• Este jueves 14 de agosto se inaugurará la exhibición Color Amazonia, de la artista Susana Mejía. La cita es a las 7:30 p.m. en el Centro de Artes. Este espacio cultural estará abierto hasta el 25 de septiembre.
• Fibras naturales, un herbario, un vivero, una instalación de sonido y video, y un libro en el que se plasma la búsqueda de color serán parte de esta experiencia para los sentidos.
Color Amazonia es la memoria de una búsqueda elemental en la que el color es un pretexto para exaltar el inmenso valor de una selva que ha ido desapareciendo con el paso del tiempo. Es, además, un encuentro entre lo esencial de la naturaleza humana, que sabe transformar, y la naturaleza botánica, que provee un sinfín de posibilidades.
Esas dos palabras son, a su vez, el nombre de la nueva exposición, que se inaugurará este jueves 14 de agosto a las 7:30 p.m., en el Centro de Artes, ubicado en la Biblioteca Luis Echavarría Villegas.
Este es un proyecto que combina ecología, geografía, color, belleza de las formas y, ante todo, el deseo de una artista por recordar una región que sufre no solo de deterioro, sino de olvido.
“Queríamos encontrar lo más hermoso que hubiera ahí para hacer una denuncia muy sutil. Necesitábamos recordarle a la gente que la Amazonia todavía existe”, explica su artista Susana Mejía Villa.
Todo lo que se verá en la exhibición, que irá hasta el 25 de septiembre, fue hecho artesanalmente en un rústico taller de trabajo cerca de la ciudad de Leticia. Los indígenas de la zona tuvieron un papel indispensable, pues no solo se encargaron de extraer el pigmento de las plantas, sino también de compartir con la artista los secretos ancestrales que permiten extraer la riqueza del territorio.
Según Juan Luis Mejía Arango, rector de EAFIT, “esta exposición es un ejemplo de la riqueza visual que Susana y las mujeres del Amazonas extraen de una flora en peligro de desaparecer”.
Y es que durante los últimos siete años, esta artista antioqueña, acompañada de un grupo de amigos, entre los que hay biólogos, antropólogos, fotógrafos, videastas y artistas de sonido ha rondado la Amazonia en busca de colores, aquellos que guardan como tesoro plantas de nombres y aspecto exóticos.
Con la ayuda de los conocimientos ancestrales de comunidades indígenas, el grupo identificó 11 especies botánicas y los procesos de alquimia que permiten utilizar, de manera artesanal, sus pigmentos sobre fibras naturales como fique, algodón y papel.
Fibras, sonido y color
Estas fibras, un herbario y un vivero que reúne las plantas utilizadas serán expuestas, así como una instalación de sonido y video, y un libro en el que se plasma esta búsqueda de color cuyo resultado es una experiencia para los sentidos.
Para Susana, las protagonistas de este proyecto son las plantas. “Lo importante no son solo los teñidos o las imágenes que se pueden pintar con su pigmento, sino la capacidad que tienen de brindar color y la magnífica biodiversidad de una selva que está siendo olvidada”.
Parte del proceso que hizo posible esta exposición fue identificar cuáles eran las plantas más usadas en la Amazonia. Las elegidas fueron Chontaduro, Bure, Huito, Huitillo, Achiote, Amacizo, Palo Brasil, Cudi, Chokanary y Llorón. También incluyeron una planta no nativa, pero que se encuentra en muchas de las áreas visitadas: la Cúrcuma, originaria de Asia.
La siguiente etapa consistió en reproducir las plantas en un terreno cerca de Leticia hasta tener un pequeño plantío de cada especie. Este paso lo repitieron más tarde y con gran dificultad en Medellín, hasta que lograron aclimatar las plantas.
Los colores provienen, en cada caso, de una parte diferente de la planta: hojas, corteza, raíces, semillas, cáscara del fruto. Cada una requiere de una técnica diferente de extracción y se usa de manera muy distinta como tintura.
De acuerdo con Juan Antonio Agudelo Vásquez, coordinador del Área de Extensión Cultural, Color Amazonia representa, de alguna manera, la Misión de la Universidad al resaltar el respeto que las personas deben tener por la naturaleza. Es una exposición que, según él, no tiene precedentes en Colombia y es un llamado de atención para recordar a una Amazonia que se está perdiendo.