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​Un guión de hierro para una puesta en escena compleja

​Lisandro Duque, Víctor Gaviria y Pedro Adrián Zuluaga en el conversatorio del pasado sábado 26 de abril en Corferias (Bogotá).

​• La vendedora de rosas -guion cinematográfico-, obra del Fondo Editorial Universidad EAFIT, se presentó el sábado 27 de abril en la Feria del Libro de Bogotá.

• Víctor Gaviria, director de esta película de 1998, dialogó en el Salón María Mercedes Carranza, de Corferias, con los críticos Lisandro Duque y Pedro Adrián Zuluaga.

 
Lo inevitable era no hablar de la película. De los personajes, de la música, del trabajo de campo, de lo que encontró Víctor. Pero el tema central era el guion cinematográfico, es decir, las letras y los diálogos que le dieron vida a La vendedora de rosas, aquella película de Víctor Gaviria, de 1998, y que tantos premios le significaron a este director antioqueño.
 
Este texto, segundo de la colección de guiones cinematográficos del Fondo Editorial Universidad EAFIT -escrito por Víctor Gaviria, Carlos Henao y Diana Ospina-, se presentó el sábado 27 de abril en el Salón María Mercedes Carranza de Corferias, en desarrollo de la Feria Internacional del Libro de Bogotá.
 
El evento contó con la presencia de Víctor Gaviria, director de la película; así como de Lisandro Duque Naranjo y Pedro Adrián Franco Duque, ambos críticos de cine. Y lo que ocurrió en la tarde sabatina fue un diálogo de cinéfilos, de conocedores del séptimo arte y, por supuesto, de personas cercanas a la obra de Víctor Gaviria, la de los actores naturales y el registro de la realidad desde una perspectiva descarnada.
 
De entrada, Gaviria recordó cómo la película se basó en el cuento La vendedora de cerillas, del escritor danés Hans Christian Andersen, y contó la manera en que la protagonista, tanto de una y otra narración, pasa sus últimas horas de vida en la noche de Navidad. De hecho, La vendedora de rosas transcurre durante las 36 horas que van de las 6:00 p.m. del 23 de diciembre a las 6:00 a.m. del 25 de diciembre.
 
Allí, Mónica (Lady Tabares) -envuelta en un mundo de drogadicción y de descomposición social- añora a su mamita fallecida, nombre como se conoce en Antioquia a las abuelas. Este lapso (las 36 horas), en palabras de Gaviria, está lleno de representatividad para la cultura paisa, pues no solo incluye el 24 de diciembre, sino la víspera y la finalización de esta fiesta como tal, repleta de pólvora y de manjares típicos de esta parte del país.
 
Y, precisamente, al entrar en la película y discutir el tema con los invitados, Víctor explicó que aquellos niños (los protagonistas) alucinaban sueños, entre estos volver a la casa, como lo pudo comprobar el director en las entrevistas previas que hizo antes de realizar el filme. Habló, por ejemplo, de la fuerza de ambos personajes (Mónica y El Zarco), los dos protagonistas.
 
“Este es un guion que tiene una estructura llena de conceptos”, dijo Víctor Gaviria, mientras que Lisandro Duque anotó que, al ser una producción con una puesta en escena tan compleja, tiene un guion de hierro. Más adelante, Gaviria enfatizó en que la película se produjo a partir de los diálogos de los actores, por lo que hubo una investigación etnográfica y un trabajo de campo muy grande.
 
Ante esta situación, Pedro Adrián Zuluaga aseveró que las películas de Gaviria hacen parte de una corriente como es el neorrealismo latinoamericano, tras lo que comentó que, a diferencia de lo que se dice en otros círculos, Víctor no graba la realidad en bruto. “Existe una producción y el libro habla de una película milimétricamente pensada”.
 
En cuanto a la concepción que se tiene de La vendedora de rosas, Pedro Adrián insistió en que es un cine popular, pero no comercial, tanto que cuando la producción se emite en algún canal la audiencia de dicho espacio aumenta, como ocurre, específicamente, con Señal Colombia.
 
“Muchos creían que no había guion, que todo era improvisado, y aunque este elemento es importante, tampoco se puede dejar atrás la existencia de una planeación y, sobre todo, una experiencia investigativa fundamental para crear el relato”, refirió en cuanto el texto, que acaba de presentar el Fondo Editorial Universidad EAFIT, Esther Fortune Fleisacher Cohen, editora de esta dependencia universitaria.
 
La vendedora de rosas -guion cinematográfico- hace parte de las novedades que el Fondo Editorial Universidad EAFIT lleva a la Feria Internacional del Libro de Bogotá, que comenzó el 18 de abril y finaliza este miércoles primero de mayo en Corferias. En este espacio, la Institución cuenta con un stand, ubicado en el segundo nivel del pabellón 3.
 
Luis Alejandro Cardenas Franco
Última modificación realizada el 07/05/2013 16:30 por Luis Alejandro Cardenas Franco