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Ellas asumen otra profesión: la de ser madres

​Estas mamás y empleadas de EAFIT comparten sus experiencias en el cumplimiento de este doble rol. 

​ • Este domingo 11 de mayo se celebra en el país el Día de las Madres, una fecha que tiene un sentido muy especial para muchas mujeres que, adicional a su vida laboral, viven esta experiencia de ser mamás.

• En esta oportunidad, la Universidad destaca a cuatro eafitenses que representan a las muchas que todos los días cumplen con sus dos roles: el de empleadas y el del cuidado de sus hijos.

Cuenta la historia que el Día de las Madres tuvo su origen en 1870, cuando la escritora estadounidense Julia Ward convocó a todas las madres del mundo a rebelarse contra la guerra.
 
Ese año Ward escribió la Proclama del Día de las Madres, en la que, precisamente, realizó un llamado a las mujeres para unirse por la paz y el desarme. Además, organizó conferencias de paz en Estados Unidos y Gran Bretaña e impulsó la creación de un día dedicado a la mujer y a la maternidad. Sin embargo, fue solo hasta 1914 cuando se instituyó este día de manera oficial.
 
“No se llevarán a nuestros hijos para que desaprendan todo lo que hemos podido enseñarles acerca de la caridad, la compasión y la paciencia”, dice la Proclama.
 
No obstante, aunque se ha ido olvidando el origen de esta celebración, lo cierto es que cada año se aprovecha este día para exaltar una de las labores más bonitas, más satisfactorias y más exigentes: ser mamá. Sobre todo en el mundo actual, donde tantas mujeres, además de tener a sus hijos, se dedican también a su trabajo, se fortalecen profesionalmente y, a la vez, contribuyen con la economía de su hogar.
 
En EAFIT son muchas las mujeres que asumen este rol. Sonia López, Nathalia Franco, Aseneth Tabares y Carolina Hoyos comparten sus experiencias como madres y lo que significa para ellas asumir su doble responsabilidad.
 

Doña Aseneth, una vida de esfuerzo por sus hijas

Aseneth Tabares de Correa, auxiliar operativa del Área de Aseo, trabaja en EAFIT desde 1993. Tiene tres hijas y un nieto: Yudy Estela, de 40 años, y el hijo de esta de 19; Jenny Aseneth, de 39; Divey Lizeth, de 24.
 
Si bien sus hijas mayores ya formaron su propio hogar, y la menor ya está en edad adulta, la vida de doña Aseneth ha sido de esfuerzo y de lucha constante. Cuenta que siempre se levanta a las 4:00 a.m., pero que cuando sus hijas estaban pequeñas, se levantaba a las 3:00 a.m. para dejarles los uniformes, el almuerzo y el desayuno listos para que el papá o una tía las ‘despachara’ para el colegio, y en las tardes llegaba a hacer la comida. “Así era la rutina todos los días”, dice.
 
Afirma esta eafitense que, en su momento, cuando trabajaba horas extra tenía poco tiempo para su familia pero ahora, aunque ya no vive con sus hijas mayores, ellas viven cerca y la visitan constantemente.
 
“Ser mamá es algo inigualable que no logro descifrar, es algo muy lindo, es una bendición del Señor. Tener un hijo es ser capaz de dar la vida por ellos, de dedicarles el trabajo y estar en las buenas y en las malas”, asegura.


Nathalia ama la ternura de Tomás y Emily

Además de ser jefa del Fondo Editorial, Nathalia Franco Pérez es la mamá de dos niños: Tomás, de cinco años; y Emily, de uno. Por su experiencia, afirma que no es fácil lograr el balance de ser madre y trabajar a la vez, pero decidió asumir el reto porque era justamente lo que quería: ser mamá y trabajar por su satisfacción personal.
 
“Yo creo que hay que ser conscientes de que hay que estar en lo más esencial. Uno no puede estar en todo, pero los momentos que uno comparte con ellos deben ser sagrados. Es decir, hay espacios que no se negocian, como las mañanas para despertar a los hijos, bañar a la niña y desayunar con ellos; y las noches, cuando uno llega del trabajo tiene que aprender a desconectarse: dejar el celular y el computador a un lado, comer con ellos, leer libros y cuando estén más grandes ayudarles en sus tareas y acompañarlos en sus proyectos”, dice.
 
 Así mismo, asegura que ser mamá es el regalo más grande que la vida puede dar, pero también es el compromiso más difícil y que más renuncias implica, pues cuando se es mamá, “ya el tiempo no le pertenece a uno, sino que lo que prima son las necesidades de los hijos”.
 
“Ser mamá es hermoso porque se ama incondicionalmente, porque la ternura de los niños es maravillosa y además lo centra a uno en lo que es la grandeza de la vida”, concluye.
 

Sonia, profe en las aulas y en la casa

Como una profesora en todos los contextos de su vida. Así se describe Sonia Inés López Franco, profesora del Departamento de Humanidades, una eafitense que  ha estado vinculada a EAFIT desde hace 15 años y que además es la madre de Isaac, de 19 años; y de Sofía, de 15.
 
Ella, que como mamá es más profesora, dice que su actitud frente a sus hijos es muy extraña, por eso lo que hace es gozarse al máximo todo los momentos que comparte con ellos. “A mis hijos los disfruto porque sé que son muy poquitos los tiempos que he estado con ellos por estar dedicada al trabajo, entonces creo que ha sido más la intensidad de los momentos que hemos compartido que la cantidad de tiempo”.
 
Sobre sus hijos dice que son muy académicos y que han estado vinculados a EAFIT desde muy pequeños. Ambos han hecho parte de la Universidad de los Niños. Sofía, por ejemplo, ya está en la etapa de Investigadores, y además aprendió a nadar y juega fútbol en la Universidad, mientras que Isaac ya está cursando cuarto semestre de Historia en la Universidad Nacional. “Es un humanista como yo”, expresa.
 
En este sentido, asegura que lo mejor de ser mamá es ver crecer a sus hijos, verlos tomar decisiones y ver cómo van siendo cada vez más autónomos y van desarrollando un carácter tan certero sin que ella, como madre, lo haya marcado de esa manera.
 

Carolina espera a Isabel

Isabel será el nombre de la bebé que espera Carolina Hoyos Cardona, analista de calidad del Centro de Informática. Ella, que tiene siete meses de embarazo, se está preparando para enfrentar este doble rol de ser mamá y empleada a la vez.
 
Por eso, afirma que, a través del ejercicio y de una buena alimentación, ha tratado de conservar su salud para cuidar a su hija y responder ante las exigencias de su trabajo.
 
“Soy consciente de que estoy en una condición especial, por eso siempre estoy pendiente de todo lo que voy sintiendo, para tratar de manejar el tema de las emociones”, señala esta próxima mamá, quien asegura que la idea es equilibrar todo lo que le pasa en su estado porque puede verse reflejado en el día a día de su labor en la Universidad.
Bibiana Andrea Mona Giraldo
Última modificación realizada el 09/05/2014 9:40 por Bibiana Andrea Mona Giraldo