• Fomentar la cultura del ahorro y la inversión es uno de los objetivos de Fomune, entidad constituida con el ahorro periódico de sus afiliados (los empleados) y las contribuciones que realiza la Universidad.
• Además de la posibilidad de créditos y de contar con los ahorros propios, los afiliados a Fomune se benefician de los aportes que hace la Institución y de los rendimientos del Fondo.
Existen tres posibilidades de ahorrar: la legal, la adicional y la extraordinaria. Estas son las opciones que ofrece el Fondo Mutuo de Inversión y Ahorro Fomune a los empleados de EAFIT, por medio del que busca estimular el ahorro a largo plazo.
Óscar Eduardo Medina Arango, gerente de Fomune, dice que para afiliarse se exigen dos requisitos: querer ahorrar y ocupar un cargo de planta en EAFIT con contrato de trabajo a término fijo o indefinido. “Se requiere un elemento de voluntad y otro procedimental”.
Así, si una persona decide hacer parte de este colectivo y cumple los requisitos puede acceder a algunos beneficios como, por ejemplo, recibir los rendimientos del Fondo, producto de las inversiones que se realizan en títulos de renta fija y renta variable; y tener acceso a préstamos de libre inversión, a partir de los primeros seis meses de ahorro, o de vivienda, a partir de los 12 meses.
Tres formas de ahorrar
Dado que la idea es estimular en los empleados el ahorro a largo plazo, existen tres modalidades con las que se puede participar. Una de estas es el aporte legal, que es un valor que puede llegar, según la capacidad del depositante, hasta el cuatro por ciento del salario básico. El monto elegido es descontado de la nómina del afiliado cada mes.
Y, de acuerdo con este valor depositado, la Universidad aporta un 50 por ciento adicional. “Si, por ejemplo, yo me gano 3.000.000 de pesos, puedo ahorrar hasta el cuatro por ciento, que serían 120.000 pesos, y la Universidad automáticamente aportaría, a mi nombre, 60.000 pesos. Sin embargo, EAFIT pone como tope hasta el 25 por ciento de un salario mínimo mensual legal vigente, es decir: 154.000 pesos”, comenta Óscar.
Este beneficio se hace efectivo según el tiempo de ahorro del afiliado, es decir, los aportes de la Universidad se pueden disfrutar en un ciento por ciento después de tres años; en un 60 por ciento, cumplidos los dos años; y un 30 por ciento pasado un año.
Otro tipo de aporte es el adicional, que es aquel que el empleado autoriza hacer y que no puede superar el 10 por ciento del salario mensual. Por último, están los aportes extraordinarios, que no tienen límite de valor y que surgen de las primas, bonificaciones o pagos que se generan por cátedras u otras actividades por fuera de la obligación laboral.
De igual forma, si la decisión es hacer retiros del dinero ahorrado existen dos caminos: uno es el retiro parcial que se puede efectuar después de tres años de afiliado. En este se puede retirar parcialmente lo que tenga en aportes adicionales, especiales y utilidades reinvertidas, solo una vez por año.
La otra modalidad es el retiro total, caso en el que habrá posibilidad de una nueva afiliación, si es primera vez, luego de un año por fuera; o cuando se haya realizado más de un retiro, de 18 meses.
Préstamos
Los préstamos también son una buena opción para quienes hacen parte de este fondo. Para acceder a estos es necesario tener capacidad de descuento por nómina.
Además, hay que tener en cuenta que se puede solicitar un préstamo, con codeudor, de hasta tres veces lo ahorrado, o acceder a un crédito, sin codeudor, de hasta el 120 por ciento sobre el ahorro propio.
“Si yo tengo, por ejemplo, un ahorro de cinco millones de pesos, podría prestar hasta seis millones sin codeudor, siempre y cuando tenga capacidad de pago en nómina”, asegura el gerente de Fomune.
De esta manera, lo que se busca es estimular a los empleados para que ahorren a largo plazo, porque entre más tiempo permanezcan en el Fondo, mayor será su capital, así como su capacidad de préstamo.
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