​Estos son los rostros de la celebración eafitense número 57

​​Uno a uno fueron pasando los homenajeados al escenario, mientras se escuchaban los aplausos y la euforia de familiares y compañeros de trabajo. 

Gracia, aquel don que inspiró el discurso del Nobel de Literatura Octavio Paz cuando recibió su reconocimiento fue el mensaje ​con el que Juan Luis Mejía Arango, rector de la Universidad, quiso engalanar el aniversario número 57 de EAFIT. “Hoy lo que queremos es agradecer la gracia que nos ha permitido llegar a donde estamos, y a nuestros fundadores, quienes trazaron la ruta”, dijo el directivo cuando comenzaba el Homenaje a Empleados, el evento con el que inició la celebración del cumpleaños eafitense. 

El Auditorio Fundadores, aquel lugar que hace homenaje a los visionarios que decidieron crear la Institución, fue sitio de encuentro de 174 empleados que recibieron el reconocimiento por sus años de entrega, por el compromiso y la generosidad con la que han prestado sus capacidades. Desde la mesa principal, que estuvo integrada por directivos, decanos y fundadores, se entregaron las placas simbólicas. 

Pasadas las 4:00 p.m. la alegría de los asistentes no se hizo esperar. Era el momento de sacar los pompones, las bombas, los pitos y todos los elementos que apoyaron las ‘barras’ de los cumpleañeros. 

Y es que no solo se trataba de los compañeros de la oficina, pues también se vieron por allí estudiantes y, por supuesto, familiares que se organizaron en el auditorio de modo que cada que se mencionara el nombre de un homenajeado se escucharan los pitos y las ‘porras’ que tenían preparadas acompañadas de muchos aplausos. 

Al escenario subieron uno a uno. Primero los empleados que llegaron hace 10 años a la Universidad cuando esta vivía una renovación curricular; luego aquellos que hace 15 años acompañaron momentos como la creación de la Sala de Patrimonio Documental; más tarde, el turno fue para los eafitenses que hace 20 años fueron testigos de la creación de la Escuela de Humanidades y de EAFIT Llanogrande; después pasaron al frente, quienes en 1992 iniciaron su recorrido cuando apenas llegaba el internet a Colombia; para dar paso a los que cumplen 30 años de servicio en el campus y que pudieron ver cómo se construía, en 1987, el recinto en el que se hizo esta celebración. Por último, recibieron su reconocimiento los dos empleados que comenzaron labores hace 35 años y que lo hicieron a la par de la creación de nuevos programas que enriquecieron la oferta académica. 

Uno de ellos es Antonio José Jaramillo Palacios, asistente de asuntos profesorales en el Departamento de Desarrollo de Empleados, a quien la comunidad le expresó su gratitud a través de fuertes aplausos. 

“Que alegría tan inmensa saber que me quieren tanto. Esto me sigue motivando a estar aquí, en donde tuve la oportunidad de hacer mi pregrado, dos especializaciones y de escalonar en puestos de trabajo desde que comencé como mensajero”, indicó el homenajeado. 

Como lo expresó el Rector, este encuentro da muestra de la estabilidad laboral que ofrece la Institución y confirma que no se trata de ser una organización, sino de una que irradia hacia las familias esos valores que han fijado la ruta. 

Eso porque, así como los hijos de Antonio José han podido disfrutar de la educación en EAFIT, también lo han hecho los de otros eafitenses como los de Ángela María Sánchez Gómez, coordinadora de Proyectos Cofinanciados de la Dirección de Investigación. 

“Mis tres hijos han estudiado sus ingenierías en EAFIT, incluso uno de ellos ahora tiene doctorado y esas son las cosas que te hacen crecer como persona porque se te vuelve la casa, la familia. Yo no tengo la camiseta de la Universidad, sino que la llevo marcada en la piel”, dijo Ángela. 

La hija de Celsa Rosa Giraldo Ramírez, auxiliar operativa de EAFIT Llanogrande, ya cursa su séptimo semestre de Administración de Negocios, un motivo que hace que esta homenajeada se sienta feliz. 

“Me siento tan agradecida por tantas oportunidades que me han brindado, yo la adoro, la amo, es mi casa y por eso siempre tengo una sonrisa para todos los que me visitan. Gracias EAFIT por permitirme tener un trabajo estable y por estar en una casa tan linda”, expresó Celsa. 

De otro lado, el hecho de poder defender sus ideas, de tener contacto con personas jóvenes y con el sector empresarial son los aspectos que destacan docentes como José Mauricio Tobar Guinand, del Departamento de Organización y Gerencia, que cuenta que “es una bendición trabajar en la Institución, es un orgullo llevar este nombre a otras partes y este es un aliciente para mejorar y hacer las cosas bien. Me siento motivado porque este entorno tiene mucho valor para nosotros”, adujo el profesor. 

Al finalizar, una foto grupal para recordar, como cada aniversario, los rostros de aquellos eafitenses cumpleañeros y la entrega del especial Somos en el que se destaca el recorrido de cada uno de ellos en la Institución. 

Fue un día especial, una manera cercana de decir ¡Feliz Cumpleaños!, una oportunidad para destacar a quienes viven con compromiso su labor, y una ocasión para reunirse como comunidad y celebrar los 57 años de EAFIT.