• Con siete sillas, distribuidas en distintos lugares de la Universidad, y cuatro personas encargadas de realizarlo regresa este servicio, del Área de Salud Ocupacional, para que los empleados lo disfruten cada vez que lo consideren necesario.
• El servicio, que tiene una duración de 10 minutos por persona, ahora se ofrece sin cita. Solo hay que llegar, según el horario, a los diferentes puntos donde se encuentra (bloque 18, 19, 26, 29, 32 y 38; y las casas 3, 4 y 5 del barrio La Aguacatala).
El día a día; el tráfico; las jornadas laborales donde las llamadas, las reuniones y, en general, las preocupaciones de la vida diaria generan estrés y tensiones pueden afectar la salud física y mental de las personas.
Por esto, desde hace algunos años la Dirección de Desarrollo Humano-Bienestar Universitario, a través del Departamento de Servicio Médico y Salud Ocupacional, cuenta con un programa que se dirige a los empleados que contribuye a bajar los niveles de estrés.
En este se incluye la promoción de las pausas activas que buscan que, durante lapsos de dos horas, los empleados hagan un receso para descansar los ojos y el cuerpo con la realización de estiramientos y algunos ejercicios que permiten retomar de nuevo el trabajo.
Otro de los servicios de este programa, que regresa de nuevo, es el masaje exprés, una alternativa para quienes, en determinados momentos, requieren sentirse relajados y dejar atrás las tensiones.
“Esta actividad, que hace parte de las actividades del Área de Salud Ocupacional, se implementó en la Universidad desde hace varios años como un complemento a las pausas activas y como un aporte para aliviar la carga de tensión que a veces sentimos, ocasionada por múltiples causas”, explica Clara Helena Jaramillo Londoño, jefa del Departamento de Servicio Médico y Salud Ocupacional.
El servicio se renueva con mayor cobertura en cuanto a lugares y horarios. Así, se dispone de siete sillas y cuatro profesionales que están ubicados en los bloques 18, 19, 26, 29, 32 y 38; así como en las casas 3, 4 y 5 del barrio La Aguacatala.
Además, las personas encargadas de brindar el masaje tienen horarios de atención que rotarán por los diferentes puntos cada cierto tiempo, pues la idea es que al servicio se tenga mayor acceso desde cualquier lugar del campus, razón por la que ya no es necesario pedir cita, sino llegar al sitio donde se ubica la silla para ser atendido en orden de llegada, y luego disfrutarlo durante 8 o 10 minutos.
“Este programa se reactivó como un medio de intervención, luego del diagnóstico de factores psicosociales, que se hizo a principios de 2012 y en el que se plantearon acciones, entre las que están aumentar la oferta de masaje exprés como un mecanismo de apoyo para los empleados, con el fin de mitigar el estrés que ocasiona la vida diaria, tanto por razones laborales como extralaborales”, agrega Clara Helena.
Y es que el masaje, desde su misma concepción, es un arte basado en la aplicación de diferentes técnicas manuales sobre la piel y los músculos para producir una sensación de bienestar y relajación que contribuye a la disminución del dolor, y al equilibrio de los estados anímicos alterados. Además, reduce el estrés, los espasmos musculares y los puntos dolorosos.
Clara invita a todos los empleados de la Institución para que aprovechen esta oportunidad, teniendo en cuenta que ya no se tiene que pedir cita y que el servicio se prestará más cerca de los lugares de trabajo.
“Aunque el masaje exprés contribuye a mitigar las tensiones, por si solo no va a solucionar las molestias ocasionadas por el estrés. Lo ideal es completarlo con las pausas activas para evitar que la salud física y mental se conviertan en problemas mayores”, asegura.