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Los docentes están de expedición con la Universidad de los Niños
La participación para los docentes representa un gran reto, una nueva experiencia y la posibilidad de llevar su conocimiento a los más pequeños.
• Los investigadores que responden a los interrogantes científicos de este programa de la Institución ya iniciaron su nuevo camino en la segunda etapa Expediciones al Conocimiento.
• Los docentes se dieron cita el 24 de febrero, en el auditorio 125 del bloque 38, para compartir con los talleristas los temas cruciales de esta nueva temporada.
Todo empezó con unas horas de concentración por parte de los profesores investigadores. En ese tiempo el propósito era elaborar un texto que acerque a los participantes de la Universidad de los Niños a analizar un tema desde diferentes puntos de vista investigativos y distintos métodos.
¿Cómo dejar de lado los términos científicos para que las personas entiendan?, ¿cómo transmitir el conocimiento a los niños? Esas eran apenas algunas de las preguntas que abundaban para ellos en ese momento, pero que con éxito lograron responder y que presentaron el pasado 24 de febrero, en el auditorio 125 del bloque 38 en el Coloquio de investigadores de este programa de la Institución.
Eran los últimos momentos para concretar los temas, revisar que todo estuviera en orden y subirse al escenario para transmitirle todas las respuestas a los 40 talleristas que harán parte de la etapa de Expediciones al Conocimiento que comienza este viernes 11 de marzo. Encuentros con la Pregunta y Proyectos de Ciencia también hacen parte de la programación del año.
Uno a uno subieron los investigadores para compartir con estos jóvenes sus resultados, compartir opiniones y responder las dudas que de allí pudieran surgir.
“Este espacio académico nos aclara mucho el panorama y nos permite crear en caliente desde la ruta de la vida y la tecnología que fueron las que trabajamos allí. Además, es un momento muy importante para los talleristas y para otros estudiantes que hacen parte de semilleros de investigación a quienes también les extendimos la invitación”, comenta Ana María Londoño Rivera, jefa de la Universidad de los Niños.
Un reto que marca la diferencia
Y es que ahora se trata de hablarle a otro público, un desafío que no solo toman los docentes para la vida profesional, sino también para la personal.
“Este es una experiencia de mucho aprendizaje porque al tener una forma de presentación diferente para nosotros nos implica otro tipo de esfuerzos. Por ejemplo, al redactar el documento base sobre cómo podemos construir con basura pensaba en la manera que podría responderle a mi sobrina de dos años si llegara a preguntarme sobre esto. Para mí esta oportunidad llega en un momento de mucha apertura hacia la relación con los niños y estoy muy motivado”, señala Alejandro Vásquez Hernández, profesor del Departamento de Ingeniería Civil.
Para comprobar si sus esfuerzos habían dado un buen resultado, el docente decidió contactar a algunos amigos que tienen otras profesiones para que leyeran el texto antes de presentarlo.
Pero no solo se trata del léxico, según Nicolás Pinel Peláez, docente del Departamento de Ciencias Biológicas, también hay que pensar en la parte gráfica. “En el día a día nosotros nos acostumbramos a usar un vocabulario diferente. Esta fue una buena experiencia porque hay que poner todo ese conocimiento en unos términos que se puedan comunicar, que se puedan entender de manera más fácil y ahí también entra la parte visual”, dice Nicolás.
Otro de los profesores que se une a estas actividades es Thomas Goda, un alemán que llegó a la Escuela de Economía y Finanzas hace poco más de tres años para dictar clases de pregrado y maestría. Ahora incursiona con los niños para hablar de desigualdad.
“Este es un espacio muy chévere para que ellos tengan una primera idea. Los niños son activos y en vez de aprender de memoria quieren entender y me gusta mucho el interés propio que tienen por estos temas”, expresa el docente.
A ellos se suman otros investigadores de distintas escuelas de la Universidad que, en conjunto, hacen que la ciencia y el conocimiento lleguen a los más pequeños y de paso constituye para los docentes una experiencia y un espacio de aprendizaje.