​Gloria Gallego, reconocida por su trabajo con las víctimas

 

Además de su compromiso con la comunidad, la profesora dirige el grupo de investigación en Justicia y Conflicto, y fundó la Cátedra de Paz de la Universidad. 

En octubre, Gloria María Gallego García, docente de la Escuela de Derecho, llegó al Museo Casa de la Memoria para participar del encuentro La actualidad de las víctimas en el conflicto en la perspectiva de los Derechos Humanos. Sus documentos y la intervención de su ponencia para hablar sobre el derecho a la verdad de los familiares desaparecidos estaban listos. 

“Doctora, esto es para que mantenga su compromiso con la paz”, le decían las personas que estaban en el recinto cuando representantes de la Personería de Medellín le entregaron, de manera sorpresiva, una placa de reconocimiento por su dedicación y trabajo con las víctimas.  Así es, la docente recibió, no solo de este veedor ciudadano una muestra de gratitud, sino que tuvo la compañía y el cariño de la gente a la que ha respaldado. 

Aquellos que conocen de cerca su trabajo, saben que sus funciones con las comunidades de zonas como Urabá, el Darién, el Atrato y Medellín, entre otras, han reconstruido la memoria de las grandes violaciones a los derechos internacionales humanitarios y han ayudado a las comunidades a entender situaciones como el reciente Proceso de Paz, una labor que implica riesgos en temas de seguridad y en el que, asegura, se necesita tranquilidad personal y mucha fortaleza. 

“Esto es fruto de la apuesta que ha hecho EAFIT por mi línea de investigación. Este siempre ha sido uno de mis temas de interés. Incluso, cuando el país no se imaginaba una negociación de este tipo, yo estaba preparada. He formado muchos estudiantes que ya egresaron y que, en la actualidad, se dedican a este tema”, cuenta la docente. 

Su amplio conocimiento en esta área la han hecho una de las profesoras más solicitadas y, según Camilo Piedrahita Vargas, decano de la Escuela de Derecho, ella goza de muy buena aceptación entre la comunidad académica y demuestra que la Institución sí puede aportar, de manera decidida, con cambios en la sociedad. 

Pero, más allá de la formación de estudiantes, desde que Gloria llegó a la Universidad en 2007, después de terminar su doctorado en Derecho en la Universidad de Zaragoza (España), su acompañamiento y trabajo con las comunidades ha sido constante. Ha recorrido gran parte del país con organizaciones de víctimas apoyando sus procesos, porque considera que “un académico tiene una responsabilidad de ejercer la crítica pública y de trabajar muy cerca de la sociedad, en especial con los débiles y necesitados, con los que no tienen voz. Debemos ser capaces de explicar nuestras teorías, por complejas que sean, a las personas del común”, agrega. 

Gloria es docente del área de teorías del derecho, ética y filosofía del derecho, derecho internacional humanitario y crímenes de guerra; fundó la Cátedra de la Paz, la Memoria y la Reconciliación; y dirige el grupo de investigación Justicia y Conflicto, funciones a las que se sumará, en 2017, la realización de unas memorias de los secuestrados. 

“Gracias a la Institución es que puedo hacer todas estas cosas. El apoyo, la confianza y el respaldo que le han dado a mi trabajo aquí en Colombia y en el exterior han sido fundamentales”, destaca la profesora. 

Por su parte, Camilo resalta que es un orgullo tener en su equipo a una docente con tanta entrega y dedicación en lo académico y lo social. “Una persona que, a través de la Universidad, deja huella al impactar y contribuir con el progreso social del país”.​