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Acreditaciones / Sistema SiaceIntranet Entrenos / NoticiasNoticias 2014OctubreLa confianza es la clave de la integridad académica
01/10/2014

Actualidad eafitense

La confianza es la clave 
de la integridad académica


Tracey Bretag es fundadora de la Revista Internacional de Integridad para la Educación y editora en jefe del Manual de Integridad Académica, que será publicado por la editorial Springer en 2016.

​• Esa fue la conclusión de la conferencia Construir confianza: construir integridad, que ofreció en EAFIT Tracey Bretag, doctora en Educación.

• El evento, que se desarrolló el martes 30 de septiembre, hace parte de la quinta fase del programa institucional Atreverse a Pensar.

Una palabra: confianza. Un grupo de actores: la comunidad universitaria. Un objetivo: la integridad académica. Los elementos están identificados, la meta también. ¿Dónde está la desconexión?
 
Según lo expuso Tracey Bretag, docente de Ética, Comunicación y Desarrollo profesional de la Universidad de South Australia, el problema de la integridad académica es el resultado de la desconfianza entre profesores y alumnos, quienes se encuentran, si acaso, en los salones de clase para hacer un intercambio que más parece una transacción comercial: el uno paga, el otro entrega un conocimiento. 
 
Y es que la experiencia universitaria ya no se valora como un proceso en el que, más allá de la obtención de un saber particular, se adquiere la habilidad de pensar, dijo Bretag, quien añadió que “el valor lo tiene actualmente el diploma, que es un mero símbolo que no tiene en cuenta lo que se hizo para obtenerlo”. 
 
La invitada de la conferencia Construir confianza: construir integridad, que se dictó el martes 30 de septiembre y que hace parte de la quinta fase del programa eafitense Atreverse a Pensar, explicó que este panorama es, en parte, el resultado de los escasos lazos que median entre alumnos y profesores, entre los que se generan tensiones por varios factores.
 
Por ejemplo, ¿por qué los estudiantes no confían en sus profesores? De acuerdo con la investigación de Bretag estas son algunas de las razones: el contenido de las materias no es acorde con el contexto actual, se percibe que el material que utilizan es obsoleto y poco atractivo, no hay retroalimentación de los trabajos entregados, los jóvenes no tienen acceso a los profesores fuera del aula, los docentes incumplen el horario y las fechas de entrega de las notas, no son imparciales en su trato con los alumnos y no tienen empatía con sus problemas personales.
 
En síntesis, reconoció Bretag, “los profesores no estamos haciendo de la enseñanza una prioridad”, y esto lo perciben los estudiantes con los que se ha llegado a un implícito pacto en el que “yo te dejo en paz, si tú me dejas en paz”, es decir, notas decentes y poco esfuerzo por parte de ambos.
 

Ruptura de doble vía

Pero la crisis de la integridad académica también tiene otra cara: la de la desconfianza que sienten los docentes frente a sus alumnos y que, en parte, es producto del valor que les da la sociedad a los educadores.
 
A ellos, manifestó Tracey Bretag, cada día se les exigen más resultados. Las aulas son tan numerosas que no pueden, siquiera, llegar a conocer a sus estudiantes.
 
“La puerta de mi oficina está cada vez más entrecerrada”, admite Bretag, quien es consciente de la dificultad de encontrar un equilibrio entre la enseñanza de calidad y las demás imposiciones propias del mundo académico.
 
Que los alumnos no tengan acceso a sus docentes y no encuentren en ellos interés por su aprendizaje puede llevar a que recurran al plagio u otras prácticas deshonestas para cumplir con sus asignaciones. A su vez, la trampa genera una reacción negativa en los profesores, que pueden llegar no solo a generalizar los comportamientos, sino a convertirse en policías.
 
Se trata entonces de un círculo vicioso que atenta contra los cinco valores sobre los que se sustenta la integridad académica: honestidad, confianza, respeto, imparcialidad y responsabilidad.
 
¿Cómo hacer frente a esta situación? No hay fórmulas mágicas, manifestó durante su conferencia la profesora Bretag, pero hay acciones que pueden ayudar como establecer reglas y estándares para toda la comunidad universitaria; formar a los estudiantes en los valores que se citaron anteriormente, pero reconociendo que no se trata, simplemente, de dictárselos el día de la inducción; destinar recursos para capacitar a los docentes en herramientas pedagógicas; y, sobre todo, darle valor a la integridad académica como una cultura que se construye en todos los que integran la comunidad académica.
 
Última modificación realizada el 02/10/2014 10:22 por Bibiana Andrea Mona Giraldo

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