• Este jueves 3 de octubre, a las 7:00 p.m., será inaugurada la exposición Retina Caribe Duperly, en el Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas.
• La muestra se compone de una línea de tiempo ininterrumpida que recoge la cotidianidad de la familia Duperly y su paso por países como Colombia, Francia y Jamaica.
Un legado visual llega de una de las familias que mejor promovió el arte de la fotografía en Colombia. Estarán su historia, sus ancestros e influencia en el arte del grabado, el dibujo y, posteriormente, en esta actividad, algo que se remonta a finales del siglo XVIII en Francia.
Y estas imágenes cobrarán valor a partir de los ojos de los espectadores que, desde el jueves 3 de octubre (día de la inauguración), visitarán la exhibición Retina Caribe Duperly.
La apertura será a partir de las 7:00 p.m. en el Centro de Artes del Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas, y allí permanecerá durante el resto del año para que el público la visite sin ningún costo.
Esta línea de tiempo ininterrumpida y marcada por toda una descendencia aficionada al trabajo con la imagen, reconciliará el patrimonio y la memoria, pues son 150 años de registro fotográfico no solo de la familia, sino de la cotidianidad de países como Francia, Jamaica y algunos lugares en el Caribe, recorridos por este apellido antes de llegar a Colombia.
La exposición, de más de 1.000 fotografías tomadas en diferentes lugares del mundo, será el motivo para rendir homenaje a su herencia y propiciar que las nuevas generaciones conozcan su importancia para el arte y la cultura nacional.
Para Juan Antonio Agudelo Vásquez, coordinador del Área de Extensión Cultural, esta es una exposición con altas virtudes estéticas y culturales, pues permite a sus visitantes conocer el pasado de su ciudad y su región.
“La recopilación fotográfica no solo está centrada en la vida familiar, también da cuenta de un momento histórico y social, convirtiéndose en el testimonio de un país, de una región entera”, explica.
Cinco generaciones
Óscar Duperly llegó a Medellín hace casi un siglo como un joven enamorado, pero también como el descendiente de una tradición fotográfica que, hasta entonces, había capturado con su lente momentos cotidianos y únicos a través del Caribe (Jamaica, Puerto Rico, Panamá y Colombia).
María Luisa Cano, hija de Fidel Cano, fue el amor por el que él llegó a la ciudad en 1914. Se casaron y continuaron el negocio familiar del francés, con el taller fotográfico Oduperly, que estaba ubicado en la calle Colombia y en el que eran representantes de la Eastman Kodak Company.
Esta fue la historia que le contaron sus abuelos a Beatriz Camero Duperly, nieta de Óscar y María Luisa, quien alcanzó a trabajar en el estudio fotográfico y no olvida la pasión de su abuelo por la imagen fija.
Recuerda un letrero que había afuera del taller en el que decía: “Enseñanza gratis”. Por eso, sabe que la influencia de su familia en Colombia va más allá de su legado en imágenes, y tiene que ver también con la industria y la masificación de la fotografía.
“Mi abuelo quería que la gente aprendiera a tomar fotografías. Aparte de tomarlas él las convirtió en una industria que generó cientos de empleos y permitió que muchos colombianos pudiéramos conservar nuestros recuerdos en un álbum”, cuenta Beatriz.
Pero la historia empezó varias generaciones atrás con Adolphe Duperly, quien llegó a Jamaica en 1841, atraído por el nuevo mundo, como muchos franceses de la época, y estableció allí su propio estudio de fotografía.
Su hijo Henri Louis continuó la tradición y decidió aventurarse hacia otros países. Así fue como llegó a Colombia por Barranquilla y luego se trasladó a Bogotá, donde se convirtió en uno de los fotógrafos más solicitados de la época.
En la capital fue donde creció Óscar, entre las fotos del centenario de la independencia de Colombia y los paseos de su padre por una Bogotá que nunca se cansó de retratar.
Cuando llegó el momento de independizarse pensó en abrir su propio estudio en otra ciudad. Había elegido Bucaramanga, pero un amigo lo convenció de acompañarlo a Medellín porque allí vivía su novia. Ese día Óscar conoció a María Luisa, la hermana de la novia de su amigo, y prefirió cambiar el rumbo de su negocio hacia la capital antioqueña.
Hoy varios de sus descendientes, como María Victoria y Gloria Restrepo, siguen sus pasos dentro del campo digital, con lo que continúan así con una tradición cultural que marcó la historia de la fotografía en Colombia.
Por eso, la muestra se compondrá de una línea de tiempo que recoge un recorrido que inicio en París y llegó a Medellín.
Los asistentes podrán ver daguerrotipos, litografías, fotografías y películas. De manera paralela será el lanzamiento del libro, también llamado Retina Caribe, que recoge gran parte de este material y relata esta historia familiar. Tiene textos y líneas de tiempo que ratifican la importancia de este apellido en la evolución de la fotografía en Colombia.