• Un comité editorial de alto nivel, contar con artículos de expertos en las ciencias administrativas, y publicar en inglés y en español son algunas de las razones que tienen a esta revista de la Escuela de Administración en esta categoría.
• La publicación, que imprimió su primera edición en 2002, contempla temas de mercadeo, negocios internacionales, organizaciones y gerencia, mercados emergentes, contaduría, responsabilidad social empresarial y multilatinas.
Cada dos meses, profesionales y académicos de las ciencias administrativas reciben un ejemplar de la revista eafitense AD-minister, una publicación que tiene canje con cerca de 90 instituciones y que se encuentra incluida en directorios internacionales como EconLit, Ebsco, PorQuest, Dialnet, Redalyc, Cengage y Doaj.
Su carácter científico; sus artículos, escritos por expertos de las ciencias administrativas; sus textos en inglés y en español; y un comité editorial, conformado por académicos de alto nivel son los aspectos por los que el índice bibliográfico nacional Publindex, de Colciencias, decidió subirla a categoría B.
Para María Alejandra Gonzalez-Perez, editora de la publicación, la nueva calificación de la revista significa calidad, estar inmersos en redes científicas, así como una mayor credibilidad internacional. Pero, además, es una muestra del compromiso que tiene la Escuela de Administración con este medio de difusión científico.
“Esto significa la posibilidad de tener una publicación propia que dé cuenta de la calidad editorial, del rigor que nosotros estamos asumiendo y de la capacidad de atraer artículos de alto nivel científico dentro de la Universidad”, afirma.
María Alejandra, junto a Francisco López Gallego, decano de la Escuela de Administración y director de la revista, y Heiner Mercado Percia, profesor de esta dependencia y quien ejerce como coordinador editorial, son los responsables de que cada seis meses la publicación llegue a las manos de su público.
Ellos cuentan, a su vez, con un equipo de trabajo responsable de ejecutar los planes de gestión editorial que apuntan a la calidad de sus contenidos; a las buenas prácticas editoriales; al aumento de la visibilidad; a la internacionalización; y la comunicación directa y ágil con los lectores, autores y árbitros.
AD-minister quiere decir “al servicio de”
La primera edición de esta revista apareció en septiembre de 2002, como una iniciativa de los profesores del Área de Pensamiento Administrativo, de la Escuela de Administración.
Olga Lucía Garcés Uribe, su fundadora y anterior editora, explica que el nombre de la revista se eligió para responder a la necesidad de darle cabida a todas las voces de la escuela.
“Cuando empezamos a pensar en nombres, queríamos uno que nos permitiera reunir varias voces dentro de la revista, porque además de los departamentos de Contaduría, Mercadeo, Negocios Internacionales, y Organización y Gerencia, en ese entonces también estaban el de Economía y el de Finanzas”, señala Olga Lucía.
Por eso pensaron en AD-minister, que es el vocablo latino que le da origen a la palabra administración, y que significa “al servicio de”.
Así, temas de mercadeo, negocios internacionales, organizaciones y gerencia, mercados emergentes, contaduría, responsabilidad social empresarial y multilatinas son los que se leen en sus páginas ya reconocidas en el ámbito internacional.
“Aunque AD-Minister es una revista académica, nosotros le abrimos un espacio a las tendencias administrativas, y acercamos también al público gerencial a temas académicos”, indica María Alejandra.
Hoy, después de 12 años existencia, el comité editorial de AD-minister lo conforman profesores de instituciones como la Universidad de Deusto, la Universidad Técnica Federico Santa María, University of London, Texas A&M University, University of Hull, University of Maribor, HEC-Montreal, Pontificia Universidad Católica del Perú, Institute of Environmental Science and Research Ltd (ESR), entre otras.
“Es muy satisfactorio ver esta publicación en el ámbito internacional. Esto es el resultado del trabajo de autores, evaluadores, comité editorial y muchas más personas, pero también es el reflejo de la intención de construir comunidad académica”, expresa Olga Lucía.
Para ella este logro implica un reto importante, pues significa mantener la revista en unos estándares de calidad suficientes para seguir avanzando en las categorías y competir internacionalmente.