• Hoy viernes 4 de abril continúa el Trueque Literario , entre las 10:00 a.m. y las 7:00 p.m., en la Placa Cubierta de la Universidad.
• Ayer jueves se intercambiaron más de 1000 libros y, durante las nueve horas del viernes, se podrán cambiar 1100 más. Es una actividad abierta para la ciudad.
Como niños en una dulcería estaban los asistentes al Trueque Literario , actividad que se desarrolla en la Placa Cubierta de la Universidad y que continúa hoy viernes 4 de abril entre las 10:00 a.m. y las 7:00 p.m.
Emocionados estaban quienes, desde muy temprano, llegaron con sus libros leídos o usados y buscaban los que pusieron a disposición las editoriales comerciales y los fondos editoriales universitarios para esta quinta edición del encuentro que, cada año, organiza el Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas.
Desde las 10:00 a.m. los abanderados del proyecto, en este caso el personal del Centro Cultural Biblioteca, estuvieron pendientes de los detalles para que en su apertura oficial todo estuviera listo. Incluso antes de que abrieran las puertas del Trueque, los lectores hacían fila y hablaban de cuáles eran los libros que llevaban como donación y cuáles querían intercambiar.
Marta Gallo Martínez, asistente al trueque desde hace cinco años, opinó que esta actividad es lo más emocionante que hay en Medellín. “Uno goza aquí escogiendo libros muy buenos y entregando otros”.
Así, el primer paso para realizar el trueque es entregar en la entrada los libros que cada uno lleva. Ahí, los organizadores verifican su estado y que no sean piratas. Una vez hecho esto reciben un tiquete por cada libro para realizar el cambio.
Allí se ve a jóvenes y a adultos entregando sus libros y entrando a la “arena” de los otros. Ellos se maravillan con los autores, las editoriales y los temas en las diferentes secciones: poesía y biografía, novela y cuento, ensayo y crónica, y literatura infantil y juvenil, entre otros temas.
El máximo permitido para cambiar por día son ocho, pero esto no impide que las personas escojan más números de ejemplares para luego sentarse y, con mucho cuidado, seleccionar los que se llevarán.
“Nosotros traemos ocho libros pero cogemos por ahí 20 y nos sentamos en una mesa a descartar y a hablar con los compañeros. Ya uno conoce ciertos autores, temas y editoriales que van a la fija”, comenta José López Vásquez, asistente al evento.
Una vez finaliza la depuración y, con el tiquete entregado a la entrada, los lectores pueden tener libros nuevos para sus bibliotecas.
El trueque antes y después del evento
Este evento cultural, que promueve la lectura, se planea con varios meses de anterioridad. Todo comienza con cartas enviadas a editoriales de Colombia y de otros países que publiquen en español, donde se les informa de la actividad y se pregunta si están interesados en participar. Posteriormente se hacen visitas a las editoriales y se reciben los libros.
Héctor Abad Faciolince, jefe del Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas, afirma que esta es una oportunidad para que las editoriales promuevan la lectura y conozcan a sus lectores. “Esta es una manera de que nadie pueda decir que leer es muy caro o muy difícil, leer es muy fácil y no es caro”, afirma el escritor.
Y si con 2.200 libros se inició el trueque con 2.200 libros terminará. Durante todo el año, en la Sala de Audiovisuales del Centro Cultural, existe un espacio de cambio continuo de libros donde los usuarios pueden acercarse para escoger los que no se llevaron durante los días del evento.
“El trueque es una manera barata de leer más. Así, teniendo tantos libros, ¿para qué guardarlos? Yo vengo durante el año a la biblioteca a cambiar libros, pero hoy es mejor porque hay cosas que solo se encuentran acá como títulos nuevos, o libros que en las bibliotecas tienen exceso de existencia”, comenta una asistente.
Dentro de todas las donaciones que se hacen para la actividad “a veces llegan tesoros y curiosidades que no tenemos en la Sala patrimonial, así que los guardamos para enriquecerla, por ejemplo una primera edición de Vargas Llosa”, concluye Héctor Abad.