• Esta dirección, creada en septiembre de 2012, tiene entre sus objetivos buscar la excelencia. Para esto trabajan por mejorar de forma permanente los currículos y los planes de estudio, así como por contar siempre con profesores idóneos.
• Su gestión académica está articulada con las decanaturas, los departamentos y las jefaturas de carrera, y su labor administrativa se trabaja en conjunto con la Dirección de Desarrollo Humano-Bienestar Universitario.
Preservar la excelencia académica es una de las frases más conocidas por los eafitenses. Y no es para menos, pues es uno de los tres ejes del Plan Estratégico de Desarrollo 2012-2018.
Para alcanzar este objetivo, la Institución tiene claras algunas estrategias entre las que el papel de la docencia es fundamental, razón por la que, desde septiembre de 2012, existe en EAFIT la Dirección de Docencia, que la integran dos personas.
Sí. Gabriel Jaime Arango Velásquez, director de docencia; y Andrés Felipe Gómez Sepúlveda, auxiliar administrativo, son quienes se encargan de la administración y la gestión académica de la Institución, distribuida en distintos estamentos, liderados por las cinco decanaturas de escuela.
“La docencia hace parte de la Misión de la Universidad y lo que nosotros somos es facilitadores de unos procesos que se realizan en cooperación con todos los agentes académicos”, asegura Gabriel Jaime.
De esta manera, la gestión académica se articula a la de las decanaturas, los departamentos y las jefaturas de carrera, mientras que la gestión administrativa se realiza gracias al trabajo conjunto con la dirección de Desarrollo Humano-Bienestar Universitario.
El directivo agrega que su trabajo es una dinámica de grupo, pues la dirección tiene presencia, además, en dos organismos de decisión en los que se revisan asuntos inherentes a esta gestión: el Consejo Académico, y el Comité de Formación y Capacitación Profesoral. Así mismo, participa en los comités de Escalafón y de Propiedad Intelectual.
De esta manera, los objetivos trazados por esta dependencia estratégica de EAFIT se resumen en la búsqueda de la excelencia, propósitos que se alcanzan a través de una revisión y una mejora permanente de los currículos y de los planes de estudio; al disponer de un profesorado idóneo en términos científicos y pedagógicos; al lograr una administración académica ágil, fresca, e innovadora que garantice el cumplimiento de todos los requisitos legales; y al gestionar el conocimiento en educación, pedagogía, didáctica y divulgación.
Dos personas idóneas
Andrés Felipe trabaja en EAFIT desde 2003, pero antes de llegar a esta dirección, en mayo de 2013, se desempeñó como auxiliar en el Centro de Educación Continua (CEC) y en el Departamento de Prácticas Profesionales.
En la actualidad tiene entre sus funciones la atención de usuarios internos y externos, y la administración del Sistema de Evaluación a la Docencia de Excelencia (Siede).
Para él, lo mejor de esta oportunidad es que puede trabajar con un líder que ve en la educación la manera de transformar e impactar la sociedad, que con su vocación, convicción y amor por lo que hace logra motivar e inspirar a otros a trabajar cada día con toda la disposición, y aportar para el logro de los mejores resultados.
Por su parte, Gabriel Jaime Arango trabaja en EAFIT desde septiembre de 2012, cuando se creó esta dependencia. Pero antes de su llegada a la Institución este licenciado en Filosofía y Letras de la Universidad Pontificia Bolivariana y comunicador social-periodista de la Universidad de Antioquia, con estudios complementarios en educación, gestión cultural y gerencia social, tuvo una amplia trayectoria en el servicio público y se hizo merecedor de importantes reconocimientos.
Él se describe como un educador y un promotor cultural que ha trabajado la relación entre la educación y la cultura, por lo que considera que tener la posibilidad de aportar a la Universidad le ha significado no solo sumarse a un equipo intelectual y académico muy bien preparado y comprometido con la formación de profesionales, con una vocación de búsqueda de la excelencia, sino estar trabajando en la causa de su vida.
“Por consiguiente he estado muy contento de poderle servir a esta Institución y a esta motivación en la que creo: la educación”, puntualiza Gabriel Jaime.