• El escritor colombiano ofreció la conferencia La guerra y la paz. Una mirada cultural y literaria, que se desarrolló el martes 29 de abril.
• El evento hizo parte del programa Lecturas de autor, que organizó la maestría en Hermenéutica Literaria de la Universidad.
Lo dice Santiago Gamboa: “La guerra es un hecho cultural y no es igual en todas partes. Cada sociedad imprime en ella su forma de ser, actuar y pensar”.
Esta reflexión hizo parte de la conferencia La guerra y la paz. Una mirada cultural y literaria, de este escritor y periodista nacional, y quien se presentó en EAFIT el martes 29 de abril en desarrollo del programa Lecturas de autor, de la maestría en Hermenéutica Literaria de la Universidad.
Para él, el hombre es un ser violento y egoísta por naturaleza y es la sociedad la que se encarga de educarlo al incorporarlo a la civilización y, de esa manera, pueda convivir en paz con otros seres humanos.
“Lo que hay en cada una de las guerras determina lo que será después la paz. El golpe que produce la guerra y la contundencia de ese golpe hacen que después la paz dure más o dure menos. Es algo así como un boomerang… La guerra siempre regresa, nunca deja de existir porque está absolutamente incorporada en la experiencia y en la cultura de la condición humana”, dijo Santiago.
El autor de la novela Perder es cuestión de método explicó que la guerra no sólo forjó una identidad para los pueblos, sino que, además, contribuyó en la organización de la sociedad, inclusive indicó que no todas las sociedades luchan de la misma manera y, por eso, cada conflicto es una forma de cultura. “Cada guerra tiene su paz: la que le es propia y le sirve solo a esta, no a ninguna otra”, complementó.
Al ser la guerra un hecho cultural propicia, entonces, un debate, se inserta en el imaginario de una sociedad y en su memoria y, por lo tanto, cincela las ideas que al final se transforman en cultura. Por eso, según el escritor, la pintura, la música y la literatura están plagadas de guerras, crímenes, combates y muerte.
El evento también buscaba dar a conocer la nueva obra del escritor: La paz y la guerra. Para Gamboa los grandes conflictos, a través de la cultura, se transforman en conocimiento y las convicciones inamovibles a las que una sociedad llega gracias a este son, tal vez, la única retribución que se obtiene después de la guerra.
Cultura y filosofía
El autor propone analizar la guerra desde una mirada cultural y filosófica donde las manifestaciones artísticas juegan un papel indispensable a la hora de entender que el conflicto también es un problema social.
Cuando el arte dejó de ser celebratorio de reyes y salió del palacio se alejó de la guerra y empezó a observar la naturaleza y al ser humano común y corriente. Es ahí cuando el escritor dice que la paz llegó a los lienzos.
¿Pero entonces qué puede hacer la literatura en la guerra? Según Santiago la literatura puede contar la historia para que las generaciones futuras la lean y la recuerden y, sobre todo, para que no se repita.
El periodista mencionó novelas como El olvido que seremos, El ruido de las cosas al caer y El diario, entre otras, para explicar que “la lectura nos hace conocer de un modo más profundo las cosas y que, seguramente, quien ha leído de joven las consecuencias de la guerra es difícil que en la edad adulta elija ese camino para resolver sus diferencias”.
Como lo expresó el escritor colombiano no se puede hablar de guerra sin hablarse de paz. La ausencia de una es la presencia de la otra. Y ambos temas no solo conciernen a la rama política, sino también a todas las personas que hacen parte de la sociedad.