Espacios, cultura y bienestar
El espíritu africano se exhibe a través de las obras de Edward Davis
En la presentación inaugural de su exposición, el jueves 26 de julio, Davis compartió con los asistentes historias y anécdotas de su colección.
• En el hall del bloque 38 se presentan, hasta el próximo 26 de agosto, algunas de las principales piezas de la colección de arte africano del pintor norteamericano.
• Máscaras y tótems provenientes de países como Malí, Kenia o Zimbabue que se utilizaban para ritos y ceremonias, así como pinturas propias inspiradas en este arte hacen parte de la exhibición.
Todo comenzó cuando a los 20 años sus padres le regalaron a Shona de Zimbabue, una escultura de piedra que se convirtió en el primer acercamiento de Edward Davis al arte africano y que desencadenó en él una pasión que hoy lo destaca como uno de los más importantes coleccionistas de objetos típicos y tradicionales de más de 30 culturas y tribus africanas.
Y Davis, lejos de creer en aquel pensamiento de que coleccionar es un acto egoísta, decidió exhibir por primera vez sus imágenes y objetos con el público, esta vez en el hall del bloque 38 de la Universidad, lugar en el que se dio apertura el 26 de julio, a las 6:30 p.m., a un especio en el que los eafitenses y la ciudadanía podrán disfrutar de una exposición que no solo está llena de abstraccionismo, sino también de historia.
Entre melodías de tambores y maracas con ritmos africanos se podrán apreciar, hasta el 26 de agosto, algunas de las más representativas piezas anteriores al siglo XX, provenientes de países como Malí, Kenia, Nigeria, Tanzania o Sierra Leona que fueron utilizadas para rituales y ceremonias, una exposición que como apuntó Eric Cato, asistente a la inauguración, está llena de magia, misterio y cultura que remiten a quienes la ven a un viaje por la historia y los ancestros.
Por su parte, el coleccionista dijo que una de las motivaciones para exhibir sus artefactos es poder saber qué piensa la gente y saber cómo reciben este tipo de arte. “Esta es mi vida y he pasado cerca de 40 años recolectando imágenes y objetos que quiero compartir con todos ustedes. Me siento muy honrado de poder hacerlo en EAFIT”, agregó el artista norteamericano, radicado en Medellín.
Además, no solo se trata de aquellas piezas de maderas nativas, marfil o bronce, que durante años ha adquirido con su perspicacia y talento para reconocer una buena obra, pues Edward también se ha dedicado, desde su retiro como profesor, a hacer pinturas en las que logra plasmar su amor por el arte africano y el espíritu que lo caracteriza. “Quiero comunicar esa sensación de que se ha levantado un velo y que el espectador es conducido a una nueva experiencia”, agrega.
En general, sus pinturas recrean máscaras africanas que representan el espíritu de ancestro, un animal o un ser, y que han sido usadas en rituales ceremoniales, de fertilidad, medicinales, de guerra o fúnebres. Sus favoritas, dice, son las abstractas y geométricas.
Durante la presentación, Edward acompañó a los visitantes en su recorrido y compartió con ellos algunas de las curiosidades, anécdotas y datos más importantes de sus pinturas o el cómo realizó la consecución de los elementos provenientes de otros coleccionistas y galerías certificadas. Paula Andrea Castaño Arango, una de las asistentes a la exposición, reconoció que no ha encontrado una muestra parecida en la ciudad, una característica que la hace más atractiva para el público.
“Me gusta mucho el arte y no he encontrado en Medellín una colección similar o réplicas de este tipo de estilo. Su originalidad hace de este un lugar para admirar”, dijo la invitada.
Por su parte, Felipe Martínez Arango destacó que “es un recorrido muy interesante y novedoso en la ciudad. Es una serie de elementos muy diversos que impactan y combinan muy bien con el diseño del espacio acogedor y con la iluminación”.
Así que, como lo expresó Juan Antonio Agudelo Vásquez, coordinador del Área de Extensión Cultural, la Universidad abre una vez más sus puertas a un espacio que propicia otra manera de entender el mundo. “Aquí tenemos a África como parte de nuestra cultura y de nuestros ancestros, en una oportunidad para sumar la voluntad de hacer transversal el contexto académico con el componente cultural y cosmopolita que nos hace ciudadanos del mundo”, concluye el directivo.