• Habrá un conversatorio entre Víctor Gaviria, uno de sus autores, y Lisandro Duque Naranjo, director de cine y prologuista de la obra. Los otros autores son Carlos Henao y Diana Ospina.
Un puñado de niños que recorrían las calles de Medellín, unos vendiendo rosas, otros pidiendo dinero, se quedaron en las retinas de los colombianos y el mundo, hace 15 años, cuando se estrenó La vendedora de rosas, del cineasta antioqueño Víctor Gaviria.
Hoy la película vuelve a la escena pública, en esta oportunidad con el libro que lleva su mismo nombre, y que está basado en su guion cinematográfico, al que se suman varios capítulos de conversaciones con sus actores, guionistas y una reflexión alrededor de la construcción de los personajes y el libreto.
Su presentación oficial será en la Feria Internacional del Libro de Bogotá, el sábado 27 de abril a las 4:00 p.m. en el Salón María Mercedes Carranza de Corferias, con un dialogo entre Víctor Gaviria -autor junto con Carlos Henao y Diana Ospina- y Lisandro Duque Naranjo, quien aparte de haber escrito el prólogo del libro, cuenta con una amplia experiencia en el mundo cinematográfico, casi 30 películas dirigidas y casi 20 como guionista.
Para Esther Fortune Fleisacher Cohen, editora del Fondo Editorial Universidad EAFIT, el valor de La vendedora de rosas -Guion cinematográfico-, tiene que ver con el método de trabajo de la película, basado en actores naturales, un mecanismo bastante explorado por Gaviria y que ha tenido muy buen recibimiento entre el público y la crítica nacional e internacional.
En el libro existe toda una construcción alrededor de la escritura del guion y toda la investigación que hubo detrás de este. Así lo asegura el director de la película y uno de los autores del libro, Víctor Gaviria.
“Muchos creían que no había guion, que todo era improvisado, y aunque este elemento es importante, tampoco se puede dejar atrás la existencia de una planeación y, sobre todo, una experiencia investigativa fundamental para crear el relato”.
Al final hay un completo glosario, en el que se explica el significado de los términos usados a lo largo del libro, en especial durante los diálogos con los niños-actores, quienes son reconocidos por el amplio uso del parlache. La idea es que la obra tenga un lenguaje universal, sin perder su valor lingüístico y coloquial.
La presentación
La obra es una de las novedades que el Fondo Editorial Universidad EAFIT presenta en la edición número 26 de la feria capitalina, y hace parte de la serie dedicada a la escritura de guiones cinematográficos, que empezó con Confesiones a Laura, y que busca realizar una colección con las películas más representativas en el cine colombiano.
“Todavía tengo un concepto muy general, pero creo que es una obra muy interesante, fundamental para la cinematografía colombiana por su complejo método, por eso también tengo muchas preguntas, que espero aclarar ese día con Víctor”, dice Lisandro Duque Naranjo.
La idea es realizar una reflexión en torno al guion cinematográfico y su categoría como texto literario, así como profundizar en la particularidad de La vendedora de rosas, su novedad dentro del cine y los años de trabajo que permitieron regresar en el tiempo, recuperar su guion y darle una mirada académica y práctica a su metodología.
“Fue toda una experiencia, volver un poco en el tiempo y buscar en nuestros archivos, empezar a descubrir una serie de pequeñas sorpresas y recordar cómo logramos hacer el relato y captar esa realidad tan compleja que nos encontramos”, manifiesta Gaviria.
El filme fue estrenado en 1998 y su argumento se basó en el cuento La vendedora de cerillas de Hans Christian Andersen y la vida del personaje ficticio Mónica Rodríguez, una niña de 13 años que vendía rosas en Medellín, un día antes y después de la noche de Navidad.
La historia fue actuada por actores naturales, niños que tenían historias similares a los personajes que encarnaban, de manera que la construcción del relato implicó una investigación previa de la vida de los menores.
La película recibió 14 premios internacionales de cine, entre los que se destacan el Festival Internacional del Nuevo Cine Hispanoamericano de La Habana (Cuba), el Festival internacional de Bratislava (Eslovaquia) y el Festival Hispano de Miami (Estados Unidos). También estuvo nominada a la Palma de Oro en el Festival Internacional de Cine de Cannes (Francia) y los Premios Ariel (México) como mejor película iberoamericana.
Durante la Feria también se presentó Entre delirio y geometría. Un ensayo sobre el arte y la narración, escrito por Efrén Giraldo Quintero, docente y coordinador de la maestría en Hermenéutica Literaria de la Universidad y que ganó, en 2012, la categoría ensayo en Los Premios Nacionales de Cultura que organiza la Universidad de Antioquia.
Esta es una obra que recoge una serie de ensayos que atienden a una perplejidad inicial, como dice su autor, “el extrañamiento que sufren palabras e imágenes cuando se conectan de manera racional (geometría) o racional (delirio)”.