Unos espacios renovados y acordes con los retos del futuro

En la Biblioteca también se construyó un cuarto seguro para disponer los libros incunables de la Universidad. El lugar cumple con normas internacionales de iluminación, temperatura y ventilación necesarias para su conservación. 

De colores verdes, azules, amarillos, grises y blancos se rodean hoy los libros del Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas, un lugar que se renueva para ofrecer a sus usuarios espacios con mayor comodidad para los eafitenses y el público en general, durante sus momentos de estudio y sus experiencias de aprendizaje. 

Para esto, los 1500 metros cuadrados que componen el segundo piso de esta edificación se redistribuyeron de acuerdo con las sugerencias e ideas que los estudiantes, profesores y personal de la Biblioteca hicieron para mejorar su estadía y sus sesiones de estudio individual y grupal, así como para atender desde allí las nuevas demandas de conectividad y fuentes de consulta digitales. 

 

Estos cambios se presentaron a la comunidad el 30 de enero, a las 10:00 a.m., en un encuentro entre directivos, alumnos, representantes e integrantes de los Grupos Estudiantiles, visitantes y personal de apoyo, así como con la presencia de Ezgo y Steelcase, entidades que donaron parte del mobiliario para el nuevo Laboratorio de Aprendizaje Activo ubicado en el bloque 38-104, un espacio con un diseño pionero en América Latina que también abrió las puertas para la comunidad.

“Son las bibliotecas los lugares que más necesitan un cambio en la sociedad por razones como las nuevas tecnologías y los cambios de hábitos que esto ha generado, por el aumento en la demanda de bases de datos y en consecuencia la disminución del uso del libro físico y demás. Reflexionar sobre el rol de estas entidades es determinante porque suelen estar separadas del proyecto educativo, pero en EAFIT —en donde celebramos 20 años de este lugar— quisimos darle centralidad y hacerla parte activa en la construcción de Universidad que queremos”, destacó Juan Luis Mejía Arango, rector de EAFIT. 

De acuerdo con Patricia Ospina Ospina, jefa de la Biblioteca, la capacidad del lugar aumentó en un 15 por ciento pasando de 1300 puestos de estudio a 1530 que incluyen espacios para el trabajo individual y grupal, 16 sillas tipo brody, conexiones eléctricas, iluminación dirigida, acceso a todos los recursos de información y mayor conectividad lo que permite el acceso a internet de 2000 usuarios de manera recurrente en cada piso del edificio con mayor velocidad, cobertura y potencia.  

“En la proyección del Itinerario 2030 nos fijamos como meta transformar la Biblioteca con espacios flexibles que propicien el aprendizaje activo, el descubrimiento y la creación. Somos conscientes de los cambios en modelos pedagógicos, las diferentes formas de aprender y la necesidad de hacer de este recinto una extensión de las aulas, por lo que queremos trabajar en sinergia con las demás áreas para contribuir al bienestar de todos”, señaló la eafitense. 

 

En el aula 104 del bloque 38 se erige un nuevo lugar para el aprendizaje, el descubrimiento y la creación. Se trata del Laboratorio de Aprendizaje Activo, un espacio que, por primera vez, se construye en Latinoamérica y que da cuenta de los esfuerzos de la Universidad por mejorar la experiencia de aprendizaje del estudiante a partir de lo declarado en el Proyecto Educativo Institucional y en la nueva hoja de ruta que sigue EAFIT hacia su Itinerario 2030.  

Según María Fernanda Fernández Hernández, gerente de cuentas estratégicas para Colombia y Brasil de Steelcase, desde 2017 se han abierto 56 espacios como este en Estados Unidos, Canadá y México para apoyar las dinámicas pedagógicas de las instituciones enfocados en sus necesidades específicas. En EAFIT, por ejemplo, el laboratorio se dispondrá para clases dirigidas (cursos entre 5 y 15 estudiantes) y se apoyará con un mobiliario que permite reconfigurarse de acuerdo con el tipo de trabajo que se vaya a realizar gracias a la versatilidad de las sillas, mesas y recursos tecnológicos con los que cuenta. 

En palabras de Claudia María Zea Restrepo, vicerrectora de Aprendizaje, es fundamental para la experiencia del estudiante esa combinación entre la metodología, la tecnología y el espacio físico, un propósito de integración en el que se trabaja a 2025. 

“Para ello tuvimos la oportunidad de ver esos centros internacionales para analizar el sentido que tendría para la Institución, ver a qué necesidades específicas respondería y hoy damos cuenta de esa reflexión que nos lleva a entregar un lugar que será muy enriquecedor en este tipo de cursos”, agrega Claudia. 

 

Con una línea de diseño y color que sigue el estándar de la Biblioteca y las aulas renovadas del campus, este laboratorio cuenta con tableros móviles, mesas que facilitan la interacción con varios computadores al tiempo, mayor conectividad y otras ayudas tecnológicas que permiten encuentros académicos grupales y clases dirigidas. 

 

“Cada universidad tiene una cultura diferente, pero vemos que EAFIT lleva muchos años pensando cómo transformar la educación y lo tiene muy presente en sus proyectos a futuro, así que nos sentimos muy orgullosos de convertirnos en un referente para el continente y demostrar que podemos tener excelentes espacios de aprendizaje”, añade María Fernanda. 

Así que los recursos están disponibles y las puertas abiertas y en espera de los estudiantes, profesores e investigadores que les darán vida a estos nuevos espacios con sus capacidades, compromiso y ganas de aprender durante toda la vida.