• El jueves 5 de septiembre se desarrolló, en el Auditorio Fundadores, la conferencia Formación cívico-política y ciudadana. El evento hace parte de la Cátedra Medellín-Barcelona.
• La charla estuvo a cargo de Joan Subirats, politólogo y periodista catalán, quien habló del reto que tiene la sociedad de ejercer sus derechos para que estos no solo se queden en la proclamación.
Confianza. Esa es la ruta para construir la verdadera ciudadanía, una confianza del “ciudadano en relación a sus conciudadanos y, así mismo, la práctica de la desconfianza democrática, de la desconfianza en el poder”.
Esta fue una de las ideas principales expuestas por Joan Subirats Humet durante la conferencia Formación cívico-política y ciudadana que se desarrolló el jueves 5 de septiembre, y que hace parte de la Cátedra Medellín-Barcelona.
En el evento, el humanista español hizo una invitación para que los ciudadanos asumieran un rol más activo en la sociedad y no quedarse, solo, a merced de los dirigentes. “Las personas son más capaces de asumir sus responsabilidades si consideran que han participado en la formulación de estas”.
Ante esto, agregó que el ejercicio de la formación cívica tiene mucho que ver con el concepto de ciudadanía, “pues si queremos formar en civismo a las personas es para que sean conscientes de sus deberes, y para que sean conscientes de ser ciudadanos”.
Para el politólogo y periodista catalán es fundamental que se conozcan los derechos en cada sociedad pero, además, que esos derechos sean llevados a la práctica por los ciudadanos. Con el preámbulo de la Constitución de Estados Unidos, “We the people…” (Nosotros, el pueblo), explicó que, aunque está bien que la carta señale que son el pueblo, este no es un asunto que se debe quedar en el papel, sino que debe ir a la acción. “Una cosa es proclamar los derechos, otra cosa es ejercerlos”, apuntó.
Un detalle que también resaltó es el de pensar y actuar en colectivo, pues de esta manera se llega a un elevado accionar ciudadano. “En un país con un alto nivel de civismo los ciudadanos se sienten corresponsables de lo que sucede”.
Ciudadanía compleja
Pese a que ciudadanía y civismo no son conceptos nuevos, Subirats Humet expresó que solo hasta ahora se está dando un despertar en las acciones cívicas ciudadanas para generar los cambios buscados y sugeridos.
“Estos temas están despertando un reciente interés porque, de alguna manera, hay dudas sobre la relevancia del papel que deben tener las instituciones públicas en relación con el papel de la ciudadanía a la hora de resolver los problemas colectivos”, afirmó el español.
Además de confianza, la esencia de la ciudadanía radica en lo colectivo. Sin embargo, el grado de complejidad que ha ganado la sociedad en los últimos años se convierte en un factor determinante.
“Esa complejidad tiene varias formas de expresión: complejidad quiere decir que estamos en sociedades que son y van a ser cada vez más heterogéneas; la ciudadanía es más reacia a aceptar decisiones que tengan como justificación el interés público; y, hay mayor conocimiento que antes, lo que tal vez genera más certezas, pero en algunos casos, da más incertidumbres”, explicó el politólogo.
Para Subirats Humet es fundamental “reivindicar la revolución ciudadana”, pero no incitando a desórdenes, sino haciendo que las personas sientan que “la forma de participar es la forma de sentirse implicado”. Finalmente, concluyó que “un ciudadano es aquel que es autónomo, pero que para alcanzar esta condición son necesarios unos mínimos de bienestar vitales que lo hacen independiente”.