• Retina Caribe es la exposición que coordina el Área de Extensión Cultural y que cuenta con más de un millar de fotografías, tomadas por integrantes de varias generaciones de este apellido.
• La muestra se encuentra en el Centro de Artes del Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas. Esta continuará abierta hasta el final del semestre. El ingreso es sin costo.
Clara Inés Duperly Cano, hija de Óscar, recorrió la exposición al lado de sus nietas Sofía y Andrea, en parte para que la acompañaran y llevaran su silla de ruedas, pero, sobre todo, para que vieran por ellas mismas un pasado familiar que hoy le interesa a todo un país.
La primera tiene apenas 11 años y muchas de estas fotografías ni las había imaginado. “Hay unas muy antiguas. Yo solo conocía las de mi abuela y sabía un poco de la historia que ella nos había contado”, dijo Sofía.
Para Andrea asistir a la inauguración de Retina Caribe, que se dio el jueves 3 de octubre en el Centro de Artes de la Universidad, fue todo un orgullo y una oportunidad para preservar la memoria familiar. “Quedó muy bonita la exposición, es increíble esta historia que empezó hace mucho tiempo”, agregó la joven.
Ellas saben que, gracias a su bisabuelo Óscar, varias generaciones de antioqueños tuvieron su primera cámara fotográfica o pudieron conservar sus recuerdos en un álbum, tal como lo promovían los anuncios comerciales de Oduperly.
“Obtenga un retrato de sus niños, usted mismo puede hacerlo con una Kodak: espíe y aproveche los momentos felices de la infancia” o “Todo retrato digno de tomarse es digno de guardarse, álbumes para conservar sus retratos. Varios estilos y tamaños” son algunos de los comerciales rescatados y expuestos.
La exhibición permite adentrarse en el pasado de la fotografía en Colombia y el Caribe, pero también en una historia familiar que no tiene nada que envidiarles a las narraciones de Alejo Carpentier, tal como lo expresó Juan Luis Mejía Arango, rector de EAFIT, en la presentación de la exposición.
“El inicio de este relato bien hubiera podido inspirar al escritor cubano para ambientar alguna de sus novelas ubicadas en el filo de la Ilustración, el diálogo entre la Francia napoleónica, la Inglaterra de la Revolución Industrial y el Caribe mágico y luminoso. Adolphe Duperly es un claro personaje de Carpentier”, adujo el Rector.
La exposición también se convirtió en un espacio de encuentro para los amantes de la fotografía y el arte en la ciudad, pues también pueden verse cámaras fotográficas, películas y otros elementos importantes para esta industria.
“Creo que es muy interesante que la Universidad haga este tipo de eventos porque promueven la cultura y el conocimiento. Tengo mucho interés en el arte y, sobre todo, en la fotografía. Me encantó la colección de cámaras”, manifestó Daniela Peláez Vélez, estudiante de Ingeniería de Diseño de Producto y visitante de Retina Caribe.
Historia en fotos de una pasión familiar
Palmeras, canoas, mar. Así es el paisaje que Adolphe Duperly retrató hace más de dos siglos en Jamaica cuando fue el primero de su clan en llegar a América. Hoy, cinco generaciones después, sus herederos siguen fotografiando estos mismos elementos, esta vez en el Caribe colombiano.
Esos son los contrastes que pueden observarse entre las más de mil imágenes capturadas por el lente de algún miembro de la familia Duperly, reunidas en Retina Caribe.
Entre las fotografías más significativas están algunas de la Daguerian Excursions in Jamaica, que realizó Adolphe, y que fueron las primeras 25 vistas fotográficas que tuvo ese país caribeño.
Las imágenes muestran estampas eternizadas a través del daguerrotipo, la técnica inventada por el también francés Louis Daguerre y, aunque distan en tiempo, comparten la temática y la calidad de los modernos retratos que sus tataranietos, Esteban y Gloria Elena, capturan en la actualidad en las playas de Barú o Tolú con cámaras digitales y filtros infrarrojos.
De manera cronológica, una foto personal en la que se ve a uno de los Duperly en el mausoleo familiar en Francia puede ser el punto de partida de este viaje que empezó a principios del siglo XIX en el viejo continente, se adentró en el Caribe, llegó a Medellín y todavía no termina.
A Colombia llegó este legado de la mano de la segunda generación Duperly, con Henri Louis, quien llegó a Barranquilla pero se quedó a vivir en Bogotá, donde se dedicó a retratar la vida capitalina de entonces.
Uno de sus hijos fue Óscar Oduperly, que heredó la pasión por la fotografía y algunos de los intereses temáticos del abuelo. Mientras que Adolphe retrató a las mujeres negras del mercado jamaiquino en sus labores cotidianas, su nieto fotografiaba a las agricultoras cargando sus productos y a los trabajadores llevando un piano.
También capturó imágenes informativas como las de un accidente aéreo, de información general como las aerografías de Medellín y retratos encargados por sus dueños como los paseos de las familias adineradas.