Carlos Mario Correa, reconocido como mejor profesor universitario por el Club de la Prensa

En el evento se premiaron también las categorías de prensa, radio, televisión, medio digital, medio alternativo, y toda una vida y obra. 

A veces no tenía que preocuparse por llegar temprano al trabajo porque ya había pasado toda la noche cubriendo lo que pasaba en las noches de Medellín, haciendo reportajes y escribiendo las noticias que muy temprano toda la ciudad conocería a través del periódico El Espectador. Fueron largas noches, jornadas de hasta 24 horas, situaciones de peligro por la coyuntura que vivía el país en las décadas del 80 y 90, y las constantes amenazas y persecuciones que recibía este medio informativo. 

Sin embargo, esa vocación de Carlos Mario Correa Soto, profesor del Departamento de Comunicación Social, y la pasión por su quehacer en el periodismo lo mantuvo firme en su trabajo, el mismo que años después lo llevó a desarrollarse como docente en la Universidad de Antioquia –y de manera posterior en EAFIT– para compartir con sus alumnos todo el bagaje que había adquirido. Todo ese recorrido fue reconocido, el pasado 9 de febrero, con el galardón Manuel del Socorro Rodríguez a mejor profesor universitario, un premio que entrega el Club de la Prensa de Medellín con motivo de la celebración del Día del Periodista. 

En la Plaza de la Libertad, Berenice García Duque, presidenta de esta asociación, destacó “la entrega, inspiración y ejemplo de un gran reportero dedicado hoy a la docencia, así como su trayectoria como periodista durante 13 años en la época más compleja de la historia en Colombia. Él es un maestro que enseña con el ejemplo”, dijo. 

“Me parece gratificante y me siento muy halagado por este reconocimiento a mi trayectoria como periodista y a mis 25 años como docente, de manera especial porque es un gremio que se preocupa por actividades sociales, defiende y dignifica la profesión y están atentos a las nuevas reglamentaciones para nosotros”, cuenta el profesor. 

El Club de la Prensa también reconoció con galardones las categorías de prensa, radio, televisión, medio digital, medio alternativo y toda una vida y obra. 

Desde los 22 años, Carlos Mario comenzó a recorrer las calles de Medellín, de la mano del periódico El Espectador para encontrar aquellas historias que serían publicadas en el diario. “No tenía un área específica, pero en general cubría las noticias judiciales; zonas como Antioquia, Chocó y parte de Córdoba; preparaciones de la Selección Colombia a diferentes mundiales o actividades culturales”, recuerda el periodista. 

Allí el trabajo se mantuvo hasta el año 2001, año en el que el periódico fue vendido y las oficinas en Medellín fueron cerradas, así que se quedó en la Universidad de Antioquia (U. de A.), la institución de la que se graduó como comunicador social y en la que ya había comenzado a dictar clases desde 1994. 

En ese ejercicio, este especialista en Periodismo Investigativo y magíster en Literatura Colombiana de la U. de A., fundó junto con otros colegas el periódico De la Urbe, que le permitía continuar con la edición y el periodismo, así como lanzar su libro Las llaves del periódico, una publicación en la que contó su día a día como reportero –incluso clandestino– en 1989, luego de la muerte de algunos compañeros y las situaciones adversas por las que tuvo que pasar. 

“Era una época en la que había muy buen patrocinio para hacer periodismo, muy buen espacio editorial para publicar géneros que hoy están muy agotados como las crónicas y los reportajes, había estímulo y logística. Era un trabajo distinto, con más cubrimientos en vivo y cara a cara con las fuentes, un periodismo que se diferencia hoy un poco por la agilidad de las redes y el desarrollo del internet y que hoy facilita el aprendizaje de los futuros comunicadores”, dice Carlos Mario. 

Esos recuerdos lo llevan a reflexionar sobre el papel de los medios en la actualidad y lo que quiere para sus pupilos. Para él, esta profesión tiene un alto nivel de vocación, de sensibilidad y de pasión. “No se puede lograr ser periodista si además de la destreza y el conocimiento no se muestra liderazgo y credibilidad”, destaca. 

Es consciente de que hay más laboratorios disponibles para las prácticas, más profesores y con mejor preparación profesional, pero con unos medios con agendas más reducidas y con temas reiterativos. Por esto cada día motiva a sus alumnos a usar la creatividad; a estar despiertos; a acercarse a los lugares a los que otros no lo hacen; a estar preparados desde lo intelectual, lo emocional y lo físico, y a desarrollar sus destrezas humanas por encima de las tecnológicas e instrumentales.

 

“Hay cosas que no se pueden enseñar en un tablero, pero en la medida en la que se puede poner en contexto el periodismo y su historia podemos hacer un mejor trabajo. Hay que ser humildes con el conocimiento”, concluye. 

En la actualidad, Carlos Mario alterna sus actividades de docencia con colaboraciones en periódicos universitarios, con la investigación de periodismo narrativo y ha concretado tres libros sobre la crónica colombiana y latinoamericana.