Espacios, cultura y bienestar
Esta es la Semana Mundial de la Lactancia Materna
La Semana Mundial de la Lactancia Materna busca fomentar este acto de amor y mejorar la salud de los lactantes en todo el mundo.
• Se celebra del primero al 7 de agosto y se conmemora gracias a la Declaración de Innocenti, firmada en agosto de 1990 en la reunión de la Organización Mundial de la Salud (OMS) / Unicef para proteger, promover y apoyar la lactancia materna.
• Con motivo de esta fecha, EAFIT recuerda la importancia de hacer uso de la Sala para la Familia Lactante del Entorno Laboral, que se ubica en el bloque 3-110, así como la oportunidad de acceder a las capacitaciones y los talleres para que madres y personas del entorno familiar aprendan, exploren, conozcan y disfruten de este proceso.
La mamá de Emiliano Restrepo Ramírez, un niño de 10 meses alegre y juguetón, es una de las más frecuentes visitantes de la Sala para la Familia Lactante del Entorno Laboral de la Institución, que se ubica en el bloque 3-110 y en el que ella puede con tranquilidad, comodidad y seguridad extraer la leche materna para su pequeño e incluso llevarlo a él a este lugar que le hace honor a la Semana Mundial de la Lactancia Materna, que se celebra del primero al 7 de agosto.
En este sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Unicef realizan todas las labores concernientes para crear lazos potentes entre los padres y sus hijos, pues la lactancia, por ejemplo, promueve una mejor salud, tanto para las madres como para sus pequeños; garantiza una nutrición adecuada y un desarrollo inmunológico útil que previene enfermedades o retrasos en el crecimiento; y mantiene fortalecido el vínculo que los une.
Además, la OMS recomienda la lactancia como método de alimentación exclusiva durante los primeros seis meses de vida, una apuesta a la que también le apunta el Gobierno Nacional y por la que EAFIT busca apoyar a las madres.
Y este tipo de estrategias, en las que se propician ambientes adecuados para la lactancia materna y se brinda acompañamiento y educación pertinente, hacen parte de la Dirección de Desarrollo Humano-Bienestar Universitario y pretenden ir más allá del hecho de dar cumplimiento a la normatividad vigente sobre el tema, para asumir un compromiso como Institución protectora de la infancia, y con las mujeres que estudian y trabajan en el campus y que se encuentran en esta etapa de sus vidas o próximas a esta.
“Tanto en el espacio físico como en las capacitaciones y talleres que brindamos lo que se pretende es involucrar a la familia. A la sala pueden entrar las madres en gestación o en el estado de lactancia, pero quisimos involucrar a los padres, quienes no solo son un acompañante, sino una parte fundamental en este proceso. A nuestros espacios de aprendizaje también se invita a esas personas dedicadas a cuidar a los bebés, como son las abuelas y otros integrantes del núcleo familiar que rodean a este nuevo ser y que se conectan con ese regalo maravilloso”, señala Diana Carolina Gómez Restrepo, coordinadora del Servicio Médico de la Universidad.
La Sala de la Universidad cuenta, entre otras cosas, con cubículos que se cierran con cortinillas, mesas de apoyo, lámparas para iluminación concreta, puff, televisor, cambiador, cocineta con pozuelo para el lavado de los implementos y una nevera en la que se puede almacenar la leche con su debido rótulo.
“Este estado es una experiencia muy bonita y uno como mamá puede considerar que todo se convierte en un reto, pues venir a trabajar y dejar a mi bebé al cuidado de un familiar puede ser, a veces, difícil. Sin embargo, es más llevadero al saber que se cuenta con este espacio tan acogedor porque, sin duda, te motiva más en tu trabajo”, expresa Sindy Yesenia Ramírez Gutiérrez, mamá de Emiliano y analista de sistemas de la Dirección de Informática.
Para ella la Sala para la Familia Lactante del Entorno Laboral es un sitio excelente, un lugar en el que encuentra todo a su alcance. “Es un lugar agradable y he estado en diferentes talleres que me han servido para aprender sobre la lactancia complementaria”, comenta Sindy quien está convencida de que este es un espacio lleno de amor, aprendizajes, innovación y cuidado propio y del otro.