ocultando más la verdad”, expresó Jorge Eliécer Arboleda Rúa, una de las víctimas de la masacre de Pueblorrico (Antioquia), sucedida el 15 de agosto del 2000 donde murieron 6 niños y niñas del municipio. El Consejo de Estado, recientemente, ha anunciado el falló que sentencia al Ejército Nacional por este hecho.
Para la comisionada Lucía Gonzales, escuchar las historias de los miles de niños y niñas en todos los rincones de Colombia, muchos de los cuales hoy son adultos, es el primer paso en la ruta de reparación integral de las víctimas.
Según manifestó “para la Comisión de la Verdad es importante reconocer y amplificar la voz de quienes sufrieron la barbarie de la violencia en sus primeros años de vida. Una forma de darles el poder de la palabra y romper el silencio es a través del testimonio. El testimonio tiene una función ética y política porque permite restaurar la dignidad de las víctimas y dar sentido al pasado”.
Por esta misma razón, como parte importante de este encuentro donde se escucharon decenas de testimonios que representan el dolor de la guerra, su tuvo el reconocimiento de responsabilidades por parte de distintos actores del conflicto armado. Fue el caso de Daladier Rivera Jácome, mayor retirado del Ejército quien ha aceptado la comisión de ejecuciones extrajudiciales; Freddy Rendón conocido anteriormente como ‘El Alemán’, uno de los líderes de las Autodefensas Unidas de Colombia; y Rodrigo Londoño, conocido también como ‘Timochenko’, líder de la exguerrilla FARC y actualmente senador de la República.
“Hemos escuchado los testimonios de las víctimas, de responsables y de aquellos que se vieron obligados a participar en la guerra con todas las contradicciones que eso supone. Hay un dolor y una verdad silenciosa en la violencia contra niños y niñas, de la que no se habla. Los niños no son daños colaterales del conflicto armado, son parte de la población civil usada como parte de esa estrategia de guerra”, mencionó el comisionado Carlos Beristain.
Como cierre de este Tercer Encuentro por la Verdad se presentó, además, una manifestación cultural a cargo de la Red de Escuelas de Música de Medellín, en un ensamble musical que articuló a grupos de distintas regiones afectadas por el conflicto como la Escuela Taller Tambores de Cabildo (Cartagena), la fusión Manitos de Paz de los Llanos del Yarí (Meta) y la Orquesta de Instrumentos Andinos de Caloto (Cauca).
“Mi función es ser la voz de esas víctimas, que se reparen y se reconozcan los daños que se han hecho y las personas que participaron en esto sean realmente sancionadas. Devolver el sueño a los niños es nuestra responsabilidad”, sostuvo Mónica Cifuentes, delegada ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) de la Procuraduría General de la Nación, durante este encuentro.