• El equipo de trabajo de este programa es interdisciplinario y buscará, a través de diversas ópticas e interacción con problemáticas sociales, generar un nuevo espacio para la educación en derecho en la ciudad.
• Este posgrado, que abrirá su primera cohorte en el primer semestre de 2014, contará con estas líneas: derecho público (en investigación y profundización), derecho internacional y políticas públicas.
Dos objetivos fundamentales tiene la nueva maestría en Derecho de EAFIT: producir conocimiento propio, que responda a las necesidades del entorno local, regional y nacional; y contribuir con el cumplimiento del Plan Estratégico de Desarrollo 2012-2018, que plantea como meta ser una universidad de docencia con investigación.
Para lograr estos y otros objetivos, la Escuela de Derecho conformó un equipo de trabajo que incluye docentes con maestría y doctorado, con dominio de dos o tres idiomas y con una formación multidisciplinar. Entre estos está el que conforma este programa de posgrado.
“En primer lugar hay que resaltar la calidad del equipo de investigadores y profesores de la maestría, que tienen, en su mayoría, estudios de maestría o doctorado, y también muchos de nosotros no solo somos abogados, sino que ejercemos como historiadores, politólogos, economistas, lo que permite la multidisciplinariedad”, así lo expresa Mario Alberto Montoya Brand, actual coordinador de la maestría.
Con él trabajan cuatro coordinadores en las líneas de derecho público (en investigación y profundización), derecho internacional y políticas públicas. Ellos son María Helena Franco Vargas, Rafael Tamayo Franco, Alejandro Gómez Velásquez y Esteban Hoyos Ceballos, quienes trabajan de la mano de otro grupo de profesores que dictarán los diferentes módulos del programa.
“Aunque la maestría está aprobada para 11 líneas, en su primera cohorte (2014-1) se abrirán solo cuatro”, apunta Rafael.
Además de esto, se cuenta con un comité de maestría, integrado por el Decano, el jefe de departamento, los dos directores de los grupos de investigación de la escuela y el correspondiente director de línea, que estará presente en las reuniones según el asunto a tratar.
“En mi caso tengo una función adicional pues estaré coordinando la maestría a partir de enero de 2014”, afirma la profesora María Virginia Gaviria Gil, experta en historia del Derecho.
Una maestría con rostro
Los profesores reconocen que el apoyo de la Universidad ha sido importante en la consolidación de este posgrado. Así lo sostiene Mario Montoya, quien afirma que el apoyo administrativo de la Escuela de Derecho ha sido fundamental. “La maestría en Derecho tiene cara, tiene rostros, tiene responsables, pues cuenta con una estructura administrativa de alto nivel”.
Es tal vez por esto que para el profesor Rafael hacer parte de este equipo es una oportunidad especial porque le ofrece un trabajo interdisciplinario, en el que se genera un espacio nuevo de educación del derecho en la ciudad, y en el que EAFIT puede demostrar nuevas ópticas de esta disciplina, en interacción con nuevas problemáticas y retos sociales.
“Hacer parte del equipo implica ejercitar la capacidad de escucha de puntos de vista divergentes, de argumentar en pro o en contra asuntos de forma y de fondo que determinarán el éxito del nuevo programa, así como aprender de muchos aspectos logísticos que no son siempre conocidos por los docentes”, asegura.
Por su parte, el profesor Mario Montoya, quien hace parte de la escuela desde su fundación en 1999, señala que la creación de esta maestría le significa ver los frutos de una escuela que se ha construido en equipo.
“En mi caso particular es un reto muy importante. Yo tengo dos maestrías y un doctorado y conozco cómo funcionan estas instancias. Por eso tengo claro que el equipo de trabajo con el que cuento es muy bueno y que la Universidad es una institución ejemplar, por lo que tenemos las herramientas para convertir este programa en la mejor del país”, aduce Mario.
En este punto coincide la profesora María Virginia, quien asegura que uno de los principales retos de la maestría es lograr un gran reconocimiento en la ciudad y en el país con un proyecto que combina la docencia e investigación.
“En el campo de la investigación pretendemos formar profesionales que les guste esta actividad y profundizar en la construcción de un sistema de investigaciones para la Escuela de Derecho”, señala.
Así pues, como lo afirma su actual coordinador, este es un proceso pensado cuidadosamente, con una gran selección de los profesores, de alto nivel y con una amplia producción académica.