Actualidad eafitense
Conversatorio para hacer pedagogía sobre
los acuerdos de paz
La Comisión de Paz propone con los conversatorios espacios para la pedagogía sobre los acuerdos, con la intención de lograr conciencia y formar una ciudadanía informada.
• EAFIT fue el escenario del primer conversatorio Acuerdos de paz de La Habana (Cuba), convocado por las Comisiones de Paz del Senado y de la Cámara de Representantes.
• Las preocupaciones y los aciertos sobre las negociaciones de paz entre el Gobierno y las Farc fueron expuestos durante este evento abierto al público general, el lunes 18 de julio.
Con la participación de representantes del Gobierno Nacional y sus comisiones de paz, el gremio empresarial, la comunidad académica, las organizaciones sociales y la sociedad civil se realizó este lunes 18 de julio el primer conversatorio Acuerdos de Paz de La Habana (Cuba) en el Auditorio Fundadores de EAFIT.
En la primera jornada del evento -que se extendió durante toda la tarde y fue convocado por las Comisiones de Paz del Senado y de la Cámara de Representantes- se escucharon diferentes voces en torno al fin del conflicto y se expuso sobre los puntos de negociación acordados hasta el momento en La Habana (Cuba), entre el Gobierno colombiano y la guerrilla FARC-EP.
La política de desarrollo agrario integral, la participación política, el fin del conflicto y las zonas de desarme, la solución al problema de drogas ilícitas y la reparación a víctimas del conflicto armado fueron los temas abordados por los distintos sectores participantes. Se discutió, además, la implementación del plebiscito como método de refrendación de los acuerdos finales.
"Es una oportunidad única que tenemos los colombianos. Por eso la Universidad está absolutamente comprometida, porque consideramos que es un deber, no solo hacer el análisis real de lo que sucede en el país, sino también tener a la ciudadanía alimentada con la información de todos los sectores que pueden opinar sobre el fin del conflicto", expresó Juan Luis Mejía Arango, rector de EAFIT, al inicio de la programación.
Entre los objetivos de estos conversatorios están explicar a la sociedad civil los alcances de los acuerdos de la Mesa de Conversaciones; identificar los retos de su implementación territorial; dar a conocer los Consejos Territoriales de Paz; y, además, garantizar la participación amplia y plural de sectores sociales e institucionales. "Discutir estos temas es trascendental y fundamental para el país. El proceso de paz es un hito y necesitamos entre todos construir la cultura de la no-violencia", dijo Óscar Hurtado Pérez, representante a la Cámara.
Por su parte, Víctor Correa Vélez, representante del Polo Democrático y quien también acompaña a la Comisión de Paz, señaló que estos espacios ayudan a construir una conciencia del proceso, pero también de los retos que significa la construcción de una paz estable y duradera. “Se viene un momento complejo pero muy importante para el proceso de paz, porque le va a dar a la ciudadanía la oportunidad de expresarse frente a los acuerdos que se firmaron en La Habana".
A puertas de la firma del acuerdo final, que espera la refrendación de los ciudadanos colombianos, reflexionar sobre cuál es el papel que va asumir el país en la nueva realidad del posconflicto es fundamental para la construcción de la paz. Llevar derechos a los territorios y comunidades, que han sido históricamente marginados por la violencia, y constituir sujetos políticos informados de sus propias realidades es uno de los retos de estos conversatorios.
Lothar Witte, director de Friedrich Ebert Stiftung (Fescol), ante los nuevos desafíos del país manifestó en el evento que la importancia de los acuerdos de paz va más allá de las fronteras del país. "Colombia tiene la oportunidad de escribir la primera historia positiva del siglo 21. Está mejorando mucho y eso se ve tal vez más desde afuera. Estamos muy cerca de lograr un acuerdo, pero esto solo va a ser el inicio de una nueva fase más complicada, que es la de construir la paz. Y esta fase involucra a todos".
Con los espacios académicos y pedagógicos -que desde la Universidad se abren para toda la comunidad- se aporta a la construcción de la paz y, a su vez, asume un rol protagonista de las transformaciones sociales y económicas del país. En este sentido, Alberto Echavarría Saldarriaga, vicepresidente de la ANDI, dijo que la voz de los empresarios también es una voz importante dentro del proceso de paz. “Buscamos propugnar por el desarrollo del país y nada mejor que en un ambiente de paz, de entendimiento mutuo. Hemos entendido que este momento histórico va reflejar una gran transformación".
Roy Barreras Montealegre, senador y copresidente de la Comisión de Paz, de acuerdo al tránsito a la legalidad de grupos alzados en armas y su posible participación en política, enfatizó en la necesidad de lograr el fin del conflicto social sin el uso de la violencia. “Hoy en La Habana se discute como un grupo va a dejar las armas para entrar a la institución. De esta manera se intenta reconstruir la legitimidad de la política colombiana. Estos acuerdos no solo son una firma, sino la oportunidad de crear espacios de participación”, concluyó.
En la jornada de la mañana también participó el senador Iván Cepeda, y durante toda la programación intervinieron representantes de los Ministerios del Interior, Justicia y del Derecho, y Agricultura y Desarrollo Rural, así como de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, la Alta Consejería del Posconflicto, Derechos Humanos y Seguridad, el Programa de Naciones Unidas y el Consejo Nacional de Paz.
Las conclusiones del evento estuvieron a cargo de Lucía González Duque, de la oficina del Alto Comisionado para la Paz, quien aseguró que lo que se viene es una transformación cultural e institucional, porque "lo que se ha pactado en La Habana nos conviene a todos los colombianos, no solo a unos".
Indicó que es el pacto más novedoso que se ha escrito en la historia, que recoge los aprendizajes en justicia transicional y las recomendaciones que se recibe de otros países y tiene veeduría internacional. Sostuvo que Colombia inaugura en la práctica política una justicia transicional y que las víctimas tienen un reconocimiento porque hay un pacto con la sociedad, con la sociedad sufriente.