Actualidad eafitense
Profesores: en el reglamento académico de pregrado
tienen un rol fundamental
La construcción del documento se realizó con el apoyo de diversas áreas de la Universidad y con la representación profesoral y estudiantil.
• Una revisión a este documento para adaptarlo a las necesidades actuales e incluir algunas directrices más específicas para los docentes y los estudiantes fue lo que se logró con el nuevo reglamento que va en consonancia con el Itinerario EAFIT 2030.
• Reavivar la figura de los profesores como asesores académicos para facilitar el paso de los alumnos por la Universidad, y el énfasis en la integridad como valor fundamental hacen parte de las disposiciones más importantes.
Que los estudiantes tengan una experiencia de vida formativa, íntegra, ética y significativa. Ese es el deseo de una Institución que busca brindarles a sus alumnos una vivencia universitaria en donde la formación y la integridad son una prioridad.
Y, pensando en las nuevas necesidades y las realidades eafitenses, la Universidad actualizó su reglamento académico para los programas de pregrado, un documento que ahora va en consonancia con el Itinerario EAFIT 2030 y que se puso en marcha a inicios de 2019. Estas nuevas directrices, que son las únicas vigentes para este ciclo formativo, establecen algunos cambios en los puntos que refieren derechos y deberes de los estudiantes y refuerza el rol de los docentes como asesores académicos.
“Esta figura nos permite fortalecer esa relación entre el profesor y el estudiante porque estará a su lado durante todo el programa, no solo en los asuntos de tipo académico, sino que lo podrá orientar en sus dificultades en temas de formación. Así que mi invitación es a trabajar con nosotros en el fortalecimiento de este rol, a desarrollar actividades y a formarse en técnicas y estrategias que nos permitan materializar esta directriz”, indica Claudia Zea Restrepo, vicerrectora de Aprendizaje.
Y reavivar esa figura del profesor como tutor, expresa Nathalia Franco Pérez, jefa del Centro de Integridad, es una misión que tienen los docentes para acompañar de forma integral a un grupo de estudiantes durante el periodo de desarrollo de su carrera.
“Esto significa ser un guía en caso de que existan preguntas, problemas, dificultades y tropiezos por parte de los jóvenes. Se trata de ser una voz de acompañamiento para lograr una experiencia transformadora y gratificante en la Universidad”, explica Nathalia.
Para eso, los profesores tendrán un ecosistema de acción tutorial, una red de apoyo disponible que está presta a dirigir cada duda y a acompañar al estudiante en su proceso. Los acercamientos se podrán hacer a las diferentes dependencias de acuerdo con la necesidad que se requiera, bien sea sobre ayuda psicológica, dirección vocacional, situaciones de dilemas éticos o pasantías internacionales, entre otras en las que la Universidad tiene capacidades instaladas y que fueron expuestas en Momento Docente 2018.
Humberto Calle Gómez, representante de los estudiantes ante el Consejo Académico, considera la figura del asesor académico como un valioso acompañamiento en la vida de muchos alumnos. “Tener a una persona que uno reconoce, que escucha y que sabe aconsejar es un gran paso para generar compromiso y apropiación con el proyecto de vida propio”, indica.
Para él, esta nueva apuesta será una manera de disminuir las cifras de deserción y fraude a través de una relación más cercana y que fortalece los procesos académicos.
Y es que de eso se trata, de interesarse por ellos, por su proceso académico, y anclarlo a muchas otras vivencias que ellos tienen; de motivarlos a asistir a las clases para que no se desorienten en el camino profesional que han emprendido y de estar siempre prestos a escucharlos.
De otro lado, Sonia López Franco, docente del Departamento de Humanidades y representante profesoral ante el Consejo Académico, cuenta que para llegar al resultado se hizo un extenso trabajo con diversas dependencias de la Institución con un enfoque crítico y autocrítico que propuso cambios fundamentales, tanto para la labor docente, como desde la responsabilidad de los estudiantes.
“Y esta figura del tutor es trascendental y quisimos rescatarla porque es uno de los mejores caminos para establecer entre las dos partes un proceder basado en el conocimiento de un currículo, de las capacidades del alumno y de los procesos evaluativos de tal forma que el diseño de un semestre sea bien ejecutado”, agrega la profesora.
La integridad en el día a día eafitense
Para EAFIT es fundamental promover en su comunidad los comportamientos éticos, como una manera de apropiarse de la integridad como el valor supremo eafitense para inspirar y guiar a los seres humanos.
En ese sentido, el reglamento incluye también un cambio en las sanciones por fraude que, de acuerdo con lo que explica Nathalia, se traducirá con notas de 0,0 en toda la asignatura si llega a presentarse una violación a los derechos de autor mediante el uso indebido de fuentes, si se usan dispositivos no autorizados en una actividad evaluativa o se hace copia, y si se presenta como propio un trabajo que realizó otra persona.
“Es un reglamento que le apuesta a la integridad y mediante el que queremos desmontar esa idea de la cultura del avispado y, más bien, apuntarle a construir herramientas sólidas que sensibilicen a los estudiantes con este valor universitario. Queremos buenos comportamientos que no afecten la formación propia o la de otros que se convierten en cómplices, porque el fraude es una vía incorrecta y una salida en falso”, expresa Humberto.
Así que la invitación a los profesores por parte de Gabriel Jaime Arango Velásquez, director de Formación Integral, no solo es a hacer una lectura inicial del documento, sino a apropiarse y entenderlo de la mejor manera. “Este es un nuestro instrumento organizacional para regular las relaciones con los estudiantes, los derechos y deberes, y las posibilidades que tenemos para desenvolvernos y prestarles lo mejor de nosotros como educadores a estos jóvenes”, dice el directivo.
Otros cambios relevantes del reglamento
- Las excepciones en los prerrequisitos y correquisitos deben ser autorizadas por los jefes de pregrado.
- Cada profesor debe presentar el programa completo del curso en la primera clase.
- Los alumnos podrán adquirir la calidad de ‘estudiantes completos’ cuando no han perdido o cancelado materias. Con esta figura podrán beneficiarse con la elección del horario en las primeras jornadas.
- Si un alumno cursa dos programas al tiempo y queda como regular en uno de ellos, no afectará el estatus del otro.
- Los estudiantes solo podrán cancelar hasta el 30 por ciento de créditos y no el 50 como se hacía antes.
- Se reguló el proceso de segundo calificador haciéndolo más detallado. Ahora los estudiantes podrán solicitarlo hasta tres días hábiles después de recibida la nota.
“Además con el artículo que habla sobre la función del profesor al calificar todas las evaluaciones y dar retroalimentación antes de un nuevo examen, nos permite conocer el nivel de desempeño de las competencias, del logro de los objetivos de aprendizaje y establecer un diálogo a partir de este ejercicio”, concluye Claudia Zea.