Espacios, cultura y bienestar
Este domingo, el bloque 31 se despide de la comunidad
La logística para la implosión del domingo 4 de diciembre está lista por parte de la Universidad y de la empresa Atila, experta en estos temas.
• El espacio que ocupa el actual bloque 31 quedará vacío desde el domingo 4 de diciembre en la mañana, después de la implosión controlada. Por esta razón no se permitirá el ingreso al campus desde el sábado 3 de diciembre, a las 4:00 p.m.
• Durante el desarrollo de esta tarea se contará con una ambulancia y una brigada de emergencia de la Cruz Roja que hará un simulacro de rescate como práctica y entrenamiento de sus actividades.
Bastarán cuatro segundos para que desaparezca el lugar en el que hoy se encuentra el bloque 31. Los recuerdos de lo allí vivido se quedarán en la memoria de quienes trabajaron allí o asistieron a sus aulas para aprender algún idioma.
El espacio, que existe desde los años 70, albergó a diferentes dependencias de la Universidad que prestaron sus servicios desde allí a empleados, estudiantes y visitantes. Después de desaparecer se concretarán los diseños del nuevo bloque administrativo que estará en armonía con el recién inaugurado bloque 29 y que se espera comience a funcionar en 2018.
Y es que este lugar es el primero y el último que aparece en la vista de quienes ingresan y salen por la portería peatonal de la avenida Las Vegas, por lo que lo que se verá, una vez finalizada la construcción de la nueva infraestructura, confirmará, una vez más, el propósito de EAFIT de brindar los espacios y servicios propicios para una educación de calidad.
Todo bajo control
Desde ya, tanto el Departamento de Planta Física como la empresa Atila, una compañía con 17 años de experiencia en este tipo de procedimientos, tienen todo preparado para la implosión del domingo 4 de diciembre.
De hecho, y con la presencia de una ambulancia y una brigada de emergencia la Cruz Roja, se aprovechará el momento para hacer un simulacro de rescate que hará parte de las prácticas de este grupo.
Según Sabrina Molina Gallego, coordinadora del Área de Infraestructura, del Departamento de Planta Física, la implosión comenzará en horas de la mañana, por lo que no se permitirá el ingreso al campus desde el sábado 3 de diciembre, a las 4:00 p.m.
Los explosivos, que son los de uso común en demoliciones, serán entregados por el Ejército la noche anterior y, en la madrugada, se cargará el edificio, se harán las conexiones necesarias y, a la hora señalada, se llevarán a cabo las últimas revisiones, el acordonamiento de la zona y un cierre entre las 9:45 a.m. y las 10:30 a.m. de la avenida las Vegas, por parte de la Secretaría de Movilidad.
“Recomendamos a los empleados, con oficinas cercanas a este bloque, dejar las ventanas cerradas al finalizar la jornada del viernes 2 de diciembre”.
Además, la Universidad, a través de Bosque Urbano, la entidad que está a cargo del mantenimiento de los jardines de la Institución, tiene un plan para proteger la fauna y la flora de esta zona de la Institución.
“Buscamos que este procedimiento no afecte a ninguna de las especies que hay cerca del edificio y por eso tenemos preparadas una estrategia para sacar de allí a las ardillas. También, se piensa en proteger flores como las orquídeas y las taparemos para que no sufran ningún daño con el polvo”, explica la coordinadora.
Sabrina agrega que, una vez la comunidad regrese al campus el lunes 5 de diciembre, encontrará en el sitio una gran cantidad de escombros propios de la actividad, pero recuerda que el lugar será adecuado para el disfrute de empleados y estudiantes mientras finaliza la etapa de diseño de la nueva estructura y comienza la construcción.