Actualidad eafitense
Una nueva patente de invención,
fruto de la investigación eafitense
Esta es la segunda patente que se desarrolla este año en conjunto con el Metro de Medellín. La anterior fue otorgada en septiembre de este año.
• La buena noticia llega desde la Superintendencia de Industria y Comercio que, mediante la Resolución número 84669, otorga a EAFIT y al Metro de Medellín la patente Dispositivo de suspensión para vehículos ferroviarios.
• Esto permite que los trenes del Metro se desempeñen de mejor manera en tramos curvos al generarle mayor flexibilidad. La vigencia de la invención va desde 2010, año en que se radicó el proyecto, hasta 2030.
Es la número ocho en términos de invención y, sumada a las siete de modelo de utilidad, la Universidad ajusta 15 patentes que, desde el año 2000, muestran el trabajo investigativo de docentes y estudiantes.
A esa relación se unen empresas como el Metro de Medellín, entidad que, desde hace 10 años, sostiene proyectos con la Institución y con quien este año se han generado dos patentes de invención.
Esta vez se trata del Dispositivo de suspensión para vehículos ferroviarios, un dispositivo que mejora el desempeño de los trenes en las curvas y que fue aprobado por la Superintendencia de Industria y Comercio, a través de la Resolución número 84669.
“Desde la suspensión de los trenes se le da mayor flexibilidad al vehículo y permite que se reduzcan las cargas dinámicas no deseables. Esto ayudará también a extender la vida útil de esos componentes que están en la fase rueda-riel y elementos de la suspensión primaria del tren. Además, la actual vía ferroviaria presenta un porcentaje considerable de tramos curvos”, dice Leonel Castañeda Heredia, docente del Departamento de Ingeniería Mecánica.
Optimización del desempeño de vehículos fase I. Desarrollo de un prototipo fue el nombre que recibió el proyecto que tardó cerca de dos años en desarrollarse y en el que participó también Colciencias, profesores y estudiantes eafitenses. La vigencia de la invención va desde 2010, año en que se radicó el proyecto, hasta 2030.
“Estos procesos pueden tomar algunos años, pero en EAFIT estamos convencidos de esta labor y por eso tenemos en proceso otra gran cantidad. Estamos orgullosos de continuar por este camino”, comenta Félix Humberto Londoño González, director de Investigación.
Por su parte, Mauricio Palacio López, profesional de investigación, desarrollo e innovación del Metro de Medellín, aduce que todos los procesos de patente han surgido porque tanto EAFIT como esta entidad han trabajo en proyectos de innovación donde se detecta una posibilidad de patentamiento.
“Al ver que esto tiene sentido para ambas partes nos ponemos de acuerdo para aplicar a las reglas básicas de este proceso”, comenta y añade que es un trabajo en la línea de la triada universidad-empresa-Estado, “en donde las instituciones nos aportan con el respaldo académico, la empresa en su conocimiento del día a día y el Estado con la financiación para las investigaciones que, entre los tres, queremos realizar”.
Un aporte para el desarrollo del sistema ferroviario
Y es que, según cuenta el directivo, en el siglo pasado hubo un importante avance en este tema, pero la industria automotriz lo desplazó.
“Es un error que cometió el país al abandonar el tema de los ferrocarriles, no solo en la estructura, sino también en el conocimiento, recurso y talento humano que se perdió, en su momento, por esta causa”, dice Félix.
Sin embargo, ahora hay luz verde en este aspecto, pues el Metro de Medellín, en sus 20 años ha hecho un proceso en ese sistema a pequeña escala que, a futuro, promete extenderse y apoyar la movilidad en el área metropolitana.
Prueba de esto es la reciente inauguración del Tranvía de Ayacucho que conecta la zona centro de la ciudad con el barrio Alejandro Echavarría al Oriente, o los sistemas de transporte por cable en donde los investigadores de la Universidad también han participado. En septiembre de este año, por ejemplo, lograron patentar unos sensores que permiten sistematizar algunas variables y reemplazar la labor manual de los operarios.
“Esto tiene mucho sentido porque las patentes son evidencia de la generación de nuevo conocimiento y lo que queda aquí es fruto de esa relación con la que contribuimos a la creación de soluciones en temas relacionados con el transporte masivo y el sistema ferroviario”, puntualiza el directivo.
La Institución empezó su proceso de patentes a principios del siglo, la primera aprobación la recibió en 2005 y desde hace un par de años recibe dos patentes anuales, lo que la reafirma en su propósito de ser una universidad de docencia con investigación, así como en su interés por la relación con otras empresas y el Estado.