• Los estudiantes de Saberes de Vida conforman un grupo estudiantil con el que esperan dejar huella en la Universidad y hacer un aporte social a la ciudad.
• El colectivo, que se oficializó el 30 de julio, está conformado por docentes, abogados e ingenieros, entre otros profesionales, llenos de retos por cumplir.
Aunque se posesionaron hace apenas unas semanas, el grupo estudiantil de Saberes de Vida se destaca por su experiencia, no solo porque sus integrantes superan los 60 años, sino también porque está conformado por abogados, ingenieros y docentes, entre otros profesionales, que hoy se aventuran en el mundo de la historia, el lenguaje y la filosofía.
La idea empezó hace un par de años entre varios compañeros, y se hizo realidad el pasado 30 de julio, cuando sus líderes se pusieron la camiseta, se posesionaron como grupo estudiantil y asumieron el compromiso de trabajar por una Universidad mejor.
“Pensamos que teníamos todo el tiempo y las ideas para aportarle a esta Institución, queríamos sentirnos más parte de la Universidad y estar más comprometidos”, comenta Fabio Zuluaga Ramírez, uno de sus líderes.
Hoy tienen muchos sueños y expectativas, y su principal objetivo es crear un diálogo intergeneracional que abra la puerta a una cultura de la edad adulta, en donde la sabiduría y la experiencia hablen por sí mismas y ayuden a cumplir el compromiso social de la Universidad.
Este intercambio ya empezó, pues, desde que pensaron en la conformación del equipo, se contactaron con otros grupos, tuvieron la oportunidad de conocer sus dinámicas y buscar líneas de acción comunes.
Raúl Jaime Sánchez Correa, otro de los integrantes de este colectivo, recuerda que llegar a este punto no fue fácil. “Luchamos por ganarnos esta camiseta, pero valió la pena. Queremos dejar huella, porque a los 60 años uno no es viejo y tiene la mente abierta a hacer una cantidad de cosas que nunca antes tuvo la oportunidad de hacer”, explica Raúl Jaime.
Otro punto importante en el que se concentrarán será el encuentro de estudiantes que realizan cada año, tal como lo explica María Victoria Manjarrés Ibarra, coordinadora académica de Saberes de Vida.
Saberes de Vida
Hace 12 años empezó el primer grupo de este programa, que brinda una oferta académica y cultural a los adultos mayores de 55 años. La idea era crear un espacio para jubilados y prejubilados, en el que pudieran ejercitarse desde lo intelectual y lo social.
Hoy cuenta con grupos consolidados, cursos en todas las sedes de EAFIT y alumnos que empezaron desde entonces, como Fabio, ingeniero y abogado, quien hoy tiene 77 años y dice ser uno de los orgullosos fundadores de Saberes de Vida.
“Yo vengo todos los días a la Universidad, unos días a clase, otros a las actividades culturales que se realizan, volver a las aulas es una de las mejores experiencias en esta etapa”, dice.
Justo así fue que se le coló en la cabeza la idea de formar un grupo estudiantil y participar en actividades extracurriculares, pues dice que si un alumno regular que está en la Universidad por los cinco años que dura su carrera quiere a su Universidad, ellos sí que lo pueden decir, pues él lleva 12 años conectado con EAFIT y no piensa irse por el momento.
A Raúl, por su parte, se le ha convertido en la oportunidad de hacer todo aquello que no pudo durante su juventud. “La lectura, la historia son disciplinas apasionantes, pero a las que uno no tiene tiempo de ingresar durante su carrera porque la vida laboral es muy demandante”, manifiesta el líder estudiantil e ingeniero civil.
María Victoria asegura que una de las principales premisas del programa es ofrecer una nueva visión de la vida adulta, que sea positiva, activa, vital, integrada y valorada, en la que sea posible “reconocer y enriquecer las experiencias adquiridas a lo largo de la vida”.